La salida de autobuses del intercambiador de Avenida América parece un ascenso de las bestias subterráneas encerradas en subterfugios habitados por la oscuridad sacados de “El tiempo en sus manos”. Su símil más inmediato sería el de unas cuevas de Altamira hormigonadas habitadas por morlocks cuyo canibalismo pasa por trabajar a diario para llevarse unos euritos a la boca. A la hora de salida, en estos tiempos tan habituales y veraniegos, el sol es capaz de dejar ciego hasta a Superman con gafas Dolce Galbana (por supuesto originales). Lo normal es que vaya acompañado y no estuviera en ese autobús, que el sol me cegara y que supiese inmediatamente que ha empezado un nuevo día… pero hoy iba solo y estaba en otro autobús, que había salido segundos antes para escapar del terrible mal que normalmente afecta a vampiros y trabajadores.
No quedaban demasiados recuerdos y consecuencias de la Apocalipsis Zombie del día de ayer… Un ser vestido con la camiseta de La Selección y bandera en mano parecía una mera anécdota, como si fuera un naufrago perdido en busca de su destino. Los zombis habían vuelto a esa supuesta normalidad pese a la anormalidad sucedida, aunque en las ventanas quedaban residuos de comportamiento afín y común. Más que zombis posiblemente fuéramos ultracuerpos que seguían, en hilera, la misma línea establecida. Yo hoy quise saltármela y medio-corrí para no coger el mismo y abarrotado autobús que ocupaba la primera posición. Allí iban todas las hormigas hermanadas pero decidí pasar al siguiente que se encontraba prácticamente vacío. El conductor no me devolvió los buenos días debido seguramente a su escasa predisposición a mantener contacto con la humanidad o ir en solitario, como otro pasajero que encontré en el tren que llevaba una camiseta de Portugal. El autobusero era muy viejo y estaba demasiado curtido en el que había sido su trabajo durante décadas… posiblemente odiase definitivamente su faena diaria y le quedara poco para su jubilación. ¿Quedaban así relegados sus planes para empotrar el autobús y aniquilar a sus pasajeros en su satisfactorio plan final? Tal vez no lo intentase porque esta vez su autobús iba completamente vacío y no consiguiese ni un mísero titular en un diario local y gratuito. Son malos días para cometer crímenes si se busca cierto reconocimiento criminal.
Me preguntaba, mientras seguía el trayecto desde la ventana, si todos seguíamos esa hilera continua llamada vida. Daba lo mismo el autobús que uno cogiera y si su conductor era más viejo, psicópata o criminal… el destino de todos era el mismo, más tarde o temprano, solos o acompañados. Simplemente daba lo mismo el camino de Roma… que uno eligiera... el destino era el mismo.
Al llegar al trabajo sentí al sacar la tarjeta de acceso al centro empresarial mi todavía brazo convaleciente. El reverso del codo estaba todavía rojo después de los innumerables cortes de mangas que le hice a una compañera que deseaba que perdiera España para que no hicieran ruido sus vecinos. Sarna con gusto no pica, desde luego,… aunque conservaba esas heridas de guerra del triunfo español. Recordé los efectos que viví ayer de la resaca ganadora durante la celebración. A esos millones de zombis agolpados en las calles del centro de Madrid y delante de sus televisores en audiencias millonarias. Daba lo mismo que odiases el fútbol ya que en toda Apocalipsis Zombie hay muertos vivientes y vivos supervivientes con fecha de caducidad. Todos, al fin y al cabo, somos protagonistas de la misma película queramos o no.
Recordaba a aquellos zombies regados como las plantas por el excesivo calor. Àngels Barceló afirmaba que llevaba ocho horas de pie: ¡Bienvenida al club de las cajeras del Metadona, Carrefour o Ahorra Más! Nacho Cano parecía drogado o imitaba muy bien a El Neng soltando perlas del tipo: «El Campeonato del Mundo… ¡lo quieren ganar todos los países del Mundo!» o «Les quiero decir a los holandeses que os perdonamos los guarros que sois porque las holandesas están muy buenas». En la discoteca Amnesia de Ibiza tendrían que hacer una inspección la sección de antivicio de la policía local ¡YA!
Vale, es cierto que uno le saca pegas a todo en un día que debería tener un guión de lo más feliz y con redulce lengual de beso de película a lo “Oficial y caballero” o “Pretty Woman” después de que La Cabronero y Casillas anulasen al gol de Iniesta. El pobre no tiene el atractivo de Cristiano Ronaldo ni la estatura de Piqué... para colmo no sabe hablar en público y es tímido. Lo suyo, como debiera ser, es el fútbol. Pero en estos tiempos mediáticos, de lazos multicolores y banderas resplandecientes ondeando no queremos ver a Danny deVito y Nuria González dándose un morreo en directo sino a Richard Gere y Julia Roberts resplandecientes y luciendo morros y dientes perfectos antes de que aparezcan los títulos de crédito finales. El mundo es así de falso e hipócrita, lleno de pegas y más si uno tiene resaca o en este caso, en el que todo es de órdago, resacón.
CRÓNICA ALTERNATIVA DEL DÍA
(y BASTARDA)
ZAPATERO MANDA UNA POSTAL A RAJOY Y LE PIDE ¿UNIDAD?
PAUL PONE DE MODA EL SOBETEO PULPÓN
HOLANDA REESTRENA “V”
SUDÁFRICA DA LAS GRACIAS A CHUCK NORRIS
CIENTOS DE NIÑOS NACEN DESPUÉS DEL GOL DE INIESTA
TELECINCO VENDERÁ EL BESO CASILLAS-CARBONERO EN POLITONO
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