lunes, 24 de julio de 2017

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Juego de Tronos (7x02) Stormborn (Bajo la tormenta): El ‘príncipe’ prometido traerá el alba


La séptima temporada de “Juego de Tronos” va a tener que asimilar, tras su esperadísimo ‘season premiere’, que su condición ha cambiado. No solamente la cuestión es que estamos ante su penúltima entrega —y la perspectiva de un clímax final se aproxima— sino que los habituales diez episodios han sido comprimidos en siete. No hay tiempo que perder y, por el contrario, sí mucho que contar… De este modo, “Stormborn (Bajo la tormenta)” comienza a posicionar rápidamente el tablero de juego que representa a los Siete Reinos y en el que las alianzas suelen ser más definitorias que el músculo implícito en toda declaración de guerra. El segundo episodio de esa séptima temporada de “Game of Thrones”, por lo tanto, va a desplegar tanto las mejores esencias del espectáculo de HBO como un entramado de arcos argumentales en desarrollo. En cierto modo, aquí la idea es que el público se entregue a Arya Stark —pese a ser una consumada y sádica asesina múltiple— y que Meñique comience a estar demonizado… más de la cuenta. La guerra de reinas es obvio que nos revela a una Cersei Lannister metida en su papel en los márgenes de ese Trono de Hierro —y sus sibilinas artimañas para mantenerse sentada en el mismo— mientras que, por el contrario, la Madre de Dragones está comenzando a sacar su incandescente furia interior. Con ese material, sumando la llegada del Rey de la Noche y los intentos de Jon Nieve para detener su avance, “Juego de Tronos” tiene los condimentos necesarios para adaptar un gran número de tramas y personajes puestos en marcha. “Stormborn (Bajo la tormenta)” se ciñe a ese guion pero no olvida que parte de la audiencia vive de sorpresivos giros de guion e impactantes muertes junto a dosis épicas y sangrientas… ¿Nos ha dado todo lo que pedíamos el segundo episodio de esta penúltima entrega de la serie de HBO?

Vayamos a uno de los principales ejes de la acción y al inaugural elemento, que sirve para retomar el desenlace de “Dragonstone (Rocadragón)” (7x01). Ese «¿comenzamos?» irónicamente vuelve a ser el eco y motor de inicio de un episodio que desea equilibrar las muchas tramas dispuestas para la ocasión. “Juego de Tronos” desea justificar por qué Daenerys Targaryen no va a tomar (con todo) Desembarco del Rey y establece un círculo vital alrededor de la khaleesi desde su propio nacimiento hasta este significativo retorno y origen. Una gran tormenta, que hostiga Rocadragón, es un potente elemento tanto en la puesta en escena como un complemento shakesperiano y metafórico respecto al principio de la Targaryen. Su llegada al mundo (que representa Poniente), su regreso al mismo. La tormenta ha llegado a Poniente y la síntesis de Daenerys de la Tormenta entabla una comunión con el escenario. El busto y estatuas de esos dragones, que evocan a Quetzalcóatl (la legendaria serpiente emplumada maya), han quedado salpicados por esos tambores de guerra que ahora resuenan en los cielos. Tyrion Lannister tiene un brillante plan para conquistar los Siete Reinos y pasa por utilizar la alianza que se ha forzado con la Casas Tyrell y Dorne. Daenerys es consciente de que sus adeptos no están allí por su cara bonita sino que se han sumado a su conquista por el hecho de destruir a un enemigo conjunto: los Lannister. Es evidente que La Que no Arde no desea seguir los pasos de su loco padre y reniega reinar sobre cenizas —y convertir todo en un gran matadero— pero se plantea la lealtad de sus consejeros. Recordemos que Tyrion se enfrenta a sus propios hermanos —y nos queda por confirmar qué hará cuando se reencuentre con Jaime— y que Lord Varys siempre ha ceñido su supervivencia a un juego político en el que ha servido a variopintos monarcas siendo él mismo una constante a tal efecto. Varys descubre que si no le gusta un rey hará lo posible para coronar a otro ya que, sabiamente, no sirve a los monarcas sino a ese pueblo que sufre al déspota de turno que lo gobierna. Asimismo, Varys hizo su elección tiempo atrás porque Daenerys es la mejor opción para los ciudadanos de Poniente y, de este modo, ambos entablan un juramento: Varys prometerá que dirá a su reina cuándo ha fallado a su pueblo siendo la traición castigada por fuego…


