True Blood (4x01) She's Not There: Ella ha vuelto

“True Blood” ha regresado con un nuevo reparto de sangre embotellada a la temperatura idónea para su consumo. Se ha rumoreado mucho sobre esta nueva cuarta temporada y el primer episodio, “She's Not There”, que inaugurada la oleada de vicio cándido y sanguinolento que cada vez gana más adeptos. Puede que este año la serie dirigida y escrita por Alan Ball no acapare muchas nominaciones en los Globos de Oro y Emmys debido a la competencia cargada de toneladas de ajos y agua bendita: “Boardwalk Empire”, “Mad Men”, “Breaking Bad”, “The Walking Dead”, “Game of Thrones”… Demasiada calidad dramática para que una serie tan colorada y sexy pueda competir entre ficciones condenadas al recuerdo del devorador televisivo. Pero una cosa son los premios y otra muy diferente la actitud y el crédito de la audiencia. La serie que protagonizan Sookie Stackhouse, Eric Northman y Bill Compton produce una extraña adicción en las retinas y mentes de los torturados y drogadictos espectadores. Una nueva dosis, un nuevo episodio, una nueva dosis, un nuevo episodio… La cuenta se pierde entre temporadas, tramas y personajes y parece que la resaca queda tan lejos en nuestra memoria porque ha pasado el tiempo y “True Blood” sigue tan fresca como ese primer bocado que nos sacudió.

¡Cuidado! Porque si sigue leyendo atravesará una puerta que tal vez tuvo que dejar cerrada. Siempre están avisados de que en este blog se cometen atrocidades en todos los post dedicados a reviews y recaps de episodios. Tengan en cuenta que la sangre siempre contiene spoilers.

Desde su arranque con ese ‘previously’ vemos las imágenes residuales de la tercera temporada entre espasmos, hombres lobos, hadas, mujeres pantera y vampiros milenarios. Demasiado para el cuerpo de nuestra protagonista adicta a las marcas de colmillos en el cuello y demasiado para nosotros. Nos habíamos quedado con Sookie y su hada madrina anunciando una nueva campaña de lámparas del Ikea. El mundo de las hadas es fashion y eclipsante. Toman luces sacadas de un árbol maravilloso y todo es wonderfull de la muerte pero las nauseas de Sookie Stackhouse son premonitorias de lo que se avecina. Pese a encontrarse con Barry, el botones de hotel que vimos en la segunda temporada y que probó la viciosa de Lorena, tiene un encuentro mayor e imposible: ¡su abuelo Earl! En el mundo de las hadas dos semanas son veinte años… y los escasos minutos que va a pasar la camarera van a ser… Pero antes de su sondado y luminoso regreso y tener que mentir a su abuelo (no le va a contar que su mujer fue brutalmente acuchillada por un psicópata que deseaba matar a su nieta) y darse cuenta de la trampa donde se encuentran ocurre algo… Mab se persona como jefa y reina de las hadas y vemos que todo lo que era maravilloso es sucio y oscuro. Esa fruta de la luz debe ser devorada para quedar atrapado en ese plano y que la ‘cosecha’ quede recolectada… Se me escapan cosas como el motivo de esos rebeldes por ayudar a Sookie: se persona como el hermano de la Reina e indica antes de darla una patada en el culo que la Corona quiere alejar el mundo humano del de las hadas para siempre, y así alejar a los vampiros. Parece que estas hadas (y hados) naturales no son tan guapos como aparentaban y sus poderes de energía son esferas más destructivas.

Con la muerte de su abuelo (su vuelta podría ser demasiado revulsiva para la serie) por atravesar el plano humano habiendo comido la fruta de la luz Sookie regresa a casa para darse cuenta que han pasado doce meses y medio. La solución narrativa de la gran elipsis para recuperar al resto de personajes mientras que para la protagonista han pasado unos minutos resulta interesante y tan solo puede ser ejecutada en una serie de corte fantástico como “True Blood”. Su hermano Jason Stackhouse le recomienda que no cuente su historia y con su regreso levanta a sus dos pretendientes vampiros: su ex Bill Compton y su nuevo enamorado Eric Northman no tardan en aparecer y Sookie presencia el poder de Bill sobre Eric. ¿Por qué? Obviamente el enfrentamiento con Sophie-Anne Leclerq, la Reina de Luisiana, en “Evil Is Going On” con el que se cerraba la tercera temporada queda claro en cuanto vencedor… aunque puede haber sorpresas futuras si se reincorpora Evan Rachel Wood a la serie. Tampoco parece demasiado probable y puede ser en ese salto Trinity-Matrix su última despedida final. Tampoco sabemos si meteran en breve un flashback explicativo para que veamos cómo pudo vencer a otro vampiro de mayor edad. ¿El amor? De nuevo la pluma de Alan Ball sigue siendo libre para dibujar a los personajes y sus tramas sobre las novelas de Charlaine Harris. No es la primera vez que se salta el rumbo establecido en las crónicas vampíricas de la autora americana y tampoco creo que sea la última. Esperemos tenga mejor suerte que en la temporada anterior con los añadidos y apaños. 

Sookie se encuentra con una situación nueva en su entorno: Andy Bellefleur tiene ahora un carácter violento y es adicto a V no dudando en atacar a cualquier para conseguir más cantidad de sangre de vampiro, Jason es la madre Santa Teresa con la manada que dejó su ex Crystal Norris pero recibe un castigo y mala recompensa, Jesus Velasquez introduce a Lafayette Reynolds en un grupo de magia con una poderosa médium llamada Marnie, donde también están Holly Cleary y Katie (infiltrada del nuevo Rey de Luisiana), Arlene está preocupada por su hijo y su manifestación psicópata decapitadora y puede resultar interesante el rumbo que se le de al personaje, Tara vive lejos, practica la lucha y tiene novia y quiere seguir así aunque se muera su abuela (o vuelva su mejor amiga, que para un SMS es lo mismo), Hoyt y Jessica tienen problemas de convivencia y deseo carnal en plena vena, Bill y Eric hacen política a favor de los vampiros para evitar que los demonicen y uno de los rumbos de la temporada podría ser precisamente ese, Sam Merlotte tiene nuevas amistades cambiaformas y su hermano sobrevivió al disparo y vive con la madre de Hoyt. Mucho berenjenal en un lapso interesante de tiempo. Seguiremos observando dónde va todo y esperemos que dure más que el vuelo de un loro revivido por magia. De momento, sabemos que la casa de Sookie ha cambiado de propietario. Uno de los nuevos personajes y atractivos cuerpos de la serie es Portia Bellefleur a la que ya vimos en “Dexter”. No sé si acabará tan mal como en la serie del popular forense psicópata pero desde luego es una mal pensada. Como todos los espectadores con ese final y colmillos que se quedan clavados en la mirada de Sookie. El nuevo dueño tiene nombre y es Eric. ¡Y quiere lo que es suyo! Incluida Sookie, claro.