Amy Winehouse ha sido hallada sin vida en su casa de Londres el sábado 23 de Junio de 2011. Esa ha sido la noticia. Simplemente. Muerta a los 27 años de edad. 27. Inmediatamente después fue realizada una autopsia previa por los medios y espectadores mediante la oración subordinada y yuxtapuesta. Se mentaban sus problemas con el alcohol y las drogas, su infructuoso camino por las concurridas clínicas de desintoxicación y el penoso estado de salud mostrado recientemente en un concierto de Belgrado, que dio pie a cancelar su gira europea. La cantante británica volvía a las andadas que todos conocíamos y por las que ella misma ya había caminado. Todo el mundo sabía que no pasaría de los 27 años. Es el destino de los juguetes rotos. Las casas de apuestas permitan aventurar retribuidamente el día exacto de su defunción. Mientras Reino Unido y gran parte del mundo llora tal vez otros estén brindado y celebrando su vaticinado destino. Porque el mundo lo esperaba. Es así de simple. Google ya autocompleta su nombre ‘muerta’, ‘fallece’ o ‘muerta 2011’ como ya también la incluía en ese elitista club, donde hay que pagar con la propia vida para ser inscrito: el club de los 27. Amy ya lo ha hecho. Allí le dirán: Bienvenida y no pises ese felpudo que indica ‘Descansa En Paz’ porque las leyendas no lo hacemos. Seguimos vivas.
Las redes sociales se llenaron a las pocas horas de todo tipo de comentarios: desde condolencias sentidas o impostadas hasta chistes de muertos y drogadictos. No hay límites cuando el artista mencionado los ha quebrado todos anteriormente. Simplemente no los hay. Cuando un artista muere todos van a su obra como si fuera el peregrinaje hacia el perdón. En el momento en el que abran las tiendas de discos se agotarán. Después vendrán los homenajes, el material inédito, su próximo disco… los recopilatorios. Se venerará la peluca, la dentadura postiza y comenzará el fetichismo: el tacón, las bragas y ese harapiento top que desgastó en algún concierto en el que acabó por los suelos rodando. Las leyendas venden su cuerpo y alma desde que firmaron su primer contrato discográfico. No hay nada más que hablar, simplemente pon un precio.
La otra cara menos conocida |
Amy Jade Winehouse nació el 14 de septiembre de 1983 y ha publicado dos discos: “Frank” (2003) y “Back to black” (2006), que incluía ‘Rehab’, con el que coronó de premios Brit, MTV, Grammys… La compararon con Aretha Franklin y aunque no es ni el escorzo de su sombra puede que su entrada en el Club del 27 y un disco a la espera de publicación la catapulté a los altares musicales del Siglo XXI. En el Club de los 27 le esperan: Kurt Cobain de Nirvana, Robert Johnson, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison de The Doors, Brian Jones de los Rolling Stones, David Michael Alexander de The Stooges, Ron ‘Pigpen’ McKernan de los Grateful Dead, Chris Bell de Big Star, Pete de Freitas de Echo and the Bunnymen, Richey James Edwards de Manic Street Preachers y otros tantos que no son para nada anónimos pero completan el Club. Rock & Roll, Drogas, Sexo, Suicido, Asesinato, Sobredosis, Enfermedad, Accidente… La muerte de todos ellos fue en Mayúscula y ese ‘Todo’ encaja en cierto cliché en el que habitaba Amy Winehouse. Porque en todo lo triste, desagradable e irónico de saber que vas a formar parte de un Club en el que para entrar tienes que morir antes de cumplir los 28 y en lo descrito anteriormente tan sólo habita la duda de saber quién fue, para muchos, Amy Winhouse. El tiempo que nos queda al resto nos los dirá.
Punto y Final. |
DEP o RIP.
ResponderEliminarTodo en exceso es malo pero, por desgracia, era la crónica de una muerta anunciada.
Sí algún día tengo un hijo y es famoso celebaré más su 28 cumpleaños que su mayoría de edad.
Hola D.E.P!
ResponderEliminarSi tiene un hijo famoso creo que le dará más pasta si la palma a los 27 que a los 28. Veremos el dinero que genera Amy Winehouse después de muerta y quién se lo lleva. Un consejo: ¡tenga varios! Uno a los que quiera y otro que se haga famoso y haga el sacrificio a los 27 por el resto de la unidad familiar.
Saludos bastardos,