De pequeño tenía pesadillas con El Hombre Lobo, Nosferatu y Metadona pero creo (es más, estoy seguro) que las primeras se produjeron por la última. Pese a acudir a terapia y someterme a una regresión freudiana, mediante hipnosis viendo una colección de juegos de Yoplait, no estoy completamente seguro pero es lo único, aparte de la filmografía de Pajares y Esteso, que pudo golpearme psicológicamente y notablemente en mi infancia.
En esa regresión a mis tiempos de colegio me descubrí a mí mismo en las calles de Alicante, cuando era joven y bello, en las primeras vacaciones con mis padres alejados de ese pueblo donde anidaban y anidan las mujeres de sabia insignia y locales de carretera con farolillos y botijos. Esos frágiles pasajes de mi memoria se amontaban con ese huracanado sonido de las gaviotas y los petardos callejeros. ¡Qué feliz era siendo paleto, inculto y viviendo en un suburbio rodeado de jeringuillas de toxicómanos! Pensaba que no lo cambiará por nada hasta que descubrí en Alicante ese terrible distintivo de color lechuga alienígena con tonos de color orín que destripó mi interior y cuyos ecos siguen produciéndome arcadas y pesadillas: «M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a…» y así hasta que me levanto sudoroso de la cama y mi entrecortada respiración se acelera hasta casi producirme la inmediata asfixia… «M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a».
Sí, muchos de ustedes conocerán esa cadena formada por ‘Mercat’ (De Mercado no De Mierda) y ‘Dona’ (De Mujer no De Revista con chanclas de regalo), su origen valenciano, esas leyendas urbanas sobre celíacos y derechos de la mujer que son simples cortinas de humo para tapar lo que realmente esconde. Una firma del innombrable mal y mucho más chungo que Voldemort y Sauron juntos. Sí, algunos de ustedes lo nombran con ese otro nombre que jamás escribiré y menos pronunciaré pero realmente deben pronunciarlo como Metadona, que es lo que es y lo que se ha convertido en el mayor tumor de la sociedad española actual. Y se expande como tal, rápidamente. Atrapando a sus presas con su particular marca blanca llamada Hace-n-dado.
En esa regresión a mis tiempos de colegio me descubrí a mí mismo en las calles de Alicante, cuando era joven y bello, en las primeras vacaciones con mis padres alejados de ese pueblo donde anidaban y anidan las mujeres de sabia insignia y locales de carretera con farolillos y botijos. Esos frágiles pasajes de mi memoria se amontaban con ese huracanado sonido de las gaviotas y los petardos callejeros. ¡Qué feliz era siendo paleto, inculto y viviendo en un suburbio rodeado de jeringuillas de toxicómanos! Pensaba que no lo cambiará por nada hasta que descubrí en Alicante ese terrible distintivo de color lechuga alienígena con tonos de color orín que destripó mi interior y cuyos ecos siguen produciéndome arcadas y pesadillas: «M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a…» y así hasta que me levanto sudoroso de la cama y mi entrecortada respiración se acelera hasta casi producirme la inmediata asfixia… «M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a… M-e-t-a-d-o-n-a».
[Pausa para vomitar]
hacendado, da. (Del part. de hacendar).
1. adj. Que tiene hacienda en bienes raíces. U. t. c. s.
2. adj. Que tiene muchos de estos bienes. U. t. c. s.
3. m. y f. Am. Estanciero que se dedica a la cría de ganado.
4. m. Chile y Ven. Dueño de una hacienda de campo.
Hacienda, bienes, raíces y ganado (que es criado). ¿No es eso el Anticristo y el Infierno traído en un carro de la compra? Desde mi fobia infantil se desarrollaron en mi interior ciertos poderes paranormales que me hacían detectar el mal que acechaba a la humanidad. Nadie me creía y nadie me cree. Yo les ponía el ejemplo de otra cadena que sigue intentando dominar el mundo pero ha perdido los plenos poderes. Es la cadena que debería llamarse Ayer%. ¿Por qué culpar a una cadena satánica de ser unos guarros, ofrecer productos caducados y mancillar a sus empleados con la multi-tarea? La cadena Ayer% y su marca blanca homónima siempre estaban en lo más alto de las revistas de compras en calidad/precio; por encima de marcas blancas como la de El Corte en la Ingle. Todo el mundo critica a Ayer% pero todos la copian: los cheques descuento, el club yesterday, la explotación colonial algodonera o las ratas carnívoras como elemento disuasorio para espantar a los ladrones. Mención especial si compran un Smint y descubren que no pueden ni abrirlo al tener alrededor numerosas pegatinas de alarmas adheridas como bombas lapa. Los de la cadena Ayer% imponen tendencias, cuidado.
Yo no puedo probar Hace-n-dado ni soportar a la gente que dice que le encanta. La marca blanca ha dejado a su cerebro… en blanco. Ya no son seres con los que se pueda razonar y están sometidos a devorar próximamente sesos cuando el innombrable dueño de Metadona de la orden para iniciar la Apocalipsis Final De La Muerte. Hay gente que hasta dice que la Coca-Cola, el Cola-Cao, los helados, el café, los yogures, el atún e infinidad de productos son mejores porque simplemente son un 20% más baratos. Una M de Metadona. No lo duden: sus cerebros y almas tienen nuevo dueño.
Una cosa es ser zombi, que sería disculpable aunque discutible, y otra cutre. Hablo de esas personas con sus polos o camisas de Burberry o Ralph Lauren que comen Hace-n-dado. ¿No es contradictorio vestir de lujo ibérico y dormir en un cartón sucio y orinado? Por lo menos a un servidor se lo parece que es similar tener dinero para comprarse ropa de ‘marca’ y comer como un mendigo a lo low cost. ¿Será la otra marca de agua para detectar a la imitación o al cutre? Lo normal sería comprar la ropa en el Primark o de los siempre clásicos Quemor o Kiabi. Ser coherente en la vida y seguir el buen camino es la finalidad del mortal pero comprar en el Metadona debería ser pecado y mortal. Yo, desde luego, vomito o me entran espantosas arcadas con ver el logo de Hace-n-dado. Salven sus almas si es que les queda algo de la misma y piensen que lo barato sale caro, muy caro.
[Pausa Final para vomitar y plantar un mojón]
nadie se ha preguntado qué hacen con el gluten que destruyen?
ResponderEliminarHola Anónimo!
ResponderEliminarMi teoría es que son ellos los que están detrás del gran número de celíacos. Tiene que utilizar ese gluten que destruyen en medicamentos infantiles o falsas vacunas para conseguir más adeptos. Con lo que sacan de la venta de sus productos low-cost sobornan a los funcionarios. Un ciclo enfermizo y satánico.
Saludos bastardos,
Whow ;) que pedazo de artículo.
ResponderEliminarMuy variado ademas, voldemort, zombieland jajaj... verde lechuga con toque de orin... muy bueno!!
Hola erm3nda!
ResponderEliminarGracias por el comentario y el contenido.
Es necesario que la gente conozca la verdad. ;)
Saludos bastardos!