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lunes, 9 de octubre de 2017

Blade Runner 2049: Explicación de Blade Runner 2049 de Denis Villeneuve, el mayor hype del año

“Blade Runner 2049”
Director: Denis Villeneuve
EEUU / Reino Unido / Canadá
2017

Sinopsis (Página Oficial):

La trama se desarrolla treinta años después de la icónica primera película, cuando un nuevo cazareplicantes, K (Ryan Gosling), saca a la luz un secreto enterrado durante mucho tiempo, capaz de arrastrar lo que queda de la sociedad al caos más absoluto. El descubrimiento de K le lleva en busca de Rick Deckard (Harrison Ford), un antiguo blade runner de la Policía de Los Ángeles desaparecido desde hace décadas.

Crítica y Review Bastarda (contiene destripes, teorías y conspiraciones):

1.-Prólegomenos bastardos.

Hablemos sin filtros de la esperada “Blade Runner 2049”. Como recordatorio sirva remarcar que este post nace para dar una voz a aquellas personas que nos hemos sentido insultadas y/o decepcionadas —en mayor o menor medida— con el filme de Denis Villeneuve. Si usted es un fanboy de la película y/o del director, de esos que dedica diez horas al día a predicar su palabra totalitaria por la red, déjeme decirle que puede expresar libremente su opinión… (una que ya conocemos) fuera de este lugar. Tiene redes sociales para aburrir y lugares en los que depositar —o defecar, según se mire— su basura radical. Aquí no es bien recibido, ya que este espacio pretende ser un oasis y refugio para las víctimas traumatizadas con la continuación de la cinta clásica de Ridley Scott. Dentro de poco formaremos una asociación, me temo. Si es un tali-nazi-fan, deje de leer en este preciso punto. Es por su bien, de verdad. No obstante, si decide proseguir repase consecuentemente aquello que se le expone al final de artículo. Luego no llore. Deje de quejarse e insultar al vacío cuando ya estaba avisado desde un principio que este es un recinto protegido a sus ataques y bilis explosiva. Se le recomienda tratamiento psicológico inmediato.


2.-¿Por qué tan serio?

No sé hasta qué punto un autor tiene que proteger su opinión como si temiera pasar por el mismo proceso por el que transitó Juana de Arco. Una opinión sobre un objeto artístico es una opinión. No existen más dobleces. Las hay de todos colores. ¿Es tan difícil de entender o la cuestión es imponer a golpe de cyberbullying de patio de guardería un único pensamiento? Sí considero que todo lector tiene derecho a saber quién se está expresando y por qué lo hace. Para empezar, no soy un ‘hater’ de Villeneuve porque Incendiesy Enemyme encantan e incluso disfruté conPrisionerosoSicario. Mi problema con el director canadiense no son las formas sino los últimos libretos con los que ha trabajado en las cintas que cierran su filmografía. Tanto La llegada como la presente “Blade Runner 2049” me producen sentimientos enfrentados. Por un lado, disfruto con sus sendos trazados audiovisuales y aportaciones fílmicas pero, por el contrario, no dejan de crearme repulsión por sus absurdos argumentales y estupidez integral en sus planteamientos para enmascarar una trascendencia inexistente. De acuerdo, se trata de ciencia ficción pero no lógica ficción. ¿Se me entiende? Hay que conocer aquella historia que se está contando y las reglas internas que la articulan. La ciencia es irrelevante más allá del debate. Del mismo modo que Christopher Nolan en Interstellartenía claro aquello que deseaba narrar al espectador —por ridículo, pretencioso y estúpido que fuera—, intentar dar un sentido al leitmotiv de “Blade Runner 2049” —así como la lógica dentro de los personajes— resulta tan contraproducente como imposible. Nada, simplemente, tiene sentido. Los mismos que se aferran al manual del género como escudo ante cualquier ataque son los mismos que irónicamente lanzan piedras sobre Prometheus, Alien: Covenant o las cinco partes de Sharknado. O seguimos la lógica aristotélica o acabaremos en un relativismo claramente irracional. Esa confusión generalizada es el peor mal que acecha a los espectadores del cine actual ya que defienden, como si la vida les fuera en ello, auténticas imbecilidades monumentales. Creo que se puede afirmar, sin pudor, que una película repleta de lagunas de guion y fallos argumentales te puede encantar. No hay que rasgarse las vestiduras y nunca creo que haya sido el problema. Precisamente “Vértigo (De entre los muertos)” de Alfred Hitchcock, el filme favorito de la crítica de todos los tiempos, no es en absoluto ajeno a tal concepto. ¿Por qué, entonces, negar lo innegable? ¿Por qué destruir una propuesta como “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” por una nevera cuando en “Blade Runner 2049” tenemos una noción y tratamiento de la ‘radiación’ similar? ¿Por qué toda esa hipocresía? Sea como fuere, tanto “La llegada” como “Interstellar” no me desagradan por sus muchas incongruencias y absurdos argumentales sino por el estúpido y ridículo discurso que plantean. En el caso de la presente cinta de Villeneuve no sé ni siquiera aquello que desea contar, acrecentando mi animadversión hacia un libreto que tiraría literalmente a la basura por sus diversas lecturas ambiguas y disparatadas.