La tensión se rompe con la llegada de Melisandre y esa visita en la que la Araña recuerda a Stannis y el fracaso de su anterior visión y cruzada. Resulta irónico que una mujer experta en quemar vivos a otros (para una finalidad mayor) entable un diálogo con otras personas que han basado sus acciones en ese mismo fogoso sacrificio. Vamos a ver a la Sacerdotisa Roja todavía atormentada por los crímenes injustificables que cometió en el pasado y que ciegamente la condujeron a un exilio sin retorno. En cierto modo, que veamos al personaje conversar en Alto Valyrio sirve a los escritores para plantear su proposición de conmemorar esa profecía alrededor del Señor de Luz. Las profecías son peligrosas… pero todas aquí tienen un papel que desempeñar y da la impresión de que los destinos de Jon Nieve y Daenerys Targaryen se encuentran entrelazados para combatir al Rey de la Noche. La Larga Noche está cerca y solamente el príncipe prometido podrá salvarlos a todos. Missandei aportará esa jugada al planteamiento de los escritores y por qué la elección del idioma en el que fue depositada la profecía: la palabra príncipe no tiene género en Alto Valyrio y podría referirse tanto a un príncipe como a una princesa. ¿Quién será de los dos? Es evidente que Melisandre ya no confía plenamente en sus visiones y se niega a confirmar quién es aquel o aquella que osará tan título y calificación. La sacerdotisa roja ya propone a Daenerys, por lo tanto, que tendrá que convocar a Jon Snow y Tyrion ve con buenos ojos la acción al alcanzar el bastardo el poder en el Norte y convertirse en un valioso aliado. Daenerys, no obstante, sigue más interesada en la prosternación que dejarse guiar por profecías y esa otra amenaza que ve demasiado alejada del foco en el que está dirigiendo todos sus esfuerzos: conquistar Poniente y acabar con los Lannister. 


En “Stormborn (Bajo la tormenta)” hay temas que pendientes que tratar y, aunque los escritores facilitan la transición del montaje a ese encadenado de monarcas que suponen ahora mismo los frentes de poder en Poniente, me gustaría seguir insistiendo en la estrategia de Daenerys y los suyos. Era esperada la integración de todos esos aliados en una misma sala y, sobre todo, el encuentro entre Olenna Tyrell y la Targaryen. Es evidente que la provecta experta en el juego de tronos ha sobrevivido al paso del tiempo ya que dejó de escuchar (menos) a los hombres inteligentes a su alrededor. La anciana propone a Daenerys que abrace realmente aquello que es en su interior: una dragona. Estas palabras seguramente tengan sentido por el inteligente plan que ha preparado Tyrion a modo de estrategia ganadora para vencer de un modo diplomático y con el menor número de bajas posibles. Invadir Desembarco del Rey con ejércitos extranjeros, como los Dothraki o los Inmaculados, no servirá para limpiar la dañada imagen de la Rompedora de Cadenas frente a esos señores de Poniente que dan la impresión de definir la contienda. Al fin y al cabo, la paz en los Siete Reinos siempre se ha consumado por alianzas. Tyrion desea sitiar Desembarco del Rey pero con las fuerzas de Dorne y los Tyrell utilizando el transporte de la flota Greyjoy. Mientras tanto, los Inmaculados atacarán y tomarán Roca Casterly como elemento psicológico e incluso emblemático de cara a la contienda con los Lannister. ¿Seguirá la hija de Aerys II Targaryen el consejo de la Reina de las Espina y sobrevivirá a todos esos hombres inteligentes, como Tyrion, al no hacerles caso? ¿Los Señores de Poniente son ovejas y solamente entienden el terror o, por el contrario, la diplomacia es la solución? ¿Es hora de ser un dragón o un hábil e inteligente león para acechar a la presa? 


