John Wick (Otro día para matar): Todo sobre mi perro

“John Wick (Otro día para matar)”

Título original: “John Wick”

Director: Chad Stahelski y David Leitch

EEUU / China

2014

Sinopsis (Oficial):

John Wick es un antiguo asesino a sueldo de Nueva York que se había retirado de la profesión después de perder a su esposa. Pero, al descubrir la oscura trama que la mafia había planeado para acabar con él, arrebatándole lo que más quería, volverá a introducirse en el negocio, esta vez por su cuenta, para vengarse.

Crítica Bastarda:

La primera parte, alrededor de las peripecias de John Wick, podríamos definirla como un todo sobre mi perro. Un can puede convertirse en la razón para iniciar un camino de muerte, violencia y sangre y, al mismo tiempo, sintetizar ese conflicto referente a la pérdida sobre el film de Chad Stahelski y David Leitch. “John Wick (Otro día para matar)” también formulaba el regreso de Keanu Reeves a proyectos más sugerentes, como si esa historia sobre un ‘samurái’ retirado fuera una lectura insinuante dentro y fuera de la pantalla. John Wick representa esa muerte andante capaz de acabar con todos aquellos que se interpongan en su camino. Las apariencias engañan y ese antiguo asesino a sueldo dejó todo atrás por amor… pero el destino le dio un duro golpe. Un perro puede ser todo lo que le queda a un hombre para conservar su humanidad… No existe apenas más justificación que un puñado de escasas frases y un recital de coreografías y tratamiento estilístico posiblemente deudor de Nicolas Winding Refn. Una vez iniciado el camino de la venganza, no hay vuelta atrás para esa muerte que camina y asola todo a su paso. Es cierto que el cine de acción necesita premisas mínimas para poner en marcha sus acciones y la falta de pretensiones de “John Wick (Otro día para matar)” facilita un conjunto dedicado a su aspecto visual. Con líneas inteligentes de humor negro y un recital audiovisual, Chad Stahelski y David Leitch configuraron una de las películas de acción más reivindicables en su momento a pesar de ignorar lagunas de guion. ¿Bienvenidos al sinsentido argumental y a la ambición estética? ¿No es acaso la violencia un sinsentido escenificado por y para el cine?

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