[Aviso ◊◊] Después de cuantiosas sesiones de terapia y pastillas, el cuarto programa de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’ llegó para poner cachondo a todo el personal. Demasiado sexy, demasiado erótico, demasiado ‘ponno’ o, simplemente, demasiado. Piense que el ser bastardo que está escribiendo esto estuvo lúbrico perdido durante toda la review y tuvo que parar cada dos frases para masturbarse. No haga cuentas y viaje junto con los tróspidos al recuerdo de un capítulo marcado por el sufrimiento previo y el placer futuro. Con los aspirantes y ‘aspirantesas’ instalados completamente en ese templo del goce y fruición, comenzaron las peleas, los rencores uterinos y los celos pasionales. Fue la guerra… del sexo y para el sexo. Si no quiere acabar más salido que Alfonso Merlos viendo el final de “Boogie Nights” deje de leer inmediatamente esta crónica donde el traje rojo-que-te-la-cojo de Bruján Arguelles marcó el pistoletazo erecto de salida.
Olvídese del terror del remake castizo de “Bates Motel” previo y céntrese en ese irresistible sex symbol llamado David. Macho ibérico, animal dócil para completar la fantasía de cualquier mujer que lloraría por poder permanecer cerca de semejante partidazo y semental. Dudo que una ‘miembra’ del sexo femenino pueda resistirse a esa mirada indomable y completamente sensual. Mientras Úrsula se llevó a las futuras almas condenadas en sus ritos a Cthulhu a la compra de los productos que invocaría en una barbacoa, Ana y David mantuvieron relaciones libidinosas mientras fregaban platos y limpiaban… mmmmmmmmmmmmm… doblaban ropa… mmmmmmmmmmmmm… e incluso hablaban sobre los calzoncillos del soltero. Me corro. Mmmmmmmmmmmmm…
Ir de tiendas con Úrsula fue tremendamente pornográfico con la compra de hamburguesas vegetales de pollo y el despellejamiento de bragas (o braguitas) de Noelia por esa lavadora poseída por un primigenio. La barbacoa fue una irrefrenable orgía chupando caracoles y practicando ejercicios de kamasutra para relajar la vagina. Mmmmmm, ¡qué grande esa pelota para una entrepierna tan pequeña! Mmmmmmm. El problema, como siempre, fue el monólogo de invocación de Úrsula para traer al mundo terrenal a un dios lovecraftiano:
¿La has llevado a ese sitio tan mágico? Tan escondido… donde hay que hacer así para coger la piña… Y, a veces, ¡te he confundido con una piña!
Esta señora va a Corea del Norte a hacer un chiste y comienza la Tercera Guerra Mundial instantáneamente. Corramos un estúpido velo. Dicen que las piñas no son románticas. Dicen que la fornicación compulsiva es el mal de la sociedad actual. Dicen que si das un pico a mamá tienes complejo de ‘Dipo’ con algo de ‘hipo’. Dicen que besar es asqueroso y que fornicar te mancha y mancilla. Todo ESO lo dijo Noelia, que no se besa en la boca salvo que exista un pacto demoníaco entre dos personas y una de ellas esté poseída por una entidad sobrenatural. O algo así. Por ejemplo, el beso de Rajoy y Merkel para sentirse el poder. O algo así.
David Crazy Eyes, macho ibérico por ‘excremencia’, decidió expulsar a Oxama por no hablar ni opinar sobre sus calzoncillos. La rusa estaba allí para conseguir los papeles y robar la cubertería. Sabía hablar perfectamente español pero estuvo callada para vender su exlusiva al programa. Siguen en esta trama, puro sexo y destape nacional, Noelia, Ana y Mamén.
María José y Daniel (Markus)
MJ y Markus AKA Ambrosio nos condujeron al slasher soft-porn desatado con puñaladas de carne a discreción. Muchos esperábamos que Kitty, la perra-posesa asesina de la orca exiliada de Mordor, devorara a las candidatas a ‘putón familiar’ del modelo rumano del Carrefour de Marruecos. Nada de nada… los asesinatos del mono-rata serán parte del season finale y el cliffhanger episódico se produjo con la aparición de la hermana de Markus. Se llama Ana y se nota que es hija de MJ, la orca. Como dos gotas de agua, oigan.
La hermanarkus se llevo a las candidatas (y a su mamá) orca a recoger mariscos vestidas como en un Festival de Cine Erótico para demostrar que el crustáceo se recoge con la vagina y se deposita en un cubito de playa. Por ESO huele así, o algo así. Las divinas aprendieron rápidamente la técnica y consiguieron una fructífera pesca vaginal.