Resulta curioso que viajemos a Desembarco del Rey para que Cersei nos ofrezca ese contraplano de las fuerzas enfrentadas y la reina mueve piezas en el tablero y demoniza las acciones previas de Daenerys (olvidándose que esos nobles a los que crucificó eran esclavistas). Cersei sabe que la preocupación de los nobles son los tres dragones y que Aegon conquistó con uno de ellos tiempo atrás Poniente. En esa reunión están los Tarly y nos casualidad ya que todos tienen miedo a Cersei y, de este modo, se revela esa inteligente contraposición en los movimientos de las reinas. Pocos, no obstante, ya se fían de los Lannister y no por el Matarreyes. Los Lannister han cometido errores terribles en contra de la lealtad y Randyll Tarly recuerda todas las traiciones de los leones a Jaime. Aquí el objetivo, no obstante, es Lady Olenna a cambio de un título como el Guardián del Sur para los Tarly. Ya sea Dickon/Rickon. Mientras tanto, Qyburn ha estado trabajando en un arma contra los dragones utilizando como prueba uno de los grandes cráneos de los dragones de Targaryen que todavía yacen en las catacumbas de la Fortaleza Roja. ¿Será válido el experimento con los restos de Balerion, el Terror Negro, o utilizar el cráneo de Aegon el Conquistador no es olvidar otros elementos del organismo de la bestia? Qyburn confía en la vulnerabilidad de los dragones de Daenerys debido a que Drogon fue herido en Meereen. Una gran ballesta, nombrada como escorpión, es la esperanza de Cersei para acabar con esa amenaza que impide la plena confianza de los nobles a su causa. El terror, de nuevo habla… 


“Juego de Tronos” también rememora ese backstory que recuerda a los personajes y la historia de amor de Missandei y Gusano Gris. El Inmaculado parte Roca Casterly y se instaura una despedida… Gusano Gris no quiere enseñar a su amada aquello de lo que se avergüenza y que le impide ser ese ‘hombre’ que espera todo mujer. No obstante, la dirección se centra en primerísimos planos de esa pareja para romper esa imagen de la serie de HBO como un mero cóctel de fornicación y desnudos. Mark Mylod ha planificado una secuencia intima en la que los personajes puedan expresar su amor con ese relevo y correspondencia en sus miradas y maniobras eróticas. Esa sensibilidad formal también pudiera trasladarse a la trama de Arya en la que el reencuentro con Hot Pie, en la Posada de la Encrucijada, revela que ambos han sido supervivientes que han encontrado su propio camino para seguir adelante. Es obvio que el de Arya ha sido mucho más oscuro y cruel y prueba de ellos es esa indiferencia como si la joven se comportara como una autómata… salvo para algún chiste de emparedados… La cuestión es que el destino de Arya sea puesto a prueba y su camino a Desembarco del Rey se vea truncado al enterarse que los Bolton murieron y Jon Nieve ganó la Batalla de los Bastardos. La llamada de la sangre cobra sentido en Arya y, de nuevo, su conflicto consiste en ver cómo recupera su humanidad con sentimientos. Arya, sin embargo, sigue siendo un témpano de hielo en sus frías emociones y los escritores han planificado un encuentro en el gélido páramo donde ha acampado al calor de una fogata. Asediada rápidamente por lobos, surge una figura en una gran criatura que la mira fijamente. ¡Es Nymeria! El lobo huargo también ha crecido y aquí se establece una conexión entre la joven y aquella que fue un cachorro que tuvo que sobrevivir por sus propios medios. La idea es que Nymeria sirva como espejo cristalino (y alegórico) a través de las retinas emocionadas de Arya, gracias a una sobresaliente interpretación de Maisie Williams, cuando ésta invita a la loba a regresar junto a ella a Invernalia. Esa llamada no va a ser escuchada porque realmente se entabla un diálogo con la primera temporada en la que Arya no podía ser domada por su padre y, ahora, Nymeria ha hallado su propio camino una vez que se ha conocido a sí misma. No, Nymeria no es ese cachorro al igual que Arya es esa niña rebelde que pereció tiempo atrás. Tuvieron que dejar atrás tal condición. Ambas ya son lobos solitarios y supervivientes de ese mundo hostil. 


En Antigua tendremos el esperado encuentro entre Jorah, el hijo del difunto Lord Comandante Mormont de la Guardia de la Noche, y Sam. El Archimaestre Ebrose da la impresión de representar a aquellos eruditos que habitan en la Ciudadela y que dedican su vida a ser simples observadores de una historia que han de narrar (con el mejor estilo posible). Sam desea, por el contrario, interactuar y cambiar las cosas por sus propios medios. De este modo —y pese a los peligros de un tratamiento prohibido contra psoriagrís—, Sam se convertirá nuevamente en ese héroe anónimo que toda historia necesita y explicará a su paciente los motivos que le han llevado allí. Al fin y al cabo, Sam vio morir a Jeor y no desea que otro Mormont muera en su presencia. El problema es que debe arrancar la piel infectada con un bisturí y unas pinzas para aplicar un ungüento. En este trama (y nuevamente) los guionistas hallan un equilibrio entre el humor y el suspense (con dolor y licor por medio) bajo el mandato de ese comodín que se han convertido Sam. ¿Y no será él más príncipe prometido por todos los misterios que está descubriendo y que van a ser fundamentales para el destino de todos? 


