“Tierra a Eco”
Título original: “Earth to Echo”
Director: Dave Green
EEUU
2014
Sinopsis (Oficial):
Tuck, Munch y Alex son tres amigos inseparables que han decidido que sus últimas vacaciones juntos sean inolvidables, pero sus vidas están a punto de dar un giro inesperado. Los chicos empezarán a recibir ciertos extraños y misteriosos mensajes en sus celulares. Convencidos de que algo fuera de este mundo está sucediendo, y con ganas de vivir una última aventura juntos, se reúnen con Emma, la chica bonita y popular que pensaron que nunca les hablaría, y se pondrán en marcha para localizar la fuente de los mensajes. Cuando la encuentren, descubrirán que esto va mucho más allá de cualquier cosa que se hubieran imaginado... Echo, un pequeño y misterioso visitante de un lejano planeta se encuentra varado en la Tierra y ahora, ellos, en una aventura tan grande como el universo, tendrán que protegerlo y enviarlo de vuelta a las estrellas antes de ser capturado por el gobierno y que se descubra su secreto.
En “Modern Espionage” (6x11) Abed Nadir nos enseñaba la meticulosa diferencia entre homenaje y parodia pero, por el contrario, Dave Green no tuvo como apoyo el gran capítulo de “Community” y se limitó, para hacernos viajar en el tiempo vía nostalgia, a la cobertura contemporánea (“Chronicle”) para devolvernos esas bicicletas de “E.T. El extraterrestre” y prácticamente toda la estructura y guiños al film de Steven Spielberg. Si “Super 8” abrió una línea de debate entre esa resurrección de un estilo de cine ochentero amparado en los márgenes actuales del mainstream, “Tierra a Eco” es una torpe revisión del icónico film de los 80 y convierte a “Exploradores” de Joe Dante en una obra maestra al comparar su proceso de copia y reconstrucción. Las intenciones evidentemente ya son papel higiénico mojado y los personajes no nos atraen ni tampoco son demasiado adorables o profundos, dando la impresión de que incluso el villano ha de cumplir con un papel en esa estructura en la que el alienígena ha evolucionado de una tortuga a una cría de Transformer en este nuevo reino digital.
Si algo nos queda claro es que no todo ejercicio respecto a la nostalgia funciona. En la cinta existe poca magia en un found-footage que nos revela que tal vez nunca volveremos a ver una nueva “Los goonies” salvo que reproduzcamos la cinta de Richard Donner en nuestro DVD/Blu-ray. Aunque “Tierra a Eco” trata de ser una carta de despedida y encuentro de un grupo de amigos —e incluso sus problemas son bastante realistas (o simples, según se mire)—, da la impresión de que Dave Green se guarda esa carta sentimental en una manga para lanzarse el farol en el desenlace. Si al menos fuera una cinta de The Asylum tendría algún tipo de excusa como mutación y copia, pero la única explicación de “Tierra a Eco” es aplicar la era Youtube al cine de los 80; ese territorio ya perdido en la distancia y atado a las emociones primigenias de algunas generaciones que han crecido y que verán que sus descendientes se enfrentan a remakes sin demasiado sentido como “Poltergeist”. Sería un mundo mejor si habitara cierta sinceridad en la intenciones, si nos dijeran que todo es marketing en vez de homenaje y que la idea es tanto rentabilizar como exprimir la melancolía sobre una infancia/adolescencia imprimida en parte de la audiencia. El problema principal en el caso de “Tierra a Eco” es que todo se transforma en una especie de parodia involuntaria en la que los efectos especiales tratan de eludir la sensación de estafa.
Todos son estereotipos y clichés sobre una película que ya nos conocemos y que en su mayor parte se transforma en una aventura gráfica infantil de conseguir objetos y pasar a distintas fases, como si el entorno de “Dora la exploradora” fuera el único lenguaje para conectar con la audiencia más infantil. Si fuera un film del tipo “Our RoboCop Remake” tendría encanto, si tratara de ser una serie capaz de mirar a un público adulto sería una interesante revisión ochentera como “Stranger Things”... Pero, tal y como está confeccionado el producto, todo acaba dilapidado en una parodia involuntaria sin gusto y sin sentido del ridículo. La única lectura, por lo tanto, que podemos establecer en “Tierra a Eco” es que traduce al conflicto de superar una mudanza. Así de claro, así de sencillo. El resto no es más que un paja emocional low-cost apelando a los sentimientos sobre los 80 de la audiencia para captar a sus hijos en la secta que venera a tan inolvidable década. En resumen, no acepten ni malas y risibles imitaciones ni marcas blancas de nula calidad.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario en la entrada (lea antes los Mandamientos de este blog)
Lea antes los Mandamientos de este blog.