3.-La historia.

Para entender el universo que plantea “Blade Runner 2049”, aparte del filme original, hay que ver (aunque no sea obligatorio) los cortos “Blade Runner: Black Out 2022”, “2036: Nexus Dawn” y “2048: Nowhere to Run”. El primero, dirigido por Shinichirô Watanabe, quizás sea el más completo para ver los motivos que llevaron a los replicantes a rebelarse frente a los humanos. Los supremacistas comenzaron la persecución de replicantes mediante algunos registros existentes. Algunos de estos seres artificiales decidieron trazar un plan para conseguir materializar un gran apagón que dejara a la humanidad en las tinieblas. Aparte de recordar bastante a “Animatrix”, el cortometraje deja el poso de la mitología de la actual propuesta: Tyrell Corporation quebró y el enigmático Niander Wallace se hizo con el control mundial gracias a sus avances y revoluciones sobre la agricultura para lidiar con la hambruna. Su plan, desde entonces, pasa por perfeccionar a los replicantes como esclavos que ayuden a la humanidad a expandirse por todo el universo. Parte de su plan, entendemos, es dar caza a los Nexus-8 que todavía se ocultan, ya que entendemos que la sociedad no podría permitir la existencia de seres inteligentes y artificiales que pudieran revelarse. Los aires de grandilocuencia del propio Wallace, además, deseaban borrar toda huella en la faz de la tierra de Tyrell Corporation. Él ya es el único dios que pisa el plantea. En la Wikipedia hay un resumen y son 755 palabras… dejando ese sentimiento en muchos espectadores por qué una historia así se fue a un metraje de más de 160 minutos. Que internet comience a llenarse de críticas de personas calificando a “Blade Runner 2049” de «aburrida» y «pretenciosa» no es tan poco algo baladí. Las altas puntuaciones, debido al hype, en Filmaffinity e Imdb van a comenzar a caer cuando el público general se tope con la soporífera realidad. La ‘floja’ taquilla en su estreno en EEUU ya avisa de que no es un producto para todos los paladares… La razón es que Villeneuve se ha volcado en las imágenes y la atmósfera para construir su propia oda audiovisual. No es evidentemente el problema sino una historia que se desarrolla en 2049 en la que vemos que los replicantes ya forman parte de la sociedad… pese a ser insultados constantemente y formar parte de una lacra social. Los «pellejudos» volvieron a convertirse en los esclavos de la humanidad, siendo diseñados en esta ocasión para obedecer. De este modo, los seres humanos podrán sobrevivir. Ellos son nuevamente el sacrificio a pagar. 


K es un Blade Runner que da caza a los suyos y al acabar con Sapper Morton activa una serie de piezas que comprometen incluso su identidad a través de sus recuerdos. La idea es que unos restos humanos, que se encuentran en el escenario inaugural, suelten la bomba argumental: Rachael y Deckard tuvieron un hijo y la replicante murió en el parto. Ese ‘milagro’ del que hablaba Sapperd dinamita el comportamiento de K y su superior, la tenienta Joshi (Robin Wright), le ordena destruir todas las pruebas del caso y acabar con la existencia de esa criatura. Si el mundo es conocedor de que los replicantes pueden reproducirse, la guerra será inminente. Bajos los márgenes de esa proposición, el libreto de Hampton Fancher y Michael Green trata de replicar la cinta original y buscar los ecos en el actual universo mediante reproducciones. Este post no es un review de la película al uso sino un texto para adentrarse en sus incongruencias, así que vayamos a la materia. 