Un mapa nos muestra el camino hacia Jon con una bella transición y en Invernalia tendremos las consecuencias de la convocatoria del actual regente del Norte para viajar a Rocadragón. Tyrion Lannister aprecia a Jon y éste tiene un gran odio frente a los Lannister ya que fueron aquello que acabaron con sus familiares. Es obvio que el precio a pagar es prosternase y que todo pudiera ser una trampa… No obstante, Sansa rompe una lanza a favor de Tyrion al no ser como los otros Lannister y Davos Seaworth comienza a forjar la alianza que cobrará forma con el mensaje de Sam respecto a esa montaña de vidriagón que esconde Rocadragón. El destino de Jon, desde luego, es acabar con el Rey de la Noche y va a ser incapaz de detenerse para viajar a ese lugar que puede ser la clave para una venidera e inminente batalla. Al fin y al cabo, Jon ha visto con sus propios ojos el ejército de los muertos y necesitan poderosos aliados para hacer frente a ese gélido mal reencarnado. Sansa se opone ciegamente a la maniobra de su hermano hasta que éste desata aquello que se esperaba respecto a su marca: Sansa es la única Stark en Invernalia y sus ansías de poder se verán mermadas al hacerse con el Norte en ausencia de Jon. Meñique, por su parte, aprovechará la visita de Jon a la cripta donde está la estatua de ese ‘padre’ que fue Ned Stark. Jon ha de aprender de los errores de ese hombre cargado de honor pero irónicamente veremos repetir el mismo movimiento violento sobre Meñique cuando éste declara sus sentimientos sobre Sansa. Hasta ese momento, Jon no tenía nada que decir a esa serpiente que desea cobrarse su aportación fundamental en la Batalla de los bastardos. ¿Hará caso Meñique a Jon y no tocará a Sansa a riesgo de perecer o, por el contrario, su movimiento es hacerse con el poder que ansía gracias a la actual Señora de Invernalia? Veremos qué ocurre cuándo Brandon y Arya aparezcan por el lugar. ¿Los Stark unidos jamás serán vencidos? 


En el frente conclusivo de “Stormborn (Bajo la tormenta)” veremos cómo los planes de Tyrion siguen su curso y las Serpientes de Arena son conducidas en la flota de los Greyjoy hasta la Lanza del Sol. El jugueteo sexual entre Yara y Ellaria forma parte de una distracción para una inminente batalla naval nocturna en la que algunas explosiones repentinas dejan claro que el buque de guerra de su tío Euron, curiosamente llamado El Silencio, se dirige a colisionar directamente contra su nave. “Juego de Tronos” despliega una nueva variación de filmación en un conflicto bélico para que veamos un baño de fuego y sangre debido al mayor número de hombres de los atacantes y todo el caos que se ha desatado. La pelea entre las Serpientes de Arena y Euron se saldará con la muerte de Obara y Nym, con sus propias armas, a manos del sanguinario asesino que no se va a detener ante nadie ni nada… Es evidente que Euron está loco y sediento de violencia pero, pese a la adrenalina del momento, tiene un plan. Sabemos que tiene que llevar un regalo a su reina y Ellaria y Tyene son un perfecto trofeo. ¿O no es el idóneo broche para un ser que se alimenta de la venganza? En el otro plano familiar, se hallan el reencuentro de Euron con sus sobrinos y una pelea sin cuartel con Yara. No sabemos si esa gran hacha confiere poderes (?) a Euron pero consigue doblegar a todos y posiciona a Theon ante su conflicto primordial y recurrente: su cobardía. Con su hermana con la ‘soga’ (y filo) al cuello, Theon queda congelado al revivir en esos captores las atrocidades que él mismo vivió en pasado. Esas cicatrices latentes explotan con su decisión que no es otra que soltar su espada y rendirse a su amilanamiento saltando por la borda. A través de un Theon que flotan en el mar, veremos esa imagen rojiza teñida en la sangre derramada sobre el agua en la que el buque de Euron se pierde en un horizonte en el que solamente se respira humo y muerte. Nada a va salir como estaba pensado para el Team Daenerys y, entendemos, que esto solamente es el principio para una serie de catastróficas desdichas… 


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