Historias (Bastardas) Extraordinarias: Jurassic World. El reino caído: Palmero de Bayona, mejor profesión de 2018

domingo, 10 de junio de 2018

Jurassic World. El reino caído: Palmero de Bayona, mejor profesión de 2018

“Jurassic World: El reino caído”

Título original: “Jurassic World: Fallen Kingdom”

Director: J.A. Bayona

EEUU

2018

Sinopsis (Página Oficial):

Vuelve una de las franquicias más legendarias de la historia del cine, llena de aventuras y emociones. Esta nueva entrega regresa con los personajes y dinosaurios favoritos acompañados por nuevas especies más impresionantes y aterradoras que nunca. Bienvenidos a “Jurassic World: El reino caído”. Chris Pratt y Bryce Dallas Howard vuelven a protagonizar esta nueva entrega, cuya producción ejecutiva corre a cargo de Steven Spielberg y Colin Trevorrow, para Universal Pictures y Amblin Entertainment. Completan el reparto James Cromwell, Ted Levine, Justice Smith, Geraldine Chaplin, Daniella Pineda, Toby Jones, Rafe Spall, con BD Wong y Jeff Goldblum en sus papeles habituales. Dirigida por J.A. Bayona (“Lo imposible”, “Un monstruo viene a verme”, “El orfanato”), el guion de la épica aventura de acción es de Colin Trevorrow, el director de “Jurassic World”, coescrito con Derek Connolly. Los productores Frank Marshall y Pat Crowley se unen de nuevo a Spielberg y Trevorrow para encabezar esta impresionante entrega.

Crítica Bastarda:

Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas…

Clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap…

Bienvenidos a ser palmero de J.A. Bayona, la mejor profesión de 2018. No sabemos si también es la mejor remunerada…

“Jurassic World: El reino caído” es, con datos objetivos en la mano, una película cuyas críticas generalizadas y opiniones del público van a dejarla en el pasto del olvido y la absoluta intrascendencia. Sin embargo, los palmeros de Bayona ya han sacados sus calientes y magulladas palmas para avisarnos de que estamos ante la gran joya de la franquicia y la obra maestra absoluta del año. Sí, sí… Plas, plas, plas, plas, plas, clap, clap, clap, clap, clap… Sí, sí… Escucho los ecos de los palmeros. Sí, sí… Plas, plas, plas, plas, plas, clap, clap, clap, clap, clap… Sí, sí… me llega, me consta, Bayona es un genio. Sí, sí… Plas, plas, plas, plas, plas, clap, clap, clap, clap, clap… Sí, sí… La mejor de todas. Y MIS COJONES MUTANTES DE APATOSAURUS. Sí, sí.

En cierta medida, el propio libreto de Colin Trevorrow nos habla sobre el choque de lo nuevo y lo viejo personificado ya en la anterior presencia del Indominus rex (frente al Tyrannosaurus rex) y, en esta ocasión, el Indoraptor con Blue como principal rival. La cuestión siempre fue reivindicar la ‘propiedad intelectual’ del ADN de la saga frente a esos nuevos productos que desean coronarse como los más salvajes, insaciables y aterradores que nunca han sido vistos… hasta que llegue el siguiente, claro. Los reflejos con los blockbusters y las intenciones de los grandes estudios pudieran ser parte de un leitmotiv que, inconscientemente, irradia cierta hipocresía en sus conceptos. ¿Es hora de salvar a los dinosaurios o dejarlos perecer porque nunca la humanidad tuvo que jugar a ser dios? ¿De verdad que no habrá una eterna excusa para que sigan con nostros (dando toneladas de dinero)? Quizás la película de Trevorrow sorprendiera por alcanzar el equilibrio entre el mainstream y el cine de explotación pero, por el contrario, Bayona se pierde en la reverencia a Spielberg y sus risibles referencias de “El mundo perdido: Jurassic Park”. El largometraje parece vivir de los ecos de su antecesor y de dar forma a su discurso a través de los monólogos de Jeff Goldblum entre sus habitual pirotecnia audiovisualm, giros de guion y sustos/supense a la carta para contentar a las masas. Nada nuevo. Aquí tampoco hay lugar para la magia ni para secuencias perdurables más allá de la utilización del género de terror para construir las escenas más siniestras y aterradoras —y tremendamente irreales y estúpidas—. Bayona tiene demasiados espacios creativos que rellenar: lagunas argumentales, diálogos intrascendentes, situaciones tróspidas por doquier e incluso irrisorios efectos visuales cuestionables para una cinta de este presupuesto y envergadura. Otra cuestión es el mayor insulto jamás perpetrado en la saga. ¿Cómo puede subastarse un dinosaurio por 10-20 millones de dólares cuando es lo que pagan por algunas defecaciones artísticas? Ciertamente, en ese juego de cifras se haya el mayor de los absurdos de un guion ya absurdo de principio a fin. ¿Con apenas 100 millones de dólares hay margen de beneficios para una operación monumental y mastodóntica como la que se realiza en la película? ¿Qué son 100 millones de dólares para un multimillonario que está incluso dispuesto al asesinato y cometer todo tipo de crímenes? Que se lo digan a Universal Pictures y Amblin Entertainment si “Jurassic World: El reino caído” recaudara solo esa cantidad en todo el mundo… No es dinero. Es, simple y dinosauriamente, un insulto.

Para todo lo demás, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap, clap… Sí, sí, nos consta, GENIO, ARTISTA, QUEREMOS UN HIJO TUYO. Sí, sí. A seguir dando palmas a ver si lo cree alguien. Sí, sí.