Ambrosio se citó con su pelo y Cristina. «Yo no puedo estar con gente fea. Si tengo algún amigo que me parece feo, poco a poco, voy dejando de quedar con él». Ay, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón. Ay, SPOILER: eres maricón, ¿verdad? Markus soltó la bomba: una aceituna equivale a comer tres cruasanes. Ay, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón. Ay, SPOILER: eres tan superficial como Markus. Ay, maricón, ¿verdad? Cristina fue clara: «¡Déjate el puto pelo!». Y también directa: al Andrés este de las toallas portuguesas me lo cojo y me lo como a una aceituna y tres cruasanes.
Después de todas las depravaciones made in Portugal, Cristina fue expulsada por hacer tantos spoilers. Ay, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón, maricón… Rocío, Rebeca y Sara AKA La Lagartona AKA El Putón Familiar Versión 2.0 siguen el camino hacia el porno familiar y/o el estómago del mono-rata hechicero de nivel 50.
Rosa y Sandro
Sandro, Míster Everything, busca macho en Sevilla. Su madre Rosa desea un futuro yerno que baje la tapa del váter, que no se mee fuera y no le deje todo cual baño público de Mordor. Sandro y Rosa nos regalaron una versión sofisticada y muy erótica de “Casino Royale”. Mientras James Bond se iba de cita con Ra, su mamá llevó al resto a ‘El Casino de Gines’. Tan arreglados y pintados como una ‘celebrity’ en la alfombra roja, descubrieron el lujo y esnobismo de un casino que no tiene que envidiar a la mejor versión de Hollywood. Yo no vi ninguna diferencia. No sé por qué critican si no saben de casinos ni de royales.
¿Y la cita? Ra quería beso en la boca y con lengua a Sandro. Sandro prefería esperar a confirmar si Ra es ÉL o ÉL es Vicente. Ra quiso matar a Vicente y apañar el asunto. Fin de la cita. Los celos, ante la llegada de la pareja, no se hicieron esperar y la tensión se palpaba en esos besos húmedos y erecciones bajo la mesa. ‘Flap, flap, flap, flap, flap…’, era el único sonido que se escuchaba por las noches en la casa de Rosa. Flap, flap, flap, flap, flap… De momento.
Rosa enseñó a los preten-den-dientes a jugar al cinquillo para dejar claro que su hijo es el activo de la relación y, en una sesión de invocación del espíritu del PP en la sala de reposo de Darth Vader, madre e hijo mostraron su desconocimiento por el futuro candidato… a decir adiós. La historia parecía muy creíble hasta que Sandro echó a Juan y se quedó con el elfo doméstico de ‘Harry Potter’ y primo segundo de Marilyn Manson. Lágrimas. Sí, lágrimas. Y luego dicen que no hay guión… En fin. Fin de la cita. Vicente, Ra y José se quedaron en la casa de tu casa de mi casa de la que hace sentir en tu casa. Flap, flap, flap, flap, flap…
María Luisa y Rafa
En Marbella Civil War el duelo de sexo culminó con una guerra abierta y un final explosivo. Como suele pasar en el mundo del porno, primero fue la parte Disney Channel. Cristopher, el hermano pequeño del tróspido multimillonario, obsequió a las pretendientas con una clase maestra de baile. Él es el artista de la familia y su padre quería que fuera abogado, el que tenía hasta las rodillas colgado. Cristopher canta, baila, interpreta con sus múltiples registros obras de Shakespare y hace llorar... cuando su hermano saca la cartera y paga a su público, claro.
Christian Rafa Grey se fue de cita con Anastasia « Sandra» Steele previo plátano. El plátano… Mmmmmmmmmmmmm. El plátano. El resto de niñas fueron llevadas por la Condesa Drácula a una sesión de bondage de divineo. ¿Y qué iban a hacer? Repartir ‘folletes’. Folletes por aquí, folletes por acá. ¡FOLLETES! Folletes por aquí, folletes por acá. ¡FOLLETES! MMMmmm Folletes por aquí, folletes por acá. ¡FOLLETES! MMMAAHHH Folletes por aquí, folletes por acá. ¡FOLLETES! AAADJADSJADSASJSA ¡Me corro! Como en todo ‘follete’ hubo reparto. Esta vez entre Dely, princesa de Lavapiés, y la vampiresa de Timbuktu-Alcorcón.
María Luisa explicó a Rafa lo que ha ocurrido en el bondage-parking:
Aghadslkhsaflk ahsjhggg dfhfsasg gsajkhfsagf DEkuadsdsffdsggg aSasfjhg shgdjgdashjgsahjgsa ggdagsggggasljdajd jsadjkfsghsaghga llewjsdjsdakjdsakljadlk aklshdaslhd kashhhh hhhhhhh-tt99www-ggggggggaareerwwe ggghhhvadjhasjkgas sutydiuaydiuaysjga saasjdslkjasfkl. Finggg.