4.-Mi opinión.

Denis Villeneuve ha entendido el ADN visual de la película de culto de Ridley Scott y desea adentrarse en ese mundo en el que las dudas existenciales y la esclavitud está a la orden del día. El autor invoca a “Stalker” de Andrei Tarkovsky y desea destruir las convicciones de los espectadores sobre las secuelas de la gran industria cinematográfica estadounidense. ¿Adiós al blockbuster tal y como lo conocíamos? También existe una clara necesidad de retorcer la distopía hacía otras mecánicas más oscuras y condensar la autoría del cineasta en una gran oda audiovisual respaldada por la banda sonora de Hans Zimmer. Villeneuve también quiere aportar gracias a la extrañeza visual de la tecnología inherente en su obra. Desde una secuencia de sexo, partiendo del sincronismo de entidades, hasta distorsiones de la cultura pop, “Blade Runner 2049” funciona por su fuerza y belleza audiovisual. Considero que Joi (Ana de Armas) podría sostener una secuela de Herpero el filme no desea ir por esos lares. Y es una pena ya que la historia romántica entre un holograma y un androide podría ser un gran episodio de Black Mirror. Precisamente aquí la manifiesta ambigüedad del discurso funciona mucho mejor. ¿Había realmente amor o todo era un acto de programación por parte de un producto diseñado para dar a su propietario aquello que desea? Seguramente Villeneuve quiera satirizar la utilización sexual de los cuerpos femeninos y utilice en el clímax de la secuencia de sexo el ‘product placement’ como finalidad de un orgasmo social. Aquello que también aprovecho para reclamar a la productora/distribuidora es que tendrían que sacar una edición especial en la que ningún personaje hablara para evitar escuchar tonterías existenciales para ‘dummies’ y demás cháchara plúmbea. El guion no es un acto de estupidez absoluta sino un insulto para aquellos que amamos la ciencia ficción alrededor de planteamientos sobre androides e inteligencia artificial. Después de lo esbozado en “Battlestar Galactica (BSG)”, “Matrix”, Ex Máchina, Westworld, “Black Mirror” o Humans (entre muchas propuestas) aquello que se desarrolla en esta película no deja de ser completamente un acto mentecato e ilógico; pura vergüenza ajena que paso a detallar.


5.- ¿Milagro o deux ex máchina? 

Vayamos a los innumerables problemas del libreto de Hampton Fancher y Michael Green. Todo parte del ‘milagro’ que puede suponer que los replicantes puedan tener hijos. Tal hecho destruye las convicciones de Niander Wallace sobre sus límites creativos y científicos alrededor de sus ‘ángeles’ y, al mismo tiempo, supone para el movimiento de libertad replicante una vía para iniciar una revolución. Bien, todo esto es muy estúpido por motivos que ahora desarrollaré… pero aceptamos el punto de partida como un ‘milagro’. Aquello que sí es un deux ex máchina es el resto de recursos de guion. Partiendo de esa flor que surge de la nada, que inicia todo para más inri de manera gratuita, la payasada que perpetran los escritores no tiene límites. Pensemos en el que los replicantes, al descubrir que pueden reproducirse, se dan cuenta de que son verdaderamente iguales a los humanos. Bien, ese concepto es una falacia absoluta. Lo primero es que ningún otro replicante ha conseguido engendrar a una criatura precisamente porque Rachael era una creación especial y experimental de Eldon Tyrell a todos los niveles. No hay otra igual y suponemos que no existirá una ‘réplica’ idéntica muy a pesar de Niander Wallace. En este punto de la historia, Villeneuve desea dejar dudas sobre la verdadera identidad de Rick Deckard. ¿Es un replicante? Ridley Scott siempre estuvo a favor de esa teoría y resulta un poco contraproducente y absurdo que en “Blade Runner 2049” digan lo fácil que es en la actualidad saber quién no es humano para que el propio Wallace juegue en el guion con ambas posibilidades. ¿Desean que odiemos más a Jared Leto o todo ha de ser tan gratuito como patético? Tal vez Deckard fuera un replicante diseñado para quedar atraído irremisiblemente por Rachael y engendrar ambos un hijo robótico. Otra posibilidad, descarando las ciencias y las matemáticas, sea el implícito azar del destino. Aunque desarrollaré todos los absurdos planteamientos alrededor de Niander Wallace, no tiene demasiado sentido que el poderoso villano no inicie un reconocimiento no intrusivo de su nuevo espécimen para desvelar los secretos que en él se hallan. ¿Por qué conseguir a la criatura si tiene el ADN de los padres que la engendraron?


