El único superviviente: Tralla y metralla

“El único superviviente”

Título original: “Lone Survivor”

Director: Peter Berg

EEUU

2013

Sinopsis (Página Oficial):

“El único superviviente” narra la historia real de cuatro miembros de un equipo de Navy SEALs a quienes se les encomendó una misión encubierta para neutralizar a un peligroso líder talibán en una remota región de Afganistán, viéndose sorprendidos en una emboscada por numerosas fuerzas enemigas. Mark Wahlberg encabeza el reparto de esta historia sobre el heroismo, coraje, compañerismo y supervivencia, dirigida por Peter Berg, y co-protagonizada por Taylor Kitsch, Emile Hirsch, Ben Foster y Eric Bana.

Crítica Bastarda:

Tralla y metralla. Demasiada tralla y metralla. Creo que vivo en otro mundo y no en el de los talibanes o los fanáticos patrióticos aunque muchas veces sus líneas se confundan. No entendí la consideración/repercusión/alabanzas sobre “Capitán Phillips” de Paul Greengrass y mucho menos —mi cerebro ubicado en el espacio exterior— puede comprender cómo “El único superviviente” fue considerada una de las 10 mejores películas del año por el National Board of Review o nominada por el Sindicato de Guionistas a Mejor guión adaptado. El film de Peter Berg deja marca en los espectadores, es cierto. En mis carnes sentí la suciedad moral: no sabía si ponerme a favor de los talibanes o de la actuación y ego de Mark Wahlberg sencillamente porque no he visto más bandos en la película… Considerando la cinta como una película y no como un documental, que evidentemente no lo es. No voy a entrar en detalles sobre los ‘detalles’ que pudieran señalar los expertos… en ‘detalles’… porque el ‘detalle’ en plural es redundancia en singular. No es la cuestión sino la tralla y la metralla. Que los responsables de la cinta hicieran su pertinente trabajo de investigación y todos los detalles fueran verídicos respecto estética, objetos, cultura de las Operaciones Especiales, etcétera, no deja demasiado espacio a otro tipo de concesiones. Del discurso patriótico, ideológico, referencial a la memoria de los caídos y el no-olvido o de «no todos los señores de turbante que hablan árabe son iguales ni mucho menos terroristas» tampoco quiero hacer mención. Es tralla y metralla.

No considero a “El único superviviente” una película propagandística como pudiera considerar a “Objetivo: La Casa Blanca” de Antoine Fuqua o “Red Dawn (Amanecer rojo)” de Dan Bradley. No me molesta, en definitiva, nada de ese trasfondo real que utiliza Berg sobre el bestseller escrito por ese único superviviente (Marcus Luttrell). No, aquí me molesta la forma de recrear la Operación Red Wings y encajarla en los patrones actuales del blockbuster con cierto trasfondo autoral. La historia si está basada en hechos reales me parece un insulto: un insulto a las técnicas militares, un insulto a las leyes que rigen la física y el mundo, un insulto al poder de la adrenalina y la resistencia del cuerpo humano, un insulto a esos supuestos enemigos caricaturizados y supuestamente incompetentes que acabaron (ellos solitos) con los protagonistas (y sus amigos) en un abrir y cerrar de ojos, un insulto a las propias decisiones de patio de colegio del equipo de Navy SEALs y, por supuesto, un insulto a la inteligencia del espectador. 

Tralla y metralla. Para esto, veo una película de Schwarzenegger o Chuck Norris, mucho más creíble que esta ‘adaptación’ que según cuentan difiere (y para mal) del libro de vivencias de Luttrell transformando la realidad en una cinta de ciencia ficción hollywoodiense con villanos estúpidos, niños del pueblo enemigo que son caritativos y cierto tufillo que no se sabe si es buenrollista, panfletario o ególatra. Si los enemigos de EEUU fueran tan tontos y tan depravadamente malvados que son incapaces de controlar sus actos, la guerra habría acabado hace mucho-mucho tiempo, ¿verdad? 

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