2 Guns: La historia de una imagen

“2 Guns”

Director: Baltasar Kormákur

EEUU

2013

Sinopsis (Oficial):

Cuando su intento por infiltrarse en un cartel internacional de la droga fracasa, el agente de la DEA Bobby Trench (Denzel Washington) y el oficial de la inteligencia naval Michael Stigman (Mark Wahlberg) de repente son repudiados por sus superiores. Ahora que todo el mundo los quiere en prisión o muertos, la única persona en la que pueden confiar es el uno en el otro. Por desgracia para sus perseguidores, los buenos que pasan años fingiendo ser malos aprenden un par de trucos por el camino.

Crítica Bastarda:

He aquí la historia de un póster que cuenta todo, de una imagen que predestina el conjunto y forma la excusa, de llegar a ese clímax anunciado en el propio marketing. Denzel Washington y Mark Wahlberg hombro con hombro, disparando en una lluvia de balas y billetes. Dos pistolas, así de simple. Pudiera interesarnos esa concepción transparente de divisar el clímax de una película en estos tiempos en los que los trailers y el material promocional ya nos cuentan (y desvelan) todo. No es que tampoco Baltasar Kormákur vaya a sorprender o reinventar una reformulación de “Arma Letal” pivotada precisamente sobre esa imagen que ni se esconde y que simplifica todo el invento. Hay otros elementos clásicos como la traición (aquí tan cuantiosa como puntos de vista tiene la cinta), la femme fatale y, por supuesto, el dinero para trazar una conspiración a golpe de corrupción con ese olor a frontera mexicana y señores de la droga.

Dejemos la sociopolítica de lado y centrémonos en la reacción del gran público al que realmente va destinado el producto. Para algunos, era un una nueva “Sr. y Sra. Smith” sin ritmo, con un guión horrible (sobre todo en su recta final) y tremendamente aburrida, mientras que para otros la acción justifica la propia narración y su vertiente cómica ayuda a que la historia avance. Una historia de un embolado, basada en un cómic, y donde los marines, la CIA, los narcos mexicanos, la DEA y, evidentemente, millones de dólares en juego, fluyen ese devenir de balas y giros de guión. Nada importa porque realmente “2 Guns” sigue siendo la película que se simplifica en una imagen en la que poco importa lo previsible de la trama, sus frases a golpe de cañón y la fragancia con cierta extravagancia. El cine comercial se ha convertido en una mera colección de estampas donde una imagen ya te dice (y te vende) todo, cuyo suspense está en que pasen los minutos hasta ese conexión visual. Para algunos será honestidad y, para otros, la confirmación de la lucrativa infidelidad. 

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