Sobre absurdos va una propuesta argumental sin ninguna clase de sentido y coherencia. ¿Es normal que un experto Blade Runner enseñe a un grupo de replicantes un montón de métodos para ocultar a su hija y no les diga que lo primero que tenían que hacer es deshacerse de los restos de Rachael? ¿Tiene sentido que esté enterada en el lugar del crimen? ¿Por qué no se mudó Sapper Morton para borrar sus huellas? ¿Por qué todos son tan estúpidos y dejan pruebas como un patuco en lugar más evidente? No pidan nada de inteligencia a un libreto repleto de deux ex máchina como únicas soluciones narrativas. La idea es plasmar en ese árbol esa capacidad de vida (la madera y la figura representativa) así como una fecha de nacimiento tallada (otra absurda prueba más a la vista) para activar en los recuerdos de K la posibilidad de que él pueda ser el hijo de Rachael y Deckard. El problema es que la historia no tiene ninguna clase de complejidad sino que el guion se limita a no dar respuestas claras. O es A o B. Y ambas opciones son estúpidas en la mayoría de los casos. Para colmo, los replicantes se comportan en la película (y por norma general) como androides de la saga “Terminator”. Y poco o nada aportan al discurso existencial de la obra salvo lagrimones en una oda al sadismo y la violencia. 


6.- Niander Wallace, el gran problema de “Blade Runner 2049”

En mi opinión, el mayor problema de “Blade Runner 2049” es Niander Wallace ya que destruye todo el discurso establecido alrededor de los humanos y replicantes y la relación de ambos con ‘Dios’. Wallace ejerce como un dios que ha creado a sus ángeles y da la impresión de renegar de las creaciones de Tyrell. Sus replicantes son mejores y más obedientes… aunque en el caso de Luv no sepamos a ciencia cierta sus prioridades para no dañar a humanos una vez que tiene una misión por parte de su amo. En cierta medida, podemos entender que Wallace ha diseñado un ejército de ángeles que le obedezcan solamente a él y el descubrimiento de que los replicantes puedan reproducirse no deja de materializar los problemas de la cinta. Para entender este error, basta con representar el conflicto del personaje: se considera un dios pero no ha podido descifrar el secreto de Tyrell para hacer que los replicantes puedan tener descendencia. Este planteamiento es absurdo ya que, como hemos comentado anteriormente, no deja de remarcar una debilidad. Es cierto que Wallace necesita que el número de esclavos crezca para expandirse por todo el universo pero, sin embargo, el desarrollo de un bebé no deja de ser contraproducente a tal efecto. El esclavo perfecto, desde un punto de vista racional, sería aquel que tenga una longevidad alta y que obedezca. Humanizar a los replicantes dotándolos de una nacimiento y unos recuerdos reales serían peligroso y el plan de Wallace sería rebatido por las autoridades tal y como planteaba el personaje que interpretaba Robin Wright. Aquello que desea hacer Wallace, por lo tanto, es absurdo… salvo que sea un envidioso que se considere inferior al intelecto de Tyrell, claro. 


