A raíz de la Gran Depresión, Franklin Delano Roosevelt cerró todos los bancos por un día festivo del banco y luego los volvió a abrir en etapas cuando se reportaba que estaban bien. Más adelante, los historiadores descubrieron lo que sabemos en esta sala, que esos reportes, eran más que nada mentiras. Sin embargo, funcionó. Funcionó porque el público creyó que el gobierno tenía todo bajo control. ¿Lo ven? Ese es el modelo de negocios para esta nuestra gran nación. Cada día laboral cuando suena la campana del mercado, engañamos a la gente a que crean algo, el sueño americano o valores familiares. Podrían ser patatas fritas de la libertad… qué sé yo. No importa siempre y cuando el engaño funcione y la gente compre y venda lo que nosotros queramos.
Tras el adelanto propiciado por USA Network de la primera parte del season 2 premiere [“eps2.0_unm4sk-pt1.tc” (2x01)] ahora ha llegado el momento de completar el segundo acto con “eps2.0_unm4sk-pt2.tc”, segundo episodio de la segunda y esperada temporada de “Mr. Robot”. Todo se podría resumir en un tratado sobre el control. Los ciudadanos piensan que el estado controla todo porque ellos mismos se ven incapaces de controlarse. Necesitan, en definitiva, una lona y red sobre la que asentar sus propias vidas y existencias, una sujeción ante sus incapacidades, miedos y paranoias. Liberar al mundo tal vez sea romper y quebrar esa red que envuelve el sistema pero, por lo tanto, puede que aparezca el concepto de que el mundo no esté preparado para salvarse a sí mismo y haya quedado a merced de la anarquía y el descontrol en caso en el que alguien, como Elliot, decida liberarlos de esa ilusión. En esta entrega de la propuesta creada por Sam Esmail el discurso desea centrarse en el contexto que ha generado la quiebra del sistema financiero tal y como lo conocíamos, provocando que la deuda de un gigante como ‘Evil Corp’ se evaporara y el dinero ‘virtual’ desapareciera de la faz de la tierra. El engaño ha sido descubierto por la población, la máscara ha caído. Es coherente que el recuerdo de la Gran Depresión y la crisis del veintinueve esté presente en el libreto de este episodio, del mismo modo que comprobemos los desesperados intentos de Elliot Alderson tratando de tomar el control para que no lo tome Mr. Robot. Elliot ha creado su propia burbuja vital y existencial para evitar que su álter ego se apodere de todo pero, recuerden, el control es una ilusión y esa presencia paterna, aparte de esconder sus propios secretos (como el paradero de Tyrell Wellick), es capaz de quebrar el orden impuesto para recuperar el poder temporalmente. ¿Está condenado Elliot a la locura o ésta ya le ha alcanzado a unos niveles en los que la sanación es imposible desde que su padre le arrojó al vacío por esa ventana? Repasemos “eps2.0_unm4sk-pt2.tc” y esa caída de máscaras.
En “eps2.0_unm4sk-pt1.tc” (2x01) vimos que fsociety continúa su guerra frente a ‘Evil Corp’ ya que aunque el gigante ha sido golpeado muy duramente todavía sigue de pie. Que su sistema esté dañado ni implica que informática y técnicamente siga activo y los planes de Phillip Price pasan reconstruir la base de datos de la discordia. Necesita tiempo… Los problemas, ahora, son otros. Un ciberataque que encriptó los archivos de la corporación provoca que Scott Knowles se persone con 5.9 millones de dólares americanos en un parque para pagar el rescate. A ritmo de Phil Collins (‘Take Me Home’) el tema irá tomando el propio control de la secuencia y las intenciones de fsociety no son enriquecerse a costa de ‘Evil Corp’ sino que el plan es que Scott se ponga la máscara característica del grupo de hackers y queme todo el dinero delante de una congregación que inmortaliza la escena con sus smartphones. Darlene se encuentra entre la multitud para comprobar el éxito de la misión. Al fin y al cabo, el mensaje es que el dinero ya no vale nada… Por parte de ‘Evil Corp’ vamos a tener una trama en la que veremos cómo Phillip lidia con la burocracia de Washington que desea su cabeza y que no está dispuesta a darle más dinero en efectivo. Phillip voltea la situación debido a que su dimisión rompería la confianza de la engañada ciudadanía y perderían el control, siendo algo con lo que el Presidente de los EEUU no puede contar. En la otra trama alrededor de ‘Evil Corp’ recuperaremos a Angela Moss para que veamos cómo se siente a gusto en su nuevo rol corporativo, lidiando fríamente con Bloomberg TV en modo ‘bitch’ incluso con sus compañeras de trabajo. Angela ha descubierto su vocación y no quiere renunciar pese a los planes acordados con la abogada Antara Nayar, que ve a ese mundo corporativo como unos salvajes con trajes de 10.000 dólares. Antara comprobará que su caballo de Troya ha tomado el control de la situación de otro modo poco conveniente y ésta llamará a la joven arribista finamente puta con la siguiente historia que conviene rememorar y tatuarse en la piel:
Un tipo se acerca a una mujer en un bar. Coquetea con ella. Inicia una conversación para romper el hielo, pero la mujer insiste en que no se va a ir con él. Él le dice: «¿Y si te ofrezco un millón de dólares por acostarte conmigo?». La mujer jamás en su vida había tenido un millón de dólares. Considera seriamente la oferta. El tipo cambia de opinión. Le dice: «¿Y si cambio mi oferta a un dólar?». La mujer se consterna. «¿Qué clase de mujer crees que soy?». El hombre dice: «Eso ya lo sabemos. Ahora solo estamos negociando».
