El lema del festival era «Share the moment» o lo que es lo mismo «Compartir el momento» y aquí un ente con gorro se lo tomó al pie de la letra y lo compartió junto a todos nosotros. Se llama Jimmy Jump y es especialista en colarse en eventos y ha sido el primer ‘espontáneo’ en pasar por Eurovisión. El video ya tiene cerca de 40.000 reproducciones en menos de 24 horas. Tampoco nadie había repetido actuación salvo el ganador y Daniel Diges tuvo que saltar de nuevo a la palestra en ese ‘espectáculo nunca jamás visto’ como nº 26.
La espontaneidad provocada por la alevosía de un aterrador crimen no es que fuera a cambiar la perspectiva europea respecto a la canción española. No cantamos en inglés y automáticamente quedamos descartados. Salvo Grecia (mejor posición de la versión original), Serbia, Francia, Portugal e Israel los restantes países lucían canciones del idioma de Shakespeare. Islandia se desmarcó e introdujo el francés sobre el inglés pero el traje mesa-camilla de Hera Björk provocó que la hicieran de todo menos un francés en las votaciones. Reino Unido que sí cantaba en inglés-inglés fue desterrada a la última plaza para ver si así no vuelve y todos cantan en su otro-idioma. ¡Abajo la versión original!
Lo que sí intentó ser inédito y original fue esa realización y concepto del formato o envoltorio, que era más curioso si cabe que en anteriores años, integrando en el propio escenario y techo la geografía del país y ondeando al viento sus imágenes promocionales. Había insertos de la preparación en live del torturado y nervioso representante antes de la actuación y se incluían planos de dos LCD colgados en lo más alto del techo que describía, en pleno movimiento, lo que ocurría más abajo y servía para jugar con duetos.
Lo peor: los insertos de lo que ocurrían en una de las anónimas casas de los países representantes.
Los puntos y apuestas bastardos fueron para las aldabas (con alas y taconazos) de Azerbaiyán (Puesto 5º con 145 puntos) y Armenia (7º Puesto con 141 puntos y con el operador de cámara apuntando donde tenía que apuntar). La ucraniana con capa de Mordor se tuvo que conformar el décimo puesto con 108 puntos.
Albania y la peluca funk de Juliana Pasha no convencieron (Puesto 16º con 62 puntos) al igual que euro-disco petardo ochentero de Moldavia (puesto 22º con 27 puntos). Sí lo hizo Georgia (136 puntos y noveno puesto) y sobre todo Rumanía con su medalla de bronce y 162 puntos.
Albania y la peluca funk de Juliana Pasha no convencieron (Puesto 16º con 62 puntos) al igual que euro-disco petardo ochentero de Moldavia (puesto 22º con 27 puntos). Sí lo hizo Georgia (136 puntos y noveno puesto) y sobre todo Rumanía con su medalla de bronce y 162 puntos.
El top diez de los medios acreditados daba pistas de que los puntos, pese a jurado en cada país, son siempre un reparto donde el amiguismo y la costumbre enturbian el reparto final del paste. Si no vean:
1º) Israel con 1459 puntos (Posición Eurovisiva --> 14º Puesto)
2º) Islandia con 1347 puntos (Posición Eurovisiva --> 19º Puesto)
3º) Grecia con 1307 puntos (Posición Eurovisiva --> 8º Puesto)
4º) Alemania con 1216 puntos (Posición Eurovisiva --> 1º Puesto)
5º) Serbia con 1190 puntos (Posición Eurovisiva --> 13º Puesto)
6º) España con 1070 puntos (Posición Eurovisiva --> 15º Puesto)
7º) Bélgica con 998 puntos (Posición Eurovisiva --> 6º Puesto)
8º) Noruega con 934 puntos (Posición Eurovisiva --> 20º Puesto)
9º) Irlanda con 875 puntos (Posición Eurovisiva --> 23º Puesto)
10º) Dinamarca con 840 puntos (Posición Eurovisiva --> 4º Puesto)
Es decir, que de los diez favoritos para los medios acreditados que, al fin y al cabo, ¡son profesionales en la materia!, sólo cuatro tuvieron ese privilegio y otros cuatro quedaron relegados a las diez últimas posiciones. Es cierto que el amiguismo nos favorece con esos doce puntos de Portugal y se echó en falto los doce de Andorra que no pudo estar este año por causas económicas pero es fuerte decir que canciones como la de los indigentes e indigeribles rusos o ese Guti-Gay-Otaku serbio quedará por encima nuestro. El comadreo sigue funcionado entre países de manera descarada y hedionda. Nadie ni nadie parece que pueda cambiarlo.
