lunes, 10 de octubre de 2016

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El Exorcista (The Exorcist): Lo que da miedo y es satánico es el maquillaje de Geena Davis…

Serie de TV
“El Exorcista”
Título original: “The Exorcist”
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

Serie basada en la famosa novela de William Blatty de 1971 donde un cura ejerce su profesión librando a personas que sufren posesiones demoníacas.

Crítica Bastarda:

La presente crítica está escrita bajo la posesión de demonio de alto rango y, bla, bla, bla… Así que si usted, como simple mortal y marioneta, no confía en el contenido de lo que aquí es relatado, mejor guárdese su opinión para el Día del Juicio Final. Está cerca… así que quédese tranquilo o pase por un psicólogo hasta tal esperado momento. No suelte, en definitiva, sus mierdas aquí salvo previo pago de una sesión de terapia.

Por favor, ¡déjennos en paz! ¡Los demonios estamos hartos de sus prejuicios e injuriosas críticas! Por favor, y repito, ¡déjennos en paz! Es cierto que somos seres superiores que hemos conspirado con y contra ustedes desde el principio de los tiempos pero, no obstante, ya alcanzamos nuestro objetivo y si algunos seguimos aquí es para ver cómo se hunde todo sin nuestro control y presencia. ¡Nos hemos quedado para eso! ¡Queremos divertirnos y disfrutar de su colapso preapocalíptico! No les voy a volver a contar todo el tinglado y de nuevo la historia de su existencia y por qué fueron tan importantes a nuestros intereses. Lo hecho, hecho está. La cuestión es que ustedes no tienen ni pajolera idea en lo que entidades demoníacas se refiere y aquí pudiéramos tener la culpa nosotros, los demonios, por tener otra clase de percepción humorística al respecto. Las posesiones siempre han existido desde el principio de los tiempos y han sido nuestra forma de controlar a la humanidad no sin algunos contratiempos. Para nosotros poseer a un mortal es tan simple como para ustedes cambiar de canal de televisión. Es algo mecánico más allá de un proceso que no dura unos microsegundos. Siempre nos hemos reído de su forma absurda y prehistórica de afrontar sus temores e inseguridades y, de este modo, producimos y lanzamos allá por 1973 “El Exorcista” como una comedia sobre la pérdida de la fe y los problemas de la higiene personal. Por supuesto no entendieron nada… Nunca han comprendido nada cuando tratamos en numerosas ocasiones de adoctrinarles en lo que religiones se refería. Al menos conseguimos que dejarán de tirar gente a volcanes o sacrificarlos arrancando a inocentes el corazón y bebiendo su sangre… Pero, a juzgar por los hechos, tampoco avanzamos mucho más en lo que violencia se refiere. De este modo, convirtieron una oda al humor sobrenatural, inspirada en un proyecto que finalmente no pudo filmar Ernst Lubitsch, en un clásico del cine de terror. Ahora lo hemos intentando de nuevo con “El Exorcista” en versión serie… de comedia, claro. Tranquilos, ya contábamos con que no iban a entender una mierda… de nuevo. Sin acritud, que conste.



La serie de FOX es una comedia sofisticada cercana a la screwball comedy en la que han colaborado prestigiosos demonios y reputados directores artísticos para conseguir la mayor prosopopeya posible. “El Exorcista (The Exorcist)” también desea ser una afilada crítica social y religiosa en la que hemos introducido todo tipo de elementos cómicos según, claro, nuestro punto de vista de demontres: enfermedades mentales, inseguridad ciudadana por doquier, una institución eclesiástica corporativizada, animales suicidas, estupidez generalizada y, por supuesto, pensamientos amorales a tutiplén y muchas de sus mierdas psicológicas. No falta un cura moderno y digno del certamen de Miss España y una cara conocida como Geena Davis como viejo favor al demonio que poseyó a la actriz en la cima de su carrera. La tal Geena es muy pesada y el pobre diablo tuvo que lidiar con tal pacto antes de abandonar su cuerpo ante tanto lloro y súplica. Recuerden, los demonios somos buena gente, muy aseada, suprainteligentes y siempre cumplimos nuestras promesas. No como ustedes… En la serie también hemos tratado de corregir ciertos errores de las otras películas que dirigieron William Friedkin, John Boorman o William Peter Blatty, dando sentido a que si un niñato trata de girar su cuello 180 grados lo normal es que la palme, por ejemplo. También hemos tenido un sentido del desarrollo argumental dando pie a todas sus paranoias con una gran conspiración de demonios ante la visita del Papa y el olor a azufre que se filtra por debajo de su sotana. Pero incluso aquello que hemos trabajado con mayor esfuerzos son los homenajes a la propia saga cinematográfica y otras cintas como “Una rubia muy legal” o “Dos rubias de pelo en pecho” con alguna conexión a la Niña Medeiros preparándose para Eurovisión con un mashup de Melody y ‘Tubular Bells’. Como comentaba anteriormente, todo en “El exorcista” está pensado al milímetro como una gran comedia sofisticada sobre la fe y lo enferma (y jodida, con perdón del vocablo) que está la sociedad en la actualidad. Por ejemplo, es posthumor que a la niñata posesa no le haga falta maquillaje. ¡Se lo llevó todo Geena Davis! Luego también hemos trabajado con los giros de guion absurdos que tanto les gustan como que la pija-niña-buena que va a la iglesia es realmente aquella que está siendo cortejada por un diablo viejuno primo de Anthony Hopkins con halitosis y en plan homeless. Todo es muy divertido. Entre imágenes indecentes muy en la onda cultural de Tina Fey, bichos debajo de la almohada sacados de un sketch de Louis C.K. y vómitos inspirados en lo que siente Carlos Boyero cuando ve una de Almodóvar, la nueva serie que hemos coordinado múltiples demonios y expertos del humor esperamos que les resulte tremendamente divertida. ¿Y quién dijo miedo y golpes de tensión? ¡Pero si incluso hay una introspectiva revisión a clásicos de la spoof-movie como “No es otra estúpida película americana” con besos con lengua con provectos ancianos y el chascarrillo y burla a los lugares comunes! Aquí lo único que da miedo y es satánico es el maquillaje de Geena Davis… Y es otro estudiado detalle para articular una fábula metaintelectual y gráficamente jovial e inspiradora para el espectador. Con decirles que a partir del cuarto episodio comenzamos a hacer un crossover ochentero con “Flashdance” para acabar en la oda a los noventa de “Reposeída”… Olvídense de esa mamarrachada aburrida llamada Outcast, ni Stranger Things ha conseguido alcanzar tanto nivel y tacto por el homenaje como nosotros por la comedia. 


P.D.: Para no repetirnos mucho hemos pasado del «Has visto lo que ha hecho la cochina de tu hija…» al «¿Has visto cómo se alisa el pelo del coño la cochina de tu hija?» mientras que se advierte una oda al poder del feminismo enfrentada a una sociedad mansa, servil, enferma y narcoléptica por culpa del autoritarismo del heteropatriarcado. Los demonios estamos muy orgullosos de esta serie intelectual y tremendamente cómica y humorística. Esperemos que se rían en cada episodio y la disfruten tanto como nosotros al producirla y hacerla poseyendo al equipo técnico y artístico. GRACIAS.

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