9-1-1: ¿Pornografía emocional o una vía para sensibilizar al público con las tragedias?

Serie de TV

“9-1-1”

EEUU

2018

Sinopsis (Página Oficial):

“9-1-1” es un nuevo drama-procedural que explora las vidas y carreras de los primeros en responder ante cualquier emergencia (policías, paramédicos, bomberos), personas que arriesgan sus vidas para salvar a otros.

Crítica Bastarda:

 —¿Taconesmolones297?

×Haces trampas.

—No, no. Has dicho que si te alcanzaba en cinco minutos serías toda mía.

×De ahí lo de Hombremanguera?

—No…

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La televisión —y, por extensión, los formatos audiovisuales— han funcionado siempre por modas y la estela de otros productos de éxito. En el caso de “9-1-1”, da la impresión de que “Chicago Fire” y todo el universo que construyó NBC a base de spin-offs (“Chicago P.D.” y “Chicago Med”) han creado una fórmula para que otras cadenas traten de seguir su camino. Brad Falchuk, Tim Minear y Ryan Murphy han decidido crear un cosmos dentro una serie, donde los Teléfonos de Emergencias, el Cuerpo de Policía y los Cuerpos de Bomberos convivan dentro de los mecanismos argumentales de un gran todo. ¿El “The Wire” de los procedimentales o, por el contrario, una vía un tanto gratuito de lucimiento para sus estrellas? “9-1-1”, sin embargo, trata de dar un cariz humano a ese drama que se va desplegando pese un piloto bastante engañoso y superficial. Pensemos en que el espectáculo de FOX se ampara en las dos vidas que representan sus protagonistas. Por un lado, su uniforme les convierte en héroes cada día pero, no obstante, las secuelas emocionales y sus problemas personales y familiares hacen mella en su interior. Tras “La última llamada” de Brad Anderson, no esperen demasiada credibilidad en un producto destinado a mantener el suspense propio de las acciones de esos cuerpos de emergencias en una extraña combinación de situaciones un tanto irreales con tragedias y sucesos que podrían aparecer en cualquier medio de comunicación. 

Ese choque de irrealismo con tonalidades cercanas a la audiencia —acrecentadas por el drama personal latente que sirve de hilo conductor en las tramas— trata de ser equilibrado por las interpretaciones de sus estrellas principales. Quizás contar con Angela Bassett, Peter Krause o Connie Britton sea una vía para tantear con esos absurdos argumentales o situaciones un tanto bochornosas generadas por la adicción al sexo de Buck (Oliver Stark) en los primeros compases de la serie. Da la impresión, asimismo, que los escritores han utilizado ciertos elementos en el comienzo del espectáculo para atraer la audiencia y perfil otro tipo de serie mucho madura y dramática que se intuye en “Next of Kin” (1x03) o “Worst Day Ever” (1x04) y que iniciará una confirmación a ese juego de historias cruzadas. ¿Innecesaria y gratuita? ¿Merece la pena por las problemáticas en las vidas personales de los personajes o por el sensacionalismo de dotar de vida al procedimental con casos impactantes? Tal vez aunque, sin embargo, sea interesante ver cómo Falchuk, Minear y Murphy trata de enfrentarse a ciertos tabús de la audiencia por ver plasmadas tragedias de las que desea evadirse los telespectadores cuando se sientan en las butacas de sus salones frente a su televisor. Es posible que “9-1-1” ayude a entender los dramas personales escondidos en las tragedias que desfilan por los informativos y, al mismo tiempo, lidie con la etiqueta de «horrible y cruda pornografía alrededor de la fatalidad». Quedaremos a la espera si la nueva propuesta de FOX sensibilizará sobre el lado personal que subyace en esas situaciones desgarradoras e impactantes, que suceden cada día, o acabará siendo únicamente recordada por un bombero cuyo ‘nick’ es Hombremanguera… 

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