1º) Israel con 1459 puntos (Posición Eurovisiva --> 14º Puesto)
2º) Islandia con 1347 puntos (Posición Eurovisiva --> 19º Puesto)
3º) Grecia con 1307 puntos (Posición Eurovisiva --> 8º Puesto)
4º) Alemania con 1216 puntos (Posición Eurovisiva --> 1º Puesto)
5º) Serbia con 1190 puntos (Posición Eurovisiva --> 13º Puesto)
6º) España con 1070 puntos (Posición Eurovisiva --> 15º Puesto)
7º) Bélgica con 998 puntos (Posición Eurovisiva --> 6º Puesto)
8º) Noruega con 934 puntos (Posición Eurovisiva --> 20º Puesto)
9º) Irlanda con 875 puntos (Posición Eurovisiva --> 23º Puesto)
10º) Dinamarca con 840 puntos (Posición Eurovisiva --> 4º Puesto)
Es decir, que de los diez favoritos para los medios acreditados que, al fin y al cabo, ¡son profesionales en la materia!, sólo cuatro tuvieron ese privilegio y otros cuatro quedaron relegados a las diez últimas posiciones. Es cierto que el amiguismo nos favorece con esos doce puntos de Portugal y se echó en falto los doce de Andorra que no pudo estar este año por causas económicas pero es fuerte decir que canciones como la de los indigentes e indigeribles rusos o ese Guti-Gay-Otaku serbio quedará por encima nuestro. El comadreo sigue funcionado entre países de manera descarada y hedionda. Nadie ni nadie parece que pueda cambiarlo.
Por otro lado y el que nos toca ya lo había anunciado: Los Big Four este año se lo habían trabajado menos Reino Unido. Los ingleses habían contratado a Stock & Waterman (los autores de éxitos en listas inglesas e internacionales durante los ochenta de Bananarama, Kylie Minogue o Rick Astley) pero la canción que interpretaba Josh era floja como pocas. Las peores notas bastardas se has había llevado Chipre (puesto 21º), Bosnia & Herzegovina (puesto 17º), Serbia (puesto 13º), Irlanda (puesto 23º) y sobre todo Bielorrusia con mi único cero-patatero que quedó finalmente penúltima. Reino Unido también tenía un notable suspenso y con mala nota; quedó farolillo rojo con 10 míseros puntos. No sucedía lo mismo con España (puesto 15º) y Francia (12º puesto) que habían intentado, al menos, aportar mayor calidad eurovisiva a sus anteriores entregas.
Pero el micro-acristalado y premio mayor se lo llevó Lena y su “Satellite”, la representante de Alemania, con su primer puesto y 246 puntos. Era la favorita de las casas de apuestas y estaba incluida en mi personal y bastardo top 10 aunque el castigo al que habitualmente estaban sometidos los integrantes del Big Four creaba ciertos tambaleos de cara a las votaciones. Levantado, al parecer, el castigo (Reino Unido había ganado en 1997 recurriendo a Katrina & The Waves) otro país de los 4 que pasan directamente a la final puede recoger premio. Lena es joven y poco tonta pero las guiris alemanas son así. Le faltó pedir ‘sangría’ al recoger su premio.
Pero el micro-acristalado y premio mayor se lo llevó Lena y su “Satellite”, la representante de Alemania, con su primer puesto y 246 puntos. Era la favorita de las casas de apuestas y estaba incluida en mi personal y bastardo top 10 aunque el castigo al que habitualmente estaban sometidos los integrantes del Big Four creaba ciertos tambaleos de cara a las votaciones. Levantado, al parecer, el castigo (Reino Unido había ganado en 1997 recurriendo a Katrina & The Waves) otro país de los 4 que pasan directamente a la final puede recoger premio. Lena es joven y poco tonta pero las guiris alemanas son así. Le faltó pedir ‘sangría’ al recoger su premio.
Tenía una canción perfecta para radiofórmula muy en la onda pop que entorpece las neuronas juveniles. Éxito en su tierra natal instantáneo que auguraba repercusión europea también inmediata que ya se había visto en Suiza y Austria con esa chica-satélite que orbita alrededor de su amor como una moscardona obsesiva. La letra es bastante light pero esconde cierta perversión y atracción fatal. Lena seguramente acabe decapitando a su amor sobre el que orbita a lo “Nekromantik 2” de también un compatriota suyo, Jörg Buttgereit. A Urribarri le parecía un tema pop intrascendente cantado por una joven que estuviera con sus amigos en un karaoke. Desparpajo y soltura, espontaneidad y alevosía. ¿Será ese el misterio del éxito eurovisivo?
Como esto es un blog bastardo vamos a realizar unas nuevas revelaciones. A los noruegos no sólo se les coló un espontáneo sino varios. Veamos estas imágenes inéditas y bastardas.
VERSIONES ESPONTÁNEAS ALTERNATIVAS
1.- Soraya por aquello de la venganza del desplante que sufrió el año pasado. Ella estaba allí para cubrir a David y salió rauda y veloz para cubrir al espontaneo. Efectivamente, España vive poyeya.
2.- Karmele iba a realizar un contrafestival pero era su coartada para el mayor y más infame delito después de atreverse a subirse a un escenario sin saber cantar ni bailar. Intentó cantar su hit “Soy un tsunami” pero se olvidó de la letra y de la coreografía. Atentado fallido.
3.- ¡Bin Laden ha aparecido! Se dirige al público en perfecto inglés: «Tengo estos explosivos en mis manos pero no voy a utilizarlos...¿Por qué? Porque voy a cantar ¡Carol de John Cobra!» NooooooOOOoooooo! Esto sí que va a ser la BOmBA!
4.- Belén es la reina del pueblo y no hay que dar más explicaciones para que estuviera en ese escenario. Vale? Me entiendes?.
5.- Darth Vader es el puto amo. Y punto.
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