La nueva temporada de “The IT Crowd” y su primer episodio “Jen the Fredo” puede hace pensar que la serie confeccionada por Graham Linehan esté dando un bajón de rigor. Sobre todo a los fanáticos de esa competencia popular y desleal llamada “The Big Bang Theory”, que debería titularse y reducirse drásticamente a “Sheldon, The Big Bang”. Es natural que con una sucesión de episodios memorables aparezcan otra serie de distinciones. De todos modos, y pese a múltiples objeciones, ahora mismo “The IT Crowd” tiene muchos pasos por delante sobre otras series con aumento de audiencia y decadencia absoluta de contenido. Lo curioso y aquello por lo que sigue siendo notable y fascinante dentro de un formato caduco son sus nuevas vías, aparentemente insignificante y visibles, para provocar la carcajada. En “Jen the Fredo” Moss prepara una música ambiental que sea ‘asombrosamente misteriosa’ para una partida de rol que está organizando y le explica en qué consiste los rol games con todo detalle a una poco ‘asombrada y menos misteriosa’ o intrigada Jen, que quiere ocupar una vacante para Gerente de Entretenimiento.
«Eso NO es para ti, Jen»Roy está destrozado por una reciente ruptura en una relación. Ella le dejó sin despedirse y ha decido borrar todo rastro de su presencia gracias a photoshop en un porrón de fotos. No puede finalizar con esa relación y recomponer su maltrecho corazón… en relaciones de larga duración. Su camiseta positiva lo dice todo. Moss se hace el listo con que él también ha tenido relaciones largas… y conoció a una chica en verano… Aunque, ¿siempre son en verano…?
Moss
Moss se mete con Roy con un juego de palabras con Dumbo y Dumb que obliga nuevamente a disfrutar la serie en versión original. Lo de Fredo & Frodo, al menos, es más sencillo y obviamente traducible.
«Eso NO es para ti, Jen»Jen extorsiona directamente a Douglas con el informe que denuncia el sexismo en la empresa y el premio que ‘el jefe de todo esto’ piensa que ha sido un halago de las feministas se convierte en premio… pero cuyo nombre lo dice todo: «Mierda en la cabeza». El premio es una versión del Oscar, más oscurecida a ‘marrón’, con un mojón en espiral en la cabeza. La placa del premio va a la par: «Cabeza de Mierda del Año». Sobran las palabras y Douglas ni siquiera había leído la placa. Era obvio.
Douglas
«Eso NO es para ti, Jen»Roy sigue repasando los fotomontajes pero continua deprimido y mucho más cuando Moss decide ponerse en un rol más paternal y con un rollo de consejero sentimental.
Roy
El corazón roto le explica a Jen que Jerry, el anterior Gerente de Entretenimiento, era el Fredo de la empresa y murió de un paro cardíaco. El trabajo de Jen no consistirá en llevar a hombres de negocio a un simple espectáculo en el West End sino que… deberá… ejercer de chula, proxeneta aka Putera del Entretenimiento. Jen piensa que los años 70 pasaron pero a nivel de machismo laboral siguen vigentes. La caricatura de esos empresarios: Phil y John 1º y 2º es lo más exageradamente machista y chapada a la antigua. ¡¡Odian hasta los subtítulos!! Pero Jen cree que con un espectáculo picante en plan “Los monólogos de la Vagina” conseguirá tranquilizarles. Nada de eso. Ese grito de guerra Eiffel Tower! indica que Phil y los Johnes van a tocar a Jen los… Para empezar se la lían en el show de ‘vaginas parlantes’ ya que pensaban que ¡las vaginas iban a hablar y ser parlantes!
Douglas intenta convencer a las feministas sin éxito para que le den el premio a otra persona (mira que nombrar a Gok Wan…) y Jen, que las confunde con meretrices, tampoco ayuda. Efectivamente «Bitch is crazy!»
Moss se pone de nuevo paternal pero al menos le sirve a Jen para que una lo salvaje sin comprometer sus principios… eso es que esos empresarios machistas ¡jueguen la partida de rol de Moss! Él será su máster y sus ojos aunque no pueda dar dos pasos seguidos en la oscuridad sin partirse la cara, eso sí. La partida de rol, confundida al principio como un acto gay, se transforma en algo terapéutico para todos. Incluso para Jen, que ejerce su papel de ‘chula’ perfectamente con palillo en la boca y dando caña a Roy para que supere sus traumas sentimentales.
Douglas se entera al tirarse a una de las feministas (ella controla la situación en todo momento y tras echar el polvo le indica que no tiene autoridad para retirar el premio) que ‘una de las mujeres del Departamento de IT’ fue la autora del comprometido informe. Obviamente sólo uno de sus empleados en IT lleva bragas los siete días de la semana (Moss ya lució lencería femenina pero sólo en una ocasión).
Los chicos ya controlan perfectamente los términos básicos en una partida de rol: daño crítico, porcentajes de impacto, brazaletes mágicos y sobre todo ‘conejos parlantes’ que convierten a los brazaletes en ¿brazaletes de conejo? para partir la cabeza en dos a ¡una mosca!
Como siempre en “The IT Crowd” los guionistas dejan una referencia inicial para que de forma a un gag en la recta final. Aquí es un simple ‘asombrosamente misteriosa’ en referencia a música de Moss. Pero si hay algo que sorprende en el episodio es cómo un conjunto de frases dramáticas ejercen de conjunto cómico y es ahí donde se produce el efecto mágico de esta serie. Pese a un episodio tan flojo, en comparación con otros anteriores, como “Jen the Fredo” aparecen momentos pequeños y míticos. Ninguna sit-com puede meter una secuencia tan dramática (¡hasta con miradas serias y teatrales!) como una despedida y que no paren de escucharse risas al otro lado de la pantalla. Ese lacrimógeno goodbye se ve empalmado con un «Me alegro que Jerry haya muerto» como piropo a Jen porque “The IT Crowd” conjuga el humor negro como pocas series cómicas. Pero como todo tiene que ir de tres en tres se conjuga con un «Me partes el corazón» de Douglas a Jen (con el primer plano del premio “Mierda en la cabeza” de rigor) al confirmar que sabe todo.
El leitmotiv del episodio es que hay muchas cosas que no son para nadie pero puede que poco a poco cada uno encuentre sus roles. Moss descubre que como máster de un juego de rol, ejerciendo sus papeles ‘paternales’ y metiéndose en la piel de reina elfa puede conectar con otros, Roy puede superar sus traumas pero tiene que colaborar y ser ayudado y Jen puede mantener sus principios vivos y ser Gerente de Entretenimiento… aunque tenga que pagar el precio de Fredo Corleone de “El padrino”. Ella es la firmante del informe que comprometía a Douglas y, por lo tanto, le vende como hizo ese personaje entregando a su propio hermano, al Padrino. Sólo queda la ¿venganza? Al menos Jen lo piensa así. Y el público seguirá pensado que en “The IT Crowd” funcionan los mejores sketches visuales y sigue siendo absolutamente devastadora y genial.
La mejor frase de “Jen the Fredo”:
«Me encanta la cultura. He visto cuatro veces el musical “We Will Rock You”.»
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