martes, 25 de mayo de 2010

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The End$

7:30 ((25-05-10)) :: Un avión se eleva a la distancia en perfecta perspectiva por encima de los tejados del parque empresarial donde trabajo. Amanece. Hay belleza en esa imagen que se repite al diario gracias al cercano aeropuerto. Escribo esto en presente porque voy a hablar sobre el síndrome post-lost o el, también definámoslo, como enfermedad the-end-of-lost conocida incluso como disgusto o depresión post-parto.

El niño nos ha salido después de un dilatado alumbramiento de seis años bastante pálido y débil. Tan luminoso y con tanto buen rollo como un extraterrestre de “Encuentros en la tercera fase” y la mayoría de mortales piensa que es más feo que un catálogo de penes. Más pálido y menos feo, eso sí, si cabe que David Shephard. No es un aborto-transparente pero se parece a Casper. Seguramente en los extras del DVD nos expliquen todo-todito-todo a golpe de respue$ta$. 


Analicemos el final y sus motivos. “Lost” ha sido una serie de personajes desde su arranque y el desenlace intenta ser benevolente con ellos. Así, Ben decide quedarse porque descubre que sólo encontrará la felicidad en ese ‘limbo’ creado para la ocasión y ¿gracias a una bomba de hidrógeno?. Muchos también se quedaran como Eloise Hawking, el físico/músico Daniel Faraday, Charlotte, Miles y un largo etcétera que encontraran en lo etéreo la felicidad que les fue arrebatada y nunca consiguieron en el mundo real. ¿Dónde está, entonces, Richard Alpert? Dirán que no pertenecía a esta época y, por lo tanto, no debía estar allí. ¿Y Frank Lapidus? ¿Por qué mueren otras personas en donde nadie debería morir porque ya están muertos? No se hagan preguntas porque no tienen respuesta ni para los creadores. Es así de simple. Estamos Perdidos.

Respecto a los personajes principales hallarán esa conexión con esa 'felicidad' encontrada en su estancia en la isla y conocerán mediante una interacción todos sus recuerdos. Ya no tiene sentido vivir atado a un falsa (¿y feliz?) realidad. Todos conectados (y con cierta entidad ya que al parecer había lista de invitados) y todos listos para ‘partir’. No importa el destino.

“Lost” siempre ha querido ir por delante del espectador y finalmente ha quedado bastante por detrás recurriendo a un popurrí del final de “Titanic”, “Entre fantasmas”, “Heimat”, “El sexto sentido” o “El arte de morir”… Todo vale para la ansiada lágrima e inusitada emoción del otro lado de la pantalla. ¿Pero qué pasó con los ‘verdaderos’ finales alternativos? En el programa “Aloha to Lost” se cachondearon del interés de los losties por los finales alternativos y material friqui. ¿Qué hubiera pasado con otros finales de todos lo colores y sabores con el material original? Aquí van dos de ellos...

Final FRIKI

Es exactamente igual que el original con un pequeño giro al final. Ben apuñala, estrangula y patea el culo a Hugo cuando éste se agacha para coger una carta foil ultra-rare de Darth Vader del juego de Star Wars. Cuando Ben está saltando como Gollum, celebrando su nuevo título de nº 1 y su nuevo tesssoro, tropieza y cae al riachuelo y es arrastrado a la cueva. Se convierte en humo negro y se eleva en el cielo.

Cuando Jack, a punto de morir, ve que el avión de Ajira pasa por encima suyo. Sonríe. El humo negro se eleva en el cielo y atrapa al avión. Lo destruye. Ya no sonríe. Explota espectacularmente y se desprende uno de sus motores generando un agujero de gusano y transportando a Jack al arranque del episodio número de la serie pero ahora es consciente de todo. Está curado pero le quedan cicatrices y una mancha de sangre a modo de estigma. Es demasiado tarde porque no tiene tiempo antes de que el avión se estrelle en la isla. Jack abre su ojo y despierta. Está en la isla. Un conejo gigante vestido de traje le mira y le pega una hostia. Jack no reacciona y se queda petrificado. El conejo se quita su careta y es Walt Lloyd pero con 18 años (la imagen real de actor Malcolm David Kelley) y grita al aire:

— ¡¿Cómo $%oño queréis que actué así toda la nueva temporada!?,¡¡ca&/rones!! ESTOY

[Aparece el título de...] «...LOST»



Final FREAK

Es exactamente igual que el original con un pequeño cambio de actriz. En vez de que Elizabeth Mitchell interprete a Juliet Burke esté papel recaerá en la socorrida Belén Esteban. Aparte de amenazar a su ex, Jack-sulín de Ubrique, con demandarle a él y a su nueva mujer, Kate-mpanario, por no darle pollo todos los días a su niño mari-gay Davi-dreita. Belén sale poco pero grita mucho, habla fatal, no para de llorar a cámara e incluso se marca un ‘baile’ sin ritmo ni idea de na’. Pero seamos sinceros con su inclusión millones de marujas y todas las señoras del facebook se enganchan hasta a “Lost”.

Por otro lado hay un pequeño cambio en las secuencias finales. En vez de Vincent (sí, el perro Vincent) aparece y emerge de la selva, disfrazada de Pocahontas, Carmen de Mairena. Cámara lenta y música melosa final. A Carmen se le sale un pezón pero no pasa nada. Sigue corriendo hacía Jack. Llega a él y se tumba junto con su amado. Llora desconsoladamente. Saca el micrófono (¡no sean mal pensados!), lo conecta a un enchufe de un bambú (en esta isla hay de todo, oye, pero ¡sin preguntas, eh, que nos conocemos!) y empieza a cantarle el “Algo se muere en el alma” de Ecos del Rocío. Hablan. 


Carmen: Jack no te mueras. Yo te curo. Voy a chuparte la mordedura de la serpiente.
Jack: Pero… si no me ha mordido AGGGGGHHH! Ahí no está la herida…Caaarmeeen!
Carmen: Que electricista ni que electricista, tengo el micro que me hecha chispas.


[Aparece el título de...] «...LOST (y que a gustito me he quedao')»

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