La gran familia española: De jugar al 0-0

“La gran familia española”

Director: Daniel Sánchez Arévalo

España

2013

Sinopsis (Oficial):

¿Quién iba a imaginar que España llegaría a la final?, es el razonamiento que emplea Efraín para aplacar las encendidas críticas de sus hermanos, Adán, Benjamín, Caleb y Daniel, por haber elegido casarse el día en el que, por fin, la selección española de fútbol puede alcanzar la gloria. “La gran familia española” transcurre en una boda durante la final del mundial de fútbol de Sudáfrica. Ese día de catarsis colectiva, mientras el país se paraliza, una familia se va a enfrentar al partido más importante de su vida. ¿Serán capaces de ganar? ¿Vale ganar de cualquier manera? ¿Se puede perder con dignidad? ¿Hay que jugar al ataque o es mejor defenderse y jugar al contragolpe? Y es que en la vida, como en el fútbol, la fórmula para alcanzar el éxito es una mezcla de estrategias, decisiones, ganas, ilusión, entereza, empuje, y claro está, un poquito de suerte. La película está protagonizada por los jóvenes actores Patrick Criado, Arancha Martí y Sandra Martín. Les acompañan Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Roberto Álamo, Miquel Fernández, Héctor Colomé y Sandy Gilberte. 

Crítica Bastarda:

El tiempo es como los quesitos. Aunque te gusten mucho, si los guardas, se ponen malos. 

Después de “Primos”, “Gordos” y “AzulOscuroCasiNegro” esta película de Daniel Sánchez Arévalo huele a quesito del 82.

¿Dónde estabas el 11 de julio de 2010? ¿En qué lugar te encontrabas cuando la selección de fútbol ganó su primer Mundial y el pueblo se lanzó y ‘vertió’ a las calles a cantar «Ea, ea, ea, España es una aldea»? Con la “La gran familia española” de Daniel Sánchez Arévalo queda confirmado que el cine español sigue siendo esa aldea necesitada de Iniesta que consolide el triunfo histórico. Eludiendo el salto de Jimmy Jump o el beso de Casillas y La Cabronero y dejando de soñar por la esquiva suerte pasada, lo cutre llegó a lo más alto en esa aldea alejada de Europa que empieza en Los Pirineos. Y ese cine de subvenciones y que nadie se digna a descargar ni ilegalmente (no sea que se infecte el disco duro), quiere ser industria. Mis cojones. O los de Iniesta. Porque el cine español, tanto como la economía, no forma parta «de esa España que se folla a Alemania con un golazo de Torres» sino de un apéndice fracturado y africano donde Sánchez Arévalo realiza una burda obra que en Francia sería una comedieta intrascendente y en nuestro país se emperifolla el esperpento. Contrariamente tuvo 11 nominaciones a los Goyas y después llegaría “Ocho apellidos vascos” para acabar definitivamente con ETA, la piratería que ataca cruelmente al cine español (no porno) y a esas 5 películas que alguien se ha descargado o visto online presumiblemente por error al año y, sobre todo, con Juan Antonio Bayona. ¡Sin contar que gracias a la película el Athletic de Bilbao fue a la Champions! Lo dicho, mis cojones. O los de ellos.

“La gran familia española” es una comedia coral agridulce del montón con personajes del montón y diálogos del montón maquinada sobre todo los recursos más facilones y abominables para producir el acongojo del público y con ciertas secuencias incongruentes que refuerzan el patetismo y la nadería del cine patrio cuando trata de ser comercial… del montón. No falta canción de radiofórmula y una incongruencia de todas las piezas que contradicen patéticamente el simbolismo del gol de Iniesta porque, al final, de esta prórroga Daniel Sánchez Arévalo quiere ser su Rey y se olvida que es un simple campesino frente al auténtico dueño del trono llamado Jose Luis Torrente o los vascos de Mediaset que acabaron con ETA, la piratería… y con la magia de ese gol de Iniesta. He aquí el precio de olvidar la diferencia de la épica y limitarse a jugar al 0-0. Conseguirá la victoria como mucho por penaltis. ¿Se trataba de eso?

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