jueves, 22 de julio de 2010

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The IT Crowd (4x04) Italian for Beginners: Lost in Translation

“Italian for Beginners” es posiblemente el mejor y más redondo episodio de lo que llevamos de esta cuarta temporada de “The IT Crowd”. Lo tenía difícil ya que superar un episodio genial y anti-sitcom, por su pretendido espectáculo basado en exteriores y elementos disuasorios, como “The Final Countdown” parecía una tarea complicada. Y aquí llega una nuevo ejemplo y ración de Graham Linehan, que ubica a este nuevo ejercicio de natación cómica sincronizada, en un futurible olimpo de los diez mejores episodios de esta serie, condenada al culto y devoción friqui. 

Esta vez las tres tramas que componen el episodio funcionan a la perfección y brindan momentos insuperables en una pulsación armónica y perfectamente combinatoria de teclas de un guión listo para epatar. Agarren fuerte al peluche con la grúa porque el premio es de Apple (aunque esperemos que hagan también un homenaje al iPad). 


Sus primeras imágenes, en secuencia de montaje, nos remiten inmediatamente a “Something Happened”... lo que podría provocar cierta preocupación, por ser considerado en imdb el peor episodio de toda la serie (aunque ya lo quisiera la competencia), pero aquí nos ubica en un paraíso amoroso e idílico entre Roy y Julia frente a la naturaleza freak y bizarra de esa pareja imposible de Jen y Norman

Habitualmente en “The IT Crowd” no hay una evolución de personajes ni tramas que estrechen el cerco en cada temporada sino simples ráfagas y elementos que unidos producen un contexto narrativo. Pero en Italian for Beginners vemos que todos sus personajes pretenden evolucionar y crecer. Roy a nivel emocional. Moss a nivel tecnológico y humano y Jen a nivel profesional. Incluso Douglas pretende buscar nuevas vías de desarrollo para Reynholm Industry.


Jen se enfrenta a un terror femenino y evolutivo de la mujer trabajadora llamado Linda. Ella, después de parir y eludir la baja maternal para aumentar la productividad, hace triatlones virtuales caritativos usando una aplicación del iPhone y Google Maps (ya estará por la India cuando lean estas palabras) mientras reparte informes en las reuniones y propone contactos con Silvio Bernatelli, un hombre exitoso de negocios, mientras levanta sus patorras. Douglas, por todos los motivos anteriores, nombra a Linda como la mujer perfecta, excelente y mejor de la empresa… y encima le felicita por su iPhone. Es inteligente la manera de introducir información en este guión de The IT Crowd ya que directamente todo lo quieren que sepamos respecto a Bernatelli está calzado de forma descarada produciendo un nuevo gag. 


Moss encuentra una nueva funcionalidad del bolsillo de su camisa: ¡guardar el móvil! Pero también descubre que tiene una fobia al parto y por suerte y condición no tendrá que hacerlo nunca. Aquí Graham Linehan ya introduce los dos elementos claves de la trama del ganador de la tetera “Countdown”. Moss descubre una nueva tragedia del bolsillo de su camisa: ¡los móviles se caen a los inodoros!

Jen finge saber italiano aunque lo único que tiene es acento y puede decir frases como «A todos les gusta el olor de los gatos» o «Arañas» con una capacidad interpretativa excelente. Para colmo tiene que suplir al traductor enfermo de Bernatelli y no tiene ni pajolera idea. Moss le ayudará introduciendo un programa en el Laptop de Jen y que le convertirá en una experta traductora… y mejor mujer de la empresa. Pero, horrour, el programa tiene contraseña y Jen tiene una reunión con Bernatelli en persona. Moss está perdido en un local de máquinas recreativas y ¡descubre un iPhone en una máquina de peluches! Jen lo encuentra en su ¡interior! Y es que Italian for Beginners hay más preguntas sin respuestas que en “Lost” y poco o nada importa saber cómo Moss se ha introducido en una máquina (¿homenaje a “Squeeze” de “Expediente X”?) por un nimio agujero sino llevarnos a situaciones rocambolescas y descacharrantes.
Moss tiene el Iphone y Jen tiene que colaborar si quiere la contraseña… por lo que será la matrona de un genial parto para que el Sr. sin móvil supere sus traumas y consiga un Iphace. Simplemente una secuencia monumental y memorable… como una reunión en la que Jen se queda en bolas y con un Fiat Punto en la boca al no poder sacar su Laptop por motivos de seguridad. Jen lo resuelve como una gran mujer y profesional y dice lo que quiere, traduce lo que quiere y provoca una nueva guerra de Irak a nivel corporativo. Ella, sale por la puerta grande (¿y negra?) y hunde en la miseria y en el olor corporal a la pobre Linda; aunque como en todas las guerras hay víctimas colaterales y olvidadas, ¿verdad Moss?



Roy y Julia son felices aunque lo único que no comprenden sus compañeros de trabajo es la chaqueta afeminada, corta y hortera que le ha regalado su novia. El amor es ciego y te hace serlo también y Moss introduce (de nuevo genial Linehan) un elemento futuro en un «¡Quémala!».

Julia es huérfana y sus compañeros insisten en que Roy debería saber más al respecto aunque el tema es tabú para la atractiva rubia. La curiosidad mató al gato y en este caso puede matarlo por pensar demasiado. El fuego con el que Moss castigaría a la chaqueta de Roy se convierte en su peor enemigo. Julia revela el trauma pero es incomprensible: sus padres murieron en un incendio… ¡en un parque acuático durante el espectáculo de los leones marinos! Los asientos son de piedra, las vías de escape considerables (¡12 salidas!) y ¡todo está rodeado de agua! Un «Prométeme que nunca más vamos a hablar más del tema» y un grito con «¡No quiero hablar de eso!» ponen las cosas muy claras. 


Como siempre en The IT Crowd las situaciones más trágicas se transforman en la mayor fuente de risas. Para Roy se convierte en una obsesión y puzzle imposible de resolver y el suspense se apodera del espectador en forma de cachondeo. La wikipedia lo deja aún más claro-claro… como el agua… de un parque acuático. Nada tiene sentido y la cosa está que arde… tanto, que cuando Julia caza a Roy en la intimidad con su portátil investigando éste le reconoce que estaba ¡masturbándose! para eludir dar otro tipo de explicaciones. 
La duda se cierne sobre la pareja y ¡hasta hace parques acuáticos en purés de patatas! y ¡construye uno de cartón! al que prende fuego para resolver el enigma y el Código Fueginchi
Linda le visita en el hospital y Roy tiene las manos quemadas… pero, ¿cómo explicar algo tan absurdo y difícil? Por supuesto, mutis y confianza en la pareja, porque donde las dan… las toman. 


Las mejores frases de Italian for Beginners:

«Si hubiera dicho que sus padres se ahogaron sería el hombre más feliz del mundo.»

«Estaba masturbándome.»

«¡Puedo tener un iPhone sin pagarle nada a Apple!»

«Está saliendo… puedo ver el botón.»

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