“La Liga de la Justicia contra los Jóvenes Titanes”
Título original: “Justice League vs. Teen Titans”
Director: Sam Liu
EEUU
2016
Sinopsis (Oficial):
Frustrado y desilusionado por su trabajo junto a la Liga de la Justicia, Robin se ve obligado a tomar una nueva posición con un equipo más joven, los Jóvenes Titanes. Con la fácil bienvenida al equipo, está intrigado por el misterioso Cuervo y la fuerza natural que se cierne sobre ellos - su padre, Trigon – con poder suficiente como para destruir Metrópolis al enfrentar a la poderosa Liga de la Justicia contra los Titanes. La lucha enfrentará a Superman, Batman, Wonder Woman y Cyborg contra villanos de la talla de Chico Bestia, Starfire, Escarabajo Azul y Ala Nocturna.
Se puede afirmar que el universo animado de DC Comics no está aprendiendo de sus errores y, es más, se ha obsesionado con reincidir en esos defectos divisados tiempos a través. Es cierto que se deberían aplaudir sus esfuerzos por dar sentido a toda esa saga de películas alrededor de Damian Wayne con distintos resultados. Pero, es preciso señalar, que “La Liga de la Justicia contra los Jóvenes Titanes” da la impresión de nacer tras ese intento fallido y generalmente desastroso divisado en “JLA Adventures: Atrapados en el tiempo” para atraer a una audiencia (pre)adolescente. El filme de Sam Liu es obvio que se trata de un punto de partida para dar sentido y significado a ese nuevo Robin y que lidere a los Jóvenes Titanes en futuras películas; siendo una recuperación de la serie de televisión de Cartoon Network. Aquello que nadie puede comprender —ni mucho menos justificar— es por qué en una cinta sobre Trigon apenas tiene protagonismo la superheroína Raven más allá de un aspecto circunstancial y aleatorio. ¿Tiene alguna clase de sentido que el personaje más poderoso se convierta en una damisela en apuros para que sea rescatada por ese ‘caballero oscuro’? El ombligo aquí sigue siendo el hijo de Bruce Wayne y existe ya cierta obsesión de dependencia de marketing respecto a La Liga de la Justicia; como si el gran estudio tuviera miedo de desarrollar una propuesta independiente respecto a esa posibilidad. Y es una pena teniendo en cuenta que tanto la animación como el resto de condimentos están a la altura de las circunstancias…
Más allá de la historia, queda claro que “La Liga de la Justicia contra los Jóvenes Titanes” necesitaba centrarse en qué quería contar y plasmas. Todas esas dudas son bastante risibles en el filme de Liu sin saber qué dinámicas desarrollar con el ritmo plasmado. ¿Falta madurez o es víctima del target buscado por el gran estudio? El problema es que este tipo de producciones pierden muchas veces el enfoque del ‘fanservice’ con el que deberían estar escudadas y diseñada. Los fans se pueden sentir incluso insultados con ese giro juvenil impuesto y la pérdida de potencial de la propuesta. El fondo es un tanto manido y trillado. Damian ha de saber trabajar en equipo y el valor de la amistad florece dentro de un grupo de superhéroes en los que tampoco desean fijarse los escritores. ¿Están desaprovechados Starfire Chico Bestia, Escarabajo Azul, Nightwing y, sobre todo, Raven? La respuesta a esta pregunta podría manifestarse a través del propio título de la cinta y sus engañosas dependencias con la JLA para sumarse al argumento de la película. La cuestión es que veamos que esos Jóvenes Titanes saben defenderse de grandes amenazas y que no tengan nada que envidiar a Superman, Batman, Wonder Woman y compañía. El bagaje, sin embargo, puede ser un tanto escueto y ligero, como si todavía no hubiera madurado ni florecido su auténtico potencial. A ratos aburrida y a ratos decepcionante, “La Liga de la Justicia contra los Jóvenes Titanes” no obstante no es tan mediocre como algunos pudiera sugerir y se sitúa en esa línea media de los actuales productores de Warner Bros. Animation y DC Entertainment. Esperemos que estos adolescentes recuperen sus asignaturas pendientes aunque mucho nos tememos que “Jóvenes Titanes: El Contrato de Judas” ha vuelto a marcar los tiempos de esas dudas todavía latentes en el gran estudio…
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Bueno,por lo menos no está Kevin Smith "actuando".
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