Mr. Robot (2x08) eps2.6_succ3ss0r.p12: Everybody Wants To Rule The World

¿Podemos olvidarnos de Elliot (y por extensión de Mr. Robot) un momento para impulsar otros arcos argumentales fundamentales en la serie? Con “eps2.5_h4ndshake.sme” (2x07) podríamos por dar por concluido un arranque relacionado con el destino de nuestro protagonista que nos dejó numerosas cuestiones pendientes ante una gran revelación. La serie de Sam Esmail siempre ha ido por delante del espectador, planteando incógnitas y dosificando los tiempos para crear una atmósfera de suspense y paranoia al otro lado de la pantalla. Y de paranoia va el asunto. “eps2.6_succ3ss0r.p12”, octavo episodio de la segunda temporada de “Mr. Robot” se atreve incluso con algún momento musical para articular y elaborar un espectáculo capaz de prescindir de su personaje principal si la propia trama lo considera necesario. La actuación de Angela Moss en un karaoke dando un tono apropiado al tema de Tears For Fears (‘Everybody Wants To Rule The World’) sintetiza todas esas emociones latentes en los personajes, amplificando sus dicotomías. En realidad, la serie de USA Network la podríamos compendiar en un show de personas que quieren hacer lo correcto y acaban cometiendo actos oscuros que les posicionan precisamente al otro lado moral y ético que tratan de consolidar. Ciertamente el hacktivismo siempre ha tenido que lidiar con lo ilegal o la ambigüedad para alcanzar sus bienintencionados fines para despertar al mundo o alertarlo de ciertos abusos que otros comenten en la sombras bajo el amparo del sistema. Pero, ¿qué ocurre si esa lucha se convierte en violenta? ¿Se puede establecer un baluarte ético si hay que traspasar complicadas líneas rojas en un mundo de conspiraciones e intereses? “eps2.6_succ3ss0r.p12” aterriza para plantear otra semilla dentro del cosmos de fsociety donde el control pudiera ser otra de esas ilusiones que está definiendo esta segunda temporada de “Mr. Robot”. ¿Qué puede ocurrir para que todo salte por los aires? Repasemos el capítulo.

La review del episodio se pudiera titular Trenton & Mobley porque se nota cierta devoción de Sam Esmail por dotar de sentido a todo el entramado de personajes secundarios que componen su universo. La cuestión, no obstante, es saber si Darlene o Angela (o incluso Dominique Dipierro) pueden llevar el peso argumental y dramático del espectáculo por encima de ese cuestionado y poco fiable narrador que es Elliot Alderson. “eps2.6_succ3ss0r.p12”, tras desvelar que el antihéroe se encontraba entre rejas, nos lleva al plan de fsociety para tumbar a todo aquella entidad corporativa o gubernamental que ose atacarlos. Y el FBI y su Operación Berenstain se han convertido en la primera prioridad del equipo para descubrir el misterio que engloba esa cortina de humo e incluso elemento cercano a un macguffin. Aquello que importa es la vuelta de tuerca, ver cómo el gran plan de fsociety sale a la perfección pero todo comienza a derrumbarse por otro tipo de cuestiones que han quedado en el aire. Precisamente el regreso por sorpresa de Susan Jacobs a su casa (y cuartel general de fsociety) va a plantear al grupo tener que tomar ciertas decisiones que traspasen los límites a los que pudieran llegar. El otro interés, en paralelo, lo ejerce Angela y sus intentos de eludir la soledad que rodea al personaje, tratando de tener una cita con alguien que más tarde descubriremos que es un activo del FBI. El destino parece guiñar un ojo a la joven que va a tener que ahogar sus penas en un karaoke manteniendo una batalla verbal con un amigo de su padre y reafirmándose en su actual condición corporativa. Por el contrario, Angela no es más que un títere de otros mayores intereses y da la impresión que tanto ‘Evil Corp’ como fsociety o el FBI desean utilizarla en su propio beneficio. Angela es suficientemente lista y consciente, pese a estar demasiado bebida, para saber que todos quiere dominar el mundo… El destino también irrumpe en su vida al conocer a un hombre maduro en la barra de bar interpretado por Mark Moses. ¿Qué será, será…?