Tras aclarar todo con su madre, Christian Rafa Grey se llevó a sus pretendientas a tomar sangre espumosa de na'vi y regalar un collar de la expulsión a Dely con unos azotes previos. Como suele pasar en BDSM se pasa del amor al odio y al llanto. «Rafa es un pánfilo y un pelele». Giro de cabeza. «Me ha hecho daño pero no puedo hablar mal de él». Giro de cabeza. «Es un mentiroso y un falso, es que me da asco, si pudiera le escupía en la cara. Y las otras me la soplan porque son unas frescas, unas lagartas y unas cerdas ahora mismo le tengo un asco…», ha afirmado entre lágrimas y giros de cabeza. Menos mal que no quería hablar mal de él. Menos mal.
P.D.: Las lágrimas se evaporaron cuando por allí desfiló otro tipo con un polo de imitación y un billete de 50 euros en la cartera. Sara, Claudia y Sandra continúan con la búsqueda del cuarto oscuro de Christian Rafa Grey aunque sepamos que acabarán degolladas en la bañera de la Condesa Drácula.
Estrella y Diego
Sex-sex- sex- sex- sex- sex- sex- sex- sex- sex- sex-plotation… AHHH! Me corro.
Con una mezcla del Instituto Kitano y la escuela clásica de Hitchcock-cock, Diego decidió sumir en la desesperación a sus ‘muses’ para alcanzar un nuevo registro y variación en su arte tróspido. Ana AKA La rusa falsa-villana-tetona, Yasmina, Ivana y Bea tuvieron que lidiar con el desayuno y el alcohol. Estrella no quiere botellas de alcohol en su nevera. Repito: NO QUIERE botellas de alcohol en su nevera. Ni cerveza, oigan. Ahí el único alcohol que se bebe es el sudor de Diego. O su saliva que, al parecer, tiene estupefacientes. Ana, aspirante a ‘muse-bitch’ y con el tanga más fino de Spain, soltó su perla intimidatoria:
Quiero vodka para untármelo por el cuerpo y que Diego me lo lama.
Estrella contraatacó (mentalmente):
Lo que va a hacer Diego cuanto te untes el vodka por tu cuerpo ‘puti-ruse’ es echarte una cerilla encima.
Diego se fue de cita con Yasmina y la envidia se apoderó de Cáceres. Sus ‘muses’ quieren a su director desesperadamente y Diego utilizó el vació psicológico, la falta de alcohol y la convivencia con su madre para someter a sus futuras actrices a la presión que vivirán en el rodaje. En la cita, Yasmina sacó la bisexualidad y un encierro en un correccional de mujeres lascivas y desnudas (o algo así) para dar rienda suelta a la mente de Diego… que no dudó en llevarse la mano debajo de la mesa y bajarse la bragueta. Yasmina relató su triste historia y Diego subía y bajaba sus pellejos disimuladamente mientras miraba con fijación ese rostro que recibió toda clase de castigos sexuales cuando fue reclusa. «No sé lo que me dicen, pero algo me dicen». Flap, flap, flap, flap… Hubo un beso apasionado con el que Diego terminó de escribir su guión con su propio semen y fantasía empapada en pasión.
Con los pantalones mojados y dados de sí, Bea sospechó de la traición. Ya no era la única ‘muse’. Yasmina también vio de manera rara a Bea y, entonces, se confirmó un hecho incuestionable: la saliva de Diego es pura y adictiva ‘droja’.
Estrella dejó claro a su hijo que quería a la ‘zorra de la rusa’ fuera de allí. Se lo ha repetido unas 9.698.574 millones de veces cada programa. Ivana y su fantasma jedi son las favoritas de la mamá. Diego… todavía… no se ha enterado. Y, entonces, llegó el maestro del ‘suspenser’. Diego llevó a sus ‘muses’ al monte Everest de Cáceres vestidas de ‘fruta’ en blanco y con tacones más altos que Pau Gasol. Llegaron vivas aunque magulladas y con las bragas empapadas de sudor escandinavo. ¿Cómo pueden reaccioner? El mieder, el suspenser, Ana, ¡ZORRA!, ¡FALSA!, ¡TETONA!, ¿QUÉ?, ¡ES EL ECO!, mieder, suspenser, Diego no echa a nadie... La bomba no explota. El supenser... Ana, ¡ZORRA!, ¡FALSA!, ¡TETONA!, ¿QUÉ?, ¡ES EL ECO! Siguen todas. ¡ES EL ECO!
En el próximo programa volveré a ir a terapia y pedir a mi especialista que me cambie la medicación.
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