Los Increíbles 2: Hipnosis social, cambios sociopolíticos y otras catástrofes (familiares)

“Los Increíbles 2”

Título original: “The Incredibles 2”

Director: Brad Bird

EEUU

2018

Sinopsis (Página Oficial):

¿Qué pasa cuando la familia más increíble del mundo no da más de sí? Mientras la Elastigirl se une a una misión para que vuelvan los Súpers, Míster Increíble tiene que lidiar con las tareas familiares: los deberes de Dash, que Violeta se haga mayor y el pequeño Jack-Jack que... ¿¡quién sabe qué le pasa!?

Crítica Bastarda (con spoilers):

¿Cómo poder realizar una secuela de una cinta familiar en la que han pasado ya 14 años? Seguramente Brad Bird se enfrentara a mantener la expectación de la audiencia y haya ido directamente a la parte y pulpa más simple, directa y sencilla. Pasamos de ese instante que supuso una despedida al comienzo de un regreso. En cierta medida, el Socavador es el macguffin de las dos partes de “Los Increíbles” al ser un elemento que quede reducido a un minúsculo y pequeño guiño en los créditos finales pero que, asimismo, ofrezca un origen y modulación respecto a la capacidad de un sistema por declarar ‘ilegales’ a personas con poderes. ¿Será también el Socavador el villano que origine una futurible e hipotética “Los Increíbles 3”? Bird sabe lo que es jugar con recursos que no ofrezcan una resolución aunque, sin embargo, maneja una película mucho más interesante que su antecesora al contar con un incisivo discurso de fondo bajo una funcional envoltura de película de acción y aventuras familiar. La sátira sabíamos que había quedado instaurada desde el film original aunque, no obstante, ahora toma un cariz mucho más sociopolítico al introducir a su crítica al colectivismo una vía para hablar del poder de los mass media y las campañas de imagen. Da lo mismo ser el héroe, villano o saltarse la legalidad vigente… sino que lo importante es que los medios hablen de ti y manipular la opinión pública mediante ese gran don que supone la ‘hipnosis’ sobre un gran rebaño. Es cierto que el guion no ofrece sorpresas sobre el personaje que estaba en la sombra orquestando toda una gran conspiración para acabar definitivamente con los superhéroes. Bird posibilita esa trama a través del lenguaje de los cómics del subgénero y un conflicto familiar que ofrezca la alternativa entre creer en los superhéroes o renegar y rechazar de su ayuda.

“Los Increíbles 2” nos lleva a pensar directamente en el concepto de las tecnologías como parte de una gran hipnosis social en el todo pueda venderse e incluso se llegue a modificar grandes aspectos de la vida del ser humano. Bird utiliza el libreto de su predecesora como un calco a nivel estructural para también introducir aspectos feministas en el discurso y ofrecer un cambio de roles que facilite a Míster Increíble el mayor reto y misión al que ha tenido que enfrentarse como superhéroe: llevar las riendas de una casa y mantener unida a su familia disfuncional. Desde los problemas para las matemáticas de Dash a los dramas románticos de toda adolescente (Violet), la idea es que los poderes de Jack-Jack monopolicen los sentimientos de la audiencia ante ese otro ejercicio de hipnosis de todo blockbuster con su público. Quizás esas tramas menores enlacen, como contraste, con las aventuras de Elastigirl y su vía para ofrecer, en supuesta reivindicación de independencia femenina, un reducto en el que veamos toda una aventura teledirigida por Rapta-Pantallas. ¿Cualquier autonomía forma parte de un engaño de un sistema que opera en las sombras? Tenemos también otro peliagudo conflicto político respecto a la forma de contrarrestar las leyes que atentan contra los derechos individuales. ¿El desacato ‘comercial y televisado’ es la mejor solución? En cierta medida, toda reivindicación mediática y politizada puede servir como un cambio social aunque, sin embargo, “Los Increíbles 2” esconde un caramelo envenenado en tal proposición. 

Podemos llegar aquí a la eterna crítica respecto al género de las superheroica y esa falta de grandes villanos. No es que Rapta-Pantallas cumpla sobradamente con su objetivo de ofrecer un antagonista a Elastigirl aunque, por el contrario, la idea del film es dejar en evidencia la sátira sobre el poder de los medios, como ejercicio de hipnosis, y que personas poderosas pudieran operar en las sombras para cambiar la senda socipolítica global. Depende de la luz u oscuridad de sus intenciones o su implícita moralidad que los héroes se conviertan en héroes o simples villanos. ¿Y qué queda para nosotros? ¿No somos más que marionetas y el pueblo un rebaño que se deja manipular consecuentemente? Esa mirada crítica de “Los Increíbles 2” también parece dispuesta a dejar claro que Frozono suele ser el (super)héroe salvador de toda la función y queda siempre infravalorado (seguramente por el color de su piel y los dramas que pudiera suponer para su sufrida esposa). Esa burla supone el broche final al brillante núcleo de esas sátiras y discursos sociopolíticos en los que, al final, los héroes parecen los villanos y también los propios héroes dependiendo de un simple efecto y ejercicio de hipnosis o de una campaña de imagen. Usted decide aquello que pensar si no forma parte de ese rebaño ya cautivo de los mass media.

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