(2012)
EEUU
Directores: Peter Farrelly y Robert Farrelly
Título
Original: “The Three Stooges”
Sinopsis (Página Oficial):
Abandonados
en la puerta de un orfanato regido por unas monjas, los recién nacidos Moe, Larry
y Curly van criándose hasta alcanzar niveles desconocidos de desdichada
estupidez, a base meterse el dedo en el ojo, hacer muecas estrambóticas y
tratar de camelar a quien se les ponga por delante. Empeñados ahora en salvar
el hogar de su infancia, sólo Los Tres Chiflados podían verse mezclados
en una descabellada trama criminal… al tiempo que, por pura casualidad,
consiguen papeles estelares en un reality show televisivo inmensamente exitoso.
Remover el pasado puede generar conflictos, controversias y muros inaccesibles
para aquellos que osan abrir la ‘caja de Pandora’ con una única idea en mente
llamada ‘remake’. En el caso de la mítica e inolvidable serie de cortometrajes
(y algo desconocida en nuestro país) de “Los
tres chiflados”, reconducida
a nivel catódico a partir de los 60,
la polémica surgió en 2004 al anunciar que el DVD
también tendría una opción para ver sus hazañas coloreadas por el sistema
digital. Para algunos, el mero hecho de añadir color suponía un sacrilegio…
aunque cuando se anunció su remake con la presencia de Jim Carrey, Sean
Penn y Benicio
Del Toro, la curiosidad invadió
al gran público. Finalmente se cayeron del proyecto de los Farrelly como piezas de dominó y el resultado final ha sido una cinta que ha
cumplido mínimamente en taquilla pero que ha sido descuartizada por crítica y
público: demasiado infantil para unos, demasiado idiota e irritante para otros…
Realmente “Los
tres chiflados” de Peter Farrelly y Robert Farrelly tiene un interés como experimento sociológico (Mercedes Milá dixit) y cinematográfico. Lo viejos patrones de la
comedia clásica y sobre todo el slapstick que formularon los originarios Moe,
Larry y Curly ya no funciona en cánones actuales. Lo curioso es que han sido
los autores de una de las películas que cambió el rumbo de la comedia mainstream
norteamericana en revelarlo. “Algo
pasa con Mary” recicló las
comedias y groseras de adolescentes de los 80 y se recreó en su R-Rated para sacar
los colores a un público adulto general. Recientemente en “Carta blanca” llevaron su humor zafio a una crisis matrimonial,
aunque la moralidad argumental en su moraleja marcaba un punto de corrección e hipocresía
habitual en la comedia políticamente incorrecta y gamberra norteamericana.
Cuánta más incorrección formal en la propuesta, más rigidez moral: lo hemos
visto en “Resacón en
Las Vegas” hasta en “El cambiazo”. Vivimos en un mundo cómico-cinematográfico actual
dominado por la filosofía de “Torrente”, “Jackass”, resacones de Todd Phillips, spoof movie que
se mueve en la onda “Scary
Movie” o Razzie de Aaron
Seltzer y Jason Friedberg y la comedia ‘Apatow’ se confirman tanto por público y crítica. “Los tres chiflados” y sus sketches formulados sobre golpes, caídas,
piquetes de ojos y efectos de sonido desde luego no encajan en los márgenes
actuales de la comedia para adultos.
Este año hemos visto que “Infiltrados en clase” reenfocaba correctamente
la nostalgia y el remake reconstruyendo sus clichés y que los personajes de “American Pie” han ‘crecido’. “Ted” de Seth
MacFarlane planteaba la
imposibilidad del homenaje utilizando los patrones de la animación en un mundo
real bajo el trazo del humor zafio. Todo cambia… incluido el humor, parecía decirnos…
Pero el filme de los hermanos Farrelly se niega a cambiar y es fiel a su estilo original
cartoon y a las sobredosis de pantomimas y payasadas que antaño
funcionaban. Ya no. Tal vez sea el motivo por el que los directores de “Yo, yo mismo e Irene” integran a uno de sus personajes dentro un popular reality
de la MTV, utilizan una secuencia dramática como casting para
el mismo show y se permiten finalizar con un genial epílogo donde los propios ‘directores’
se dirigen a ese idiotizado público infantil para mostrarles el truco del
invento. La verdad y truco es que “Los
tres chiflados” no es tan
estúpida como el público general y la crítica norteamericana piensan.
(Al redactor de este artículo): Pienso que debes hablar sólo por ti. La crítica no destrozó a la película; además, no es un remake. ¿No es humor para adultos? Bueno, Yo soy adulto y he hecho la prueba de ver la película no sólo una, sino cuatro veces (lo hago para probar si son realmente cómicas) y no paro de reír en cada ocasión.
ResponderEliminarClaro que no es humor válido para adultos "amargados"; es posible que el adjetivo se te quedó atascado en una tecla.
De cualquier forma, las actuaciones son excepcionales (no hablaste de eso, a pesar de que los críticos coinciden en que los actores hicieron un trabajo muy bueno).
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Efectivamente creo que sólo hablo para mi y por eso también me río por ti.
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P.D.: Y sí es un remake por mucho que dijeran los Farrelly...
Y, por cierto, esta crítica es positiva... Así que te has equivocado de redactor "amargado"; es posible que el adjetivo se te quedó atascado en una tecla.
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Gracias por el comentario, no obstante, Daniel!