Otra cuestión es lo que haría una mente brillante si realmente Wallace lo fuera: desarrollar una tecnología para crear más replicantes en el menor tiempo posible y que ésta pudiera ser trasladada hasta los confines del universo para producir un mayor número de esclavos ‘adultos’ y preparados para la causa establecida. Aunque aquí subyace el mito de Frankenstein la cuestión es el que el villano, interpretado por Jared Leto, no deba de ser una especie de robot de cocina (con supletorios voladores) que explica sus discursos grandilocuentes y reflexiones filosóficas como si estuviera atrapado en un filme mudo. Nada tiene sentido sobre sus elucidaciones transcendentales. ¿A quién se dirigen realmente salvo como elemento gratuito para romper la cuarta pared o hacer el eco sobre el ombligo de los guionistas? ¿Es que nunca contempló un plan B o tenía más ‘ángeles guerreros’ como Luv? ¿Por qué una mente tan brillante es un ser tan estúpido? Desconocemos hasta qué punto Wallace está limitado por sus recursos e incluso por sus propios conocimientos. Aunque si ha podido fabricar millones de replicantes… es un poco absurdo que no pudiera establecer un modelo que no pasara por reproducción interna de sus creaciones. De todos modos, Wallace entendemos necesitaba más a los padres (Rachael y Deckard) que a la propia criatura y no podemos comprender por qué no disecciona inmediatamente al icónico personaje interpretado por Harrison Ford. ¿Y por qué llevarlo a los puestos exteriores salvo para regalarnos otro deux ex máchina en una interminable lista? La verdad, nada tiene sentido en esa parte de la historia e incluso respeto al propio personaje de Leto salvo su evidente complejo de dios. 


7.- Stelline y la rebelión replicante

Uno de los grandes misterios de “Blade Runner 2049” es la Dra. Ana Stelline. La diseñadora de recuerdos dio una vía a K para pensar que podía ser ‘El Elegido’ pero, sin embargo, sus intenciones son todo un secreto para espectador. Para empezar no sabemos si ejerce como líder mundial de los replicantes en la sombra y si la cámara esterilizada, en plan “El chico de la burbuja de plástico” con John Travolta, es una mascarada para poder gestionar una revolución. Su extraño trastorno genético pudiera ser, por lo tanto, real o no. Teniendo en cuenta que era la hija de replicantes (o de un humano y una replicante) cualquier posibilidad podría ser una realidad. Tampoco el libreto pretende mojarse a tal efecto siguiendo la estela de ambigüedad expuesta. Independientemente de su condición, el mismo el personaje podría ser consciente de su naturaleza y haber iniciado a través de sus propios recuerdos una maniobra para conectar con los suyos. Se trata de una teoría. La propia Stelline reconoce que implantar recuerdos reales en replicantes está prohibido… aunque es obvio que ella lo ha realizado. Tal hecho, supone que la posibilidad de estar ante una cortina de humo es muy factible. No lo sabremos, desde luego, hasta que comprobemos si su sistema inmunológico expuesto al mundo exterior mataría a ese ‘milagro’. Teniendo en cuenta que pasó su infancia en un orfanato, repleto de virus y siendo un lugar escasamente higiénico, cuesta entender que su enfermedad fuera real. Otra posibilidad es que su desorden genético venía determinado por sus progenitores y despuntó al degradarse su organismo con el paso del tiempo. Todo es, al fin y al cabo, una gran nube de secretos. Otra teoría es que K sea un clon de Stelline o, lo que es lo mismo, un replicante al que le fueron implantados sus recuerdos (como a Rachael en “Blade Runner”) para iniciar una serie de acciones/reacciones. Es una posibilidad aunque no deja de ser una conspiración en la que desconocemos cuántos replicantes están implicados. Por mi parte, considero que no tenemos suficiente información. ¿Utilizan recuerdos ‘repetidos’ en los replicantes? Si es así, Stelline tendría una perfecta coartada para hallar una conexión con el resto de replicantes y, de este modo, destruir la idea de que tengan que ordenar a los seres humanos y al propio Wallace debido a implementar una duda existencial en los mismos: ¿he nacido o he sido fabricado? Considero que esa opción aclararía gran parte del argumento del filme y esas semillas de una gran rebelión, según indicaba Freysa, son claves para entender una parcela de la historia. Esta parte no creo que suponga un problema ni me molesta.