Darlene va a tener que hacer frente a la llegada de Susan Jacobs y su secuestro incluido, sacando a relucir el conflicto del personaje y la oscuridad que rodea al mismo. Y es que el camino de la venganza puede conllevar ciertos tanteos con el deseo de acabar de una vez por todas con la burla de esa señora ‘ejecutora’. El grupo tendrá que ponerse manos a la obra para hallar algo con que puedan extorsionar a la Asesora General de ‘Evil Corp’ tras hackear al FBI y emitir un nuevo vídeo que expone a la agencia Operación Berenstain sus ataques contra la libertad de los ciudadanos a los que dicen proteger. Ese entramado de líneas argumentales pudiera resumirse en el tono surrealista y absurdo que impregna muchas veces la violencia dentro de la serie. “Mr. Robot” va provocar que Jacobs se autolesione y que su herida en la cabeza suponga un nuevo punto de giro para fsociety, siendo el hackeo su arma para conseguir sus intereses. Hasta ahora, claro. El problema es que los personajes son seres humanos muchas veces sometidos a bajas pasiones o sentimientos que provocan que se comporten de un modo poco inteligente o irracional. Y, pese a encontrar pruebas contra Jacobs, Darlene recuerda todo el mal y daño que le hizo a su familia y a ella misma cuando apenas era una pequeña niña. Darlene también es consciente de los problemas coronarios que sufría una de las cabezas de ‘Evil Corp’ y con una pistola eléctrica directa al corazón de la bestia manda a Jacobs tanto a su piscina como al otro barrio. Su historia de autodefensa pocos van a comprarla dentro del grupo, dejando a Trenton y Mobley sometidos a sus ya incontrolables paranoias mientras que Cisco ayudará a su novia en su nueva aventura para deshacerse del cadáver. Matar no es fácil… pero menos la traición y, sobre tal territorio, los guionistas nos preparan una jugada final para aumentar el suspense de “Mr. Robot”. ¿Quién desea dominar el mundo? ¿Quién utiliza a quién para conseguirlo? 

Vayamos al desarrollo de Mobley y su ‘arresto’ por parte de un FBI que vive actualmente con sus peores demonios tras ser expuestos por fsociety. Que la serie aproveche para sacar a Edward Snowden nos sirve para consolidar esas capas de realidad que suelen entrometerse en la fantasía que propone Sam Esmail. No es casualidad tampoco que el vídeo que difunde fsociety nos remita a Anonymous pero, de nuevo, aterriza aquí esa pulpa surreal y absurda que muchas veces rige el mundo. Mobley piensa que Dipierro sabe todo pero, en realidad, la agente está moviendo el avispero sabiendo de su participación en la fiesta del ‘Fin del Mundo’ como un mero DJ… Si algo se ha desarrollado en esta temporada es la paranoia de Mobley y cómo éste se la contagia a Trenton, que esperará a su compañero en el lugar donde se conocieron durante dos horas sin que éste aparezca. Y ese lugar es una de las cafeterías de esa famosa franquicia con la que abría la serie donde la Wi-Fi volaba… ¿Volvemos al principio de todo para explicar y cerrar los círculos argumentales? ¿Y dónde está Mobley? ¿Con Romero y Tyrell Wellick? ¿O es Tyrell aquel que está actuando en las sombras…? ¿Se ha convertido en otro de esos eslabones que han de ser eliminados? La posibilidad es que “Mr. Robot” esté introduciéndonos a un villano mayor detrás de la cortina y que Whiterose esté utilizando a todos (incluido a Phillip Price) para dominar al mundo. ¿Es el gran titiritero del espectáculo y aquel que está manejando todos los hilos? La cuestión es que la trama avance y Darlene, mientras Cisco está en la ducha, observe en su portátil que su novio ha estado utilizándola y comunicándose con el Ejército Oscuro en todo momento. Los que parecen ser los nuevos antagonistas de la historia van a iniciar la Fase 2 de un plan que seguramente buscaba un enfrentamiento entre el FBI y fsociety… Darlene no se va a tomar demasiado bien la noticia sacando el bate de béisbol que habita en su interior (en el sentido literal) y dando continuidad a ese fuego oscuro que se ha desatado en su ser tras asesinar a sangre fría a Susan Jacobs para completar su venganza personal. Es un broche final perfecto para este cambio de ritmo ya habitual en las estructuras de “Mr. Robot”, apartándonos del foco principal para explorar otras tramas de vital interés que conceptúan ese juego de engaños sobre el que pivota la propuesta. Al fin y al cabo, recuerden que el control es una ilusión… 

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