Aparte de la terapia de cintas de autoayuda de Angela, las nuevas compañías de Joanna Wellick para sus juegos BSDM catapultan a “Mr. Robot” a que sea fiel a su discurso sobre el control y se lance sobre algunos tabús como la violencia sobre la mujer en la pequeña pantalla. ¿Desde cuándo esta serie desea ponernos las cosas fáciles y establecer personajes agradables? Joanna cuenta con Mr. Sutherland como un perro guardián aunque recibirá un regalo que transporta un smartphone para que alguien vea a su esposa y su retoño… Es hora de la presentación de nuevos personajes como Dominique DiPierro, interpretada por Grace Gummer, que encarna a una de los agentes del FBI que investigan a Gideon Goddard. Aunque Sam Esmail utiliza su introducción para que veamos a un personaje simpático, con buena memoria y que consigue lo que quiere y cuando quiere, no nos queda claro todavía su papel en la historia. Evidentemente Gideon va a dirigir el foco de atención hacia Elliot Alderson y el planteamiento del guion es dar tanto un golpe de efecto gracias al propietario de Allsafe Cybersecurity, ya que un desconocido se pondrá a charlar con él en la barra de un bar. No es casualidad que surja de nuevo el Martes Negro de la Gran Depresión y que la inseguridad ciudadana ante las brechas de seguridad del Ejército o los Departamento de Energía y de Estado, provocando cambios agigantados en la sociedad. Y, algunos como ese hombre, van a tomarse la justicia por su mano… aunque sea frente a simples actores y chivos expiatorios de la crisis. Gideon recibirá un tiró en el cuello de aquel desconocido anónimo que realiza su consumada ejecución en nombre de su país, considerando que mañana para los tabloides y sus conciudadanos será el héroe del día. ¿Cómo pesará todo esto sobre la ya torturada cabeza de Elliot? ¿No recuerdan que Mr. Robot ya ‘marcó’ el cuello y cabeza del antiguo jefe de Elliot?
Elliot, por su parte, conocerá a Ray, interpretado por Craig Robinson, cuyo sabueso Maxine aportará la dosis canina de “Mr. Robot” ante el adiós (?) de Flipper. Por alguna razón Ray está interesado en Elliot y quiere utilizar sus servicios informáticos así como presentarle a su esposa. El problema es que Elliot no quiere que su ‘padre’ tome el control y se ponga de nuevo la máscara de su personalidad. Nuestro protagonista ha decidido vivir dentro de una pesadilla análoga, desconectando a Mr. Robot y dejándolo impotente ante la ausencia de su arma favorita. Elliot considera que su meticuloso régimen evitará que tome el control aunque todo sea una ilusión que finalmente se quiebra, ya que Mr. Robot hablará con Ray sin que el joven hacker recuerde nada ni sea consciente de la conversación. De nuevo, paranoico, Elliot abraza la locura como única medida para paliar el descontrol impuesto. ¿Quién desafía a quién aquí? La idónea dirección de Sam Esmail nos deja completamente descolocados… Si bien “Mr. Robot” siempre ha sido muy afín al espíritu fincheriano, ahora David Lynch entra en escena con misteriosas llamadas de teléfono en la onda de “Carretera perdida”. Da la impresión de que Wellick desea contactar con sus seres cercanos y compañeros de aventuras… o, tal vez, todo sea producto de la imaginación de Elliot. El problema de contar con un narrador poco fiable es que no sabemos determinar aquello que forma parte de su plano real, sobre todo cuando la Elliot ha abrazado la alucinación y decidió vendarse una inexistente herida por una bala en la cabeza provocado por Mr. Robot. Desconozco hasta qué punto Esmail va a conjugar una versión oscura y siniestra de “Wilfred” o forma parte de una jugada mayor que irá desarrollando en estos nuevos episodios. Aquello que sabemos es que Elliot Alderson está como una puta cabra y, por mucho que lo desee, no podrá tener nunca el control. Mr. Robot está esperando a volver hacerse con el mismo… y dentro de los márgenes de esa lucha entre la consciencia y la inconsciencia la serie tiene un potente material dramático y psicológico para dirigirnos, de momento, a ese «Bonsoir, Elliot» que cierra la segunda parte del season premiere. Tanto “eps2.0_unm4sk-pt1.tc” (2x01) como “eps2.0_unm4sk-pt2.tc” (2x02) han demostrado ser un sólido arranque formado por dos actos para dar energía a una temporada que se está centrando, de momento, en la lucha de Elliot frente a Mr. Robot y aquella que propicia fsociety contra ‘Evil Corp’. El asesinato (?) de Gideon, las acciones de fsociety junto a las maquinaciones (?) de Tyrell Wellick son un material interesante para propulsar las muchas tramas abiertas y misterios sin resolver. Mr. Robot tiene las respuestas… pero éste está retenido por Elliot… aunque su control sea una mera ilusión. De momento, quédense a la espera de ese juego de llamadas entrantes con la banda sonora de Sonic Youth.
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El dueño de Maxine no es Craig Ferguson, sino Craig Robinson
ResponderEliminarhttp://www.imdb.com/name/nm0732497/
Gracias por tu blog
Hola Smoolwilly!
EliminarToda la razón y es un actor conocido. El problema que se plantea aquí es... ¿cómo llegó Ferguson y no Robinson al post? ¿Me han hackeado el blog o el cerebro? :/
Gracias por la anotación, comentario y contenido.
Saludos bastardos. ;)