“Bunraku”
2010
EEUU
Director: Guy Moshe
Sinopsis (Página Oficial Facebook – Traducción Bastarda):
Usando efectos visuales de última
generación y una coreografía-trepidante en lucha, “Bunraku” combina cómics, spaghetti
westerns, películas de samurais, video juegos, y mucho más en una visión
espectacular en un futuro alternativo. En un mundo sin armas de fuego, un
vagabundo misterioso (Josh Hartnett)
entra en una extraña ciudad aterrorizada por el despiadado Nicola (Ron Perlman) y
su ejército de matones, encabezados por nueve asesinos mortales como el vicioso
Asesino # 2 (Kevin McKidd). El vagabundo se ve obligado a confiar en un joven
samurai (la súper-estrella japonesa Gackt)
que busca restaurar el honor de su familia, y el camarero local (Woody Harrelson) que ha permanecido en
secreto y a la espera de un equipo de ensueño para que le ayude a derrocar el
régimen tiránico de Nicola.
El letargo del
estreno en salas por falta de distribuidor hasta septiembre de 2011 ha hecho
que “Bunraku”, pese a sus caras
conocidas en el reparto, tuviera que deambular, como si se tratará de un
auténtico combate final, de festival en festival como reclamo publicitario. Entre
lo fallido la carencia de personalidad de la película parece sumergirse en los
hallazgos de Zack Snyder bajo el
beneplácito de ‘rareza’, aunque realmente no sea tal.
Tú asesina que nosotros limpiamos la sangre |
Ni un animado teatro
de marionetas japonés ni mucho menos una novela gráfica en relieve bajo la
cultura del pop-up. La mezcla del espíritu de “Sin City” con ramalazos sacados del musical, Serie B o las
películas de artes marciales deambula entre el ridículo y un videojuego
escasamente original. Su argumento hace que se quede sin la gracia de “Scott Pilgrim contra el mundo” y con el preocupante y mismo halo de culto que “Ultraviolet”
de Kurt Wimmer y “The Spirit” de Frank
Miller. Si las intenciones eran hacer otro estupendo popurrí cinema-retro-pop a lo “Kill Bill” Guy Moshe debería haber pensado mejor en una heroína en ese mundo de
futuro de machos post-apocalíptico sin armas de fuego donde las bragas únicamente pelean y
disparan en los burdeles. ¡Qué película más machista! ¡Ni que fuera el Medievo!
Momento antes de un plano-secuencia homenaje a un videojuego de plataformas |
Nicola,
el Leñador es el villano pero parece
más preocupado de sus profundos diálogos (imitación muy limitada a un Bill sin la empatía de David Carradine) que de mover el
esqueleto en su fortaleza zen. Es cierto que la piel envejece mientras que un disfraz nunca
muere, pero precisamente Guy Moshe
debería haber pensado que muchas de las grandes películas de culto, aparte de una
estética distintiva, tienen historias originales por encima de las
circunstancias y el paso del tiempo. El cine de gánsteres, el territorio samurái,
los espejismos de un fondo el papel de cómic y el pixel como referencia a la
cultura del videojuego hacen de envoltorio a “Bunraku”
dentro de filme previsible, tópico y dejándolo en la cuerda floja de su estética
visual. Llega tarde once años: “Las
lágrimas del Tigre Negro” hizo pop el western con una amplia gama cromática
y la ayuda teatral del culebrón autóctono. “Bunraku”
es consciente de que se dejó las balas y la pólvora desde su teatral introducción
y la saturación de la voz en off del narrador la convierte en un macro-trailer
sin rumbo de un filme hueco. Hasta “Karate
a muerte en Torremolinos” tiene más clase (Guy Moshe le ha copiado descaradamente la esencia de sus títulos de crédito), es más original (sacan a un anciano general en una playa que tendría que haber sido un doble de Jess Franco) y, por supuesto,
más divertida (a veces lo cutre no divierte porque simplemente queda cutre).
Para las (y los) fans
de la modelo japonesa con pito llamada Gackt
Camui.
Gackt tiene más fans en Japón que Justin Bieber |
no es una modelo, tontaina
ResponderEliminar¡Es una modelo! Lo dice su biografía. Para ser fan de Gackt Camui le veo muy desinformado y con poca educación.
EliminarSaludos.