Backstrom: Buscando desesperadamente a un nuevo Gregory House

Serie de TV

“Backstrom”

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

“Backstrom” se centra en un ofensivo detective irascible, cuando lo intenta, y que falla al tratar de cambiar su comportamiento autodestructivo. El renombrado y misántropo detective de policía, consigue nuevos casos de enormes proporciones.

Crítica Bastarda:

En el eslogan lo dicen alto y claro: «es un brillante detective y un capullo integral». El problema es que en la televisión actual —y por extensión en el procedimental de nuestros días— tenemos ya suficiente gente brillante e inteligente pululado. Los gilipollas integrales raramente son, por lo tanto, bien recibidos. FOX desea en “Backstrom” desesperadamente encontrar un nuevo Dr. Gregory House o, lo que es lo mismo, un personaje potente con personalidad y completamente arisco con el mundo que le rodea mientras trata de invocar a Jessica Fletcher y Columbo. Cambiando el cosmos de médicos y enfermedades por detectives y asesinatos, el show queda dirigido a la interpretación de Rainn Wilson —como el intolerable, misántropo y racista Everett Backstrom— siendo el vehículo para las tramas y choque del resto de personajes. «No veo la peor de todo el mundo, veo el todo el mundo en todo el mundo», nos dice un antihéroe condenado a la autodestrucción y sus inútiles intentos de escapar del alcoholismo, hipertensión, hepatitis, anemia, agrandamiento del corazón, tabaquismo… Pero, ¿hay que tomarlo en serio o no?

Creada por Hart Hanson (“Bones”) y basada en los libros homónimos del escritor sueco Leif G.W. Persson, el show oscila entre ese homenaje a las series de los 60-70 de detectives —“Baretta”, “Mannix” o “Kojak”— con las comparaciones odiosas de la actualidad televisiva. Everett Backstrom tiene la capacidad y don de la empatía para poder ser aquella persona que tiene delante de él. Olvídense de un nuevo Will Graham porque el componente es meramente teatral y cómico, dentro de los márgenes de ese monólogo interior para desarrollar el personaje y dotarlo de una vuelta de tuerca. La serie utiliza el sarcasmo, el humor negro y el cinismo como metralla de elementos efectivos para la mecánica de ese grupo policial que lidia con los excesos de su jefe. Desea tener ciertas parcelas y espacios dramáticos, para el desarrollo de las complicadas relaciones de Everett Backstrom, pero el problema viene de sus propios rasgos del personaje. Los guionistas han enlazado un cuantioso número de clichés para construir a su antihéroe y alejar a los secundarios de una tónica frecuente. El principal escollo es que convencen más esos personajes de reparto atrapados en contradicciones y una impuesta auto-parodia, como si fueran conscientes de esa insoportable versión de Columbo que les une a todos como eje y agujero negro. 

Todo es bastante antinatural y, al contrario que el Dr. Gregory House, Everett Backstrom no tiene ninguna clase de carisma. Puede que FOX al ver el piloto pensara que podía sorprender a la audiencia con una nueva “House” con policías pero el problema es simple: había mucho más que rascar en la serie creada por David Shore al servicio de Hugh Laurie. Esa revisión, homenaje y conexiones entre similitudes entre Sherlock Holmes y el Dr. House eran parte del tarro de sus esencias para permanecer ocho años en los televisores de unos espectadores que ya han dado la espalda a “Backstrom” antes de que se emitan sus primeros ocho capítulos. El inconveniente es que Hart Hanson ha construido un antihéroe tan políticamente incorrecto, tan racista, tan cínico, tan misógino y tan insoportable que el género de la serie debería ser ciencia ficción para explicar cómo el resto de personajes soportan a semejante capullo integral. Si fuera una serie de animación de Adult Swim protagonizada por Grumpy Cat y parodiando a “Columbo” tendría encanto. ¡Mucho! Así, la propia serie nos da la respuesta si merece o no la pena: «Absolutely not!». La misma respuesta que, al parecer, dieron los directivos de CBS cuando vieron el piloto. Lo dicho: «Absolutely not!».

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