La cuestión es que la búsqueda de bebés-robots es un tanto ridículo por ambos bandos, ya que no deja de remarcar un concepto absurdo. En “Alien: Covenant”, David (Michael Fassbender) se planteaba la clara imperfección de su creador: no era inmortal y negaba a su propia creación la capacidad de crear. De este modo, lo coherente hubiera sido que los replicantes sostuvieran en su longevidad una vía para crear a otros como forma de romper las cadenas que simbolizaban su esclavitud hacia la humanidad. Es un tema tratado mil veces por la ciencia ficción y, precisamente, “Blade Runner 2049” ofrece una alternativa absurda. ¿Qué sentido tiene pasar por diferentes fases del desarrollo ‘humano’ en esos nuevos replicantes que harían perder años en el rendimiento de su trabajo? Está claro que el leitmotiv más evidente en la película de Villeneuve es la esclavitud pero, sobre tal proposición, existen varios puntos de interés o debate: 

A) Vimos un orfanato repletos de niños (y seres humanos) esclavizados. No tiene sentido que Niander Wallace lance un discurso sobre la evolución de la esclavitud y que comprobemos que en el año 2049 existen situaciones así. ¿No creó a los replicantes precisamente para eso? 


B) Los esclavistas querían que los esclavos tuviera descendencia para seguir obteniendo más ‘propiedades’ en el proceso y una vía para perpetuar ese enfermo ciclo. Este hecho resulta inútil en el marco en el que la ciencia pueda ofrecer la posibilidad de crear seres artificiales ya que no necesitaría la posibilidad de que los replicantes concibieran sino aumentar la producción de su número tal y como comentábamos anteriormente. 


C) Está claro que los bebés robóticos son un guiño a “2001: Una odisea del espacio” y a una evolución de la humanidad pero, tal condición, no deja de remarcar una nueva evidencia: ningún replicante en la actualidad puede reproducirse. Dependerían de que su enemigo, Niander Wallace, descubriera ese secreto que Eldon Tyrell se llevó a la tumba. ¿Es que acaso Freysa va a diseccionar a la Dra. Ana Stelline para poder perpetuar el sentido de su revolución? ¿De qué vale gritar al mundo que los replicantes son iguales a los humanos si éstos son incapaces tanto de reproducirse en el presente como de fabricar a otros? ¿No es todo tan estúpido como absurdo? ¿De verdad que alguien es capaz de defender un argumento así?





7.- Es hora de morir.

Quizás todo se resuma en el inicio de la crítica de Antonio Martínez para El Mercurio

Freysia, un personaje muy secundario en la trama, afirma que lo vio con sus propios ojos, y el personaje en cuestión es una mujer tuerta.

O sea: 

Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais… estando tuerta. 


O, lo que es lo mismo:

Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia nieve. ¿Es hora de morir (de la vergüenza ajena)? 

Ni siquiera la ambigüedad de la propuesta nos permite saber si K sobrevive o no… pese a tener que estar muerto… salvo que uno entienda la película como una secuela de “Terminator”, claro. La realidad es que K obtiene en un propósito el sentido de la vida, no en sus recuerdos (que no son fiables y suponen una realidad artificial). No es absoluto un tema nuevo y ha sido explotado mucho mejor en la brillante primera temporada de “Westworld”. Por no hablar de la cuarta temporada de Agents of S.H.I.E.L.D, que da mil vueltas a toda estas patrañas que han desarrollado Hampton Fancher y Michael GreenLo que hemos visto en “Blade Runner 2049” es una sucesión de sinsentidos y absurdos argumentales sin ningún sentido del ridículo y con deux ex máchina como resoluciones narrativas contraproducentes. No hay ninguna novedad sino proposiciones inferiores o directamente lamentables. Muchos nos hemos quedado como ese perro que no se sabe si es real o no: simplemente conviene darse a la bebida y no pensar en otra cosa. Que exista ya una teoría en internet que diga —gracias a las imágenes que está generando Stelline con la nieve al final de la película— que todo lo que vimos es un recuerdo, no deja de remarcar la posible tomadura de pelo por partida doble. ¿Es hora de morir (cerebralmente) con la película más idiota y estúpida del año (y audiovisualmente deslumbrante)?

¿He shido yo?


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9 comentarios:

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    1. Hola el Perro de la película!

      Es conocido que salir del alcoholismo es muy complicado para un ser humano. Para un perro, replicante o no, es un acto de fe.

      Entiendo sus sentimientos enfrentados:

      ¿Me como la salchicha de Harrison Ford o no?

      ¿Me voy de Las Vegas y me arriesgo a acabar como un artículo de venta al por mayor o no?

      ¿Ladro o bebo otro chupito de whisky del suelo?


