Así en la Tierra como en el Infierno: Buen mensaje, feísta forma

“Así en la Tierra como en el Infierno”

Título original: “As Above, So Below”

Director: John Erick Dowdle

EEUU

2016

Sinopsis (Oficial):

Bajo las calles de París hay kilómetros de tortuosas catacumbas, el lugar de reposo eterno para innumerables almas. Cuando un grupo de exploradores se adentra en el inexplorado laberinto de huesos, descubre el tenebroso secreto oculto en esta ciudad de los muertos. El recorrido se convierte en un auténtico viaje al corazón del terror, llegando a lo más profundo de la mente humana para sacar a la luz los demonios que regresan para perseguirnos.

Crítica Bastarda (con spoilers):

En “Así en la Tierra como en el Infierno” conviven dos películas enfrentadas dentro de un cuerpo/alma que no les corresponde. En la primera de ellas se encuentra el propio germen que delimita una historia respecto a un viaje por los infiernos personales en el amplio sentido literal del asunto. Para analizar el film de John Erick Dowdle correctamente hay que hacer el ejercicio de destripar todas sus entrañas y mensajes respecto a la búsqueda de la piedra filosofal por parte de Scarlett (Perdita Weeks). Esa ansiada verdad que trata de hallar esconde, en realidad, una idea más subjetiva y menos general ya que aquello que se va a revelar es que cada persona es dueña de su propia realidad, perspectiva y verdad. El precio para llegar a uno mismo a veces no es fácil ya que generalmente hay que enfrentarse con los demonios que habitan en el interior de una persona. Y aquí surge un concepto formal solapado al propio leitmotiv: la piedra filosofal están en uno mismo pero, sin embargo, hay que atravesar el mismísimo infierno (personal) para llegar a ese preciado tesorero. La cuestión, por lo tanto, es la representación de la Tierra y el Infierno como elementos subyacentes al propio ser humano y su dependencia de establecer sus márgenes y reglas. La idea es que el gran poder de una persona es rectificar esos errores que dejó atrás en el pasado y que siempre le perseguirán. Solamente enfrentándose a los mismos (y sobreviviendo al proceso) uno llegará con las respuestas que necesita. 

El problema de “Así en la Tierra como en el Infierno” es que está rodeada de una carcasa feísta y mediocre como su acercamiento al found footage menos expirado. La sensación generalizada de la propuesta de John Erick Dowdle es que un exploit de filmes como “The Descent” en el que su atmósfera imponga un tono claustrofóbico y malsano. La suma de elementos sobrenaturales y los sustos baratos para sobresaltar a la audiencia no hace más que confirmar su baja calidad de su forma. Sigue interesando el fondo por encima de sus defectos y su mensaje mitológico sobre la alquimia que habita en las almas humanas y la expiación de pecados. ¿El fin justifica los medios? Quizás el viaje a los infiernos, en modo de anillos que van atravesando los personajes como si fueran Dante, nos ofrezca respuestas. ¿Debemos atravesar, como espectadores, todas esas capas de un film cutre y deficiente para comprender el sentido que nos ofrece “Así en la Tierra como en el Infierno”?

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