      Es comprensible sus quejas y ladridos sobre lo poco que han aprovechado su personaje. Denis Villeneuve ha de estar aullando cada noche con todas las posibilidades perdidas.

      Mucho se habla del resto de personajes cuando poco se dice de qué paso con el perro de la película.

      Es toda una vergüenza y comprendo cada uno de sus ladridos al respecto.

      Esperemos que los fanáticos de este filme sepan diferenciar el auténtico dolor que usted como can ha desplegado en cada plano.

      El Oscar es poco.


      Gracias por su comentario y saludos bastardos.

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  2. Hola.
    Hay dos escenas en las que la secuaz de Wallace se emociona y llora. Cuando su jefe se deshace de su enésimo intento de crear una replicante fecunda, y cuando interroga a la jefa de K y esta le dice que ha eliminado toda relación con su subordinado, y termina matándola. ¿Se emociona porque ve frustrados sus instintos maternales o porque es tan fiel a su jefe que le afecta cuando ve peligrar sus planes?. ¿Qué te parece?

    Un saludo.

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    1. Hola Rafael,

      La película está marcada por la ambigüedad por lo que esas secuencias plantean si Luv se rige por sus instintos de replicante (proteger a los suyos) o salvaguardar las órdenes que le da su dios. Luv tiene que obedecer a Wallace pero si la teoría alrededor de Stelline es cierta sabemos que se han implantando recuerdos reales en la gran parte de todos los replicantes de ese misterioso milagro. Esa conexión emocional entre todos ellos es evidente y Luv se enfrenta a tal dicotomía: tiene que obedecer pero no puede reprimir sus sentimientos interiores enfrentados.

      Yo lo entiendo así.

      Gracias por el comentario y saludos bastardos

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  3. No sé que le pasa al Villeneuve de Hollywood, es cierto que sus anteriores películas no eran el culmen de la complejidad, pero la ciencia-ficción no le está sentando bien, a falta de sutileza, es recurrente en dar la misma explicación sobre lo mismo varias veces, parlamentos grandilocuentes pero intrascendentes, una investigación de mercadillo, no sé si es falta de riesgo por unos productores que no quieren arriesgar su capital en un producto que no resulte fácil o los estudios de mercado dictan que la sociedad se dirige al encefalograma plano, el caso es que aunque disfrutable desde el punto de vista visual y contemplativo, Villeneuve es un gran "hacedor" de imágenes, es insufrible desde el punto de vista intelectual, una oportunidad muy desaprovechada.

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  4. Segundo(Hijo único)17 de octubre de 2017, 9:22

    Esperen,si "la" hija era "el" niño del recuerdo implantado...¿Quiere decir que le dieron una paliza tremenda?
    ¿No se supone que siempre vivió en el holodeck desde que nació?

    ..
    ..
    ..
    Yo..
    ..
    ..pero..
    .
    ...
    ..♪♫♫♫♫suspicious minds♪♫♪♫

    ResponderEliminar
  5. Durante la proyección si tuve esa sensación que el guión no me cuadraba, alargues y desarrollos innecesarios, en fin… En ese momento no lo supe explicar de una manera tan certera como aquí. Para tal despliegue de arte, de talentos y de producción, es lastimoso que hayan frustrado esta posibilidad por un guion que queriendo hacer más, hizo menos…

    Algo tangencial: me fue imposible no hacer la comparativa de Theodore y Samantha (de la película "Her") vs K y Joi. Así en una de estas relaciones románticas no haya ningún ser humano involucrado, se supone que el espectador no sabía eso de antemano. knock-out por parte del dúo actoral Phoenix-Johansson a Gosling-De Armas.

    (*Spoiler Alert*) Lo anterior se ve exponenciado en el dolor mostrado por Theodore cuando Samantha decide dejarlo vs la perdida de K cuando le rompen el aparato (parecido a un cigarro electrónico) en el que llevaba a Joi.

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  6. Pensaba que era el único ser en el universo que no le encontró ningún sentido a esta película. Ni ver a la bella Rachael me resulto satisfactorio. Menudo chasco nos han introducido.

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  7. Mientras la humanidad busca crear vida artificialmente, al lograrlo sus creaciones se empeñan en reproducirse a la antigua. Blade Runner 2087 será Decard crucificado.

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