¿Llegará un nuevo amanecer para Rick y los suyos y, al mismo tiempo, para “The Walking Dead”? «¿Vamos a ganar hoy?», pregunta Michonne a Rick y nosotros también podemos cuestionarnos hasta qué punto el espectáculo de AMC puede seguir sorprendiéndonos o, por el contrario, ha sido víctima de su repetición de elementos y deficiencias pasadas. ¿Es una batalla ya perdida? ¿Merece la pena seguir luchando? El presente actual de la ficción que adapta los cómics de Robert Kirkman pasa por ver cómo los alexandrinos buscan suministros mientras que en su nivel mediático y de marketing también está haciendo movimientos para atraer de nuevo el interés general. ¿Es casualidad ese tour europeo que traerá a Rick, Daryl, Negan y Greg Nicotero a la capital española el próximo nueve de enero? Tal vez la idea sea volver a congregar a los feligreses tanto al otro lado de la pantalla como frente a frente a todo ese material viral que hizo grande al espectáculo que en España emite FOX. Quizás “The Walking Dead” en esta segunda parte de su séptima temporada tenga que comenzar a renovarse o morir siguiendo esas guías que marcan su material original. “Say Yes”, duodécimo capítulo de la presente entrega, remarca el precio que tienen que seguir pagando Rick y los suyos por sus decisiones pasadas mientras que los tambores de guerra anuncian la llegada de un nuevo punto de giro para todos ellos. Es obvio que existen dos comunidades que son determinantes. La primera viene de la mano de ese matriarcado con tolerancia cero ante nuevos visitantes que Tara descubrió en Oceanside (en el episodio peor valorado de toda la serie y que esperemos que justifique ese odio y narcolepsia provocada). El segundo lo aporta la Pandilla Basura dirigida por la prima fea de Milla Jovovich. Sus carroñeros van a ser fundamentales para plantar cara a Negan y necesitan muchas armas para llevar a cabo tal tarea. Mientras que Colonia Hilltop y el Reino permanecen neutrales, dentro de Alexandria crecen los nervios para derrocar a Negan de una vez por todas. ¿Qué nos ha revelado “Say Yes”?
En los avances pudimos ver a Rick y Michonne en lo que pudiera ser un homenaje bastardo a “Bienvenidos a Zombieland” y “El carnaval de las almas” aunque, como siempre, las apariencias engañan. En cierta forma, “Say Yes” desea jugar con ciertas armas del pasado de la serie que siempre conllevaron mucha polémica y controversia. Que se juegue en el presente episodio con la muerte de Rick no deja de remarcar ese arte de la manipulación que tampoco pudiera sorprendernos a estas alturas. La idea también es conjugar aquí cierto encanto por las apariciones supuestamente místicas en un mundo marcado por la muerte y la falta de ética. Ese ciervo podría llevarnos al pasado del espectáculo en el que Rick comprobó cómo casi pierde a su hijo Carl. Tratar de cazarlo (e incluso mirarlo) siempre conlleva dolor y, en el caso que nos ocupa, será Michonne aquella que sienta en sus carnes toda la desesperación contenida de ver a alguien amado desaparecer… Si alguien piensa, no obstante, que “The Walking Dead” va a acabar con su protagonistas a estas alturas del relato es que vive en la más absoluta ignominia. Siempre existe un escondite (en el sentido literal) para dar la sorpresa y regresar a los mundo de los vivos. No se necesita más que un truco de feria (y magia televisiva) para pasar en apenas unos segundos de la tragedia a la alegría y sabor de la supervivencia y “Say Yes” nos interesa como una lectura autoconsciente de la serie a tal fin.
Pagado ese tributo, con la recompensa que conlleva, Rick y los suyos descubrirán que los extras de “Star Trek: La nueva generación” necesitan más para convencer a la reina de las palabras monosílabas. ¿Abrirá fuego Tara y revelará a Rick que ese episodio odiado a muerte por millones de fans sirvió (y servirá) para algo? Tal vez a “The Walking Dead” le guste jugar con la justificación y recordarnos que esos elementos que muchas veces cuestionamos y criticamos son parte de la esencia del espectáculo. Que Sasha y Rosita piensen dirigirse a una misión suicida no deja de subrayar esa locura habitual de dos personajes que solamente han encontrado en un hombre por el que todavía suspiran sus respuestas para existir. También aquí la ficción nos aporta que no va a repetir los errores dos veces, como si ese enfrentamiento venidero y explosivo clímax que nos espera no nos fuera a defraudar. En cierta forma, aquello que nos están ya contando en su séptima temporada es que todos los personajes se están sacrificando para que Judith o ese bebé de Maggie tengan un futuro en el que asentarse. Tal vez la serie de AMC finalice con un mundo libre de muertos vivientes y una nueva generación que se ha sobrepuesto a ese virus que casi la erradica tiempo atrás y que, evidentemente, recuerde a todos aquellos que dieron su vida por tal misión. Pese a todo, el hombre es un lobo para otro hombre y así lo ha recalcado Negan y otras comunidades un tanto diabólicas que se han cruzado con Rick y los suyos. Sobrevivir siempre tiene un precio moral y ese sacrificio del que hablábamos anteriormente también se traslada a ese concepto consecuencialista del discurso. El episodio también nos recuerda que el tiempo ya ha pasado para los muertos vivientes y sus putrefactas carnes siendo ya objetos, como ese caminante atrapado en un parabrisas, completamente inmanejables para los protagonistas. ¿Toda esa batalla justificará vivir mejor o, por el contrario, Rick y Michonne recordarán sus momentos íntimos de su día a día si uno de los dos desaparece?
La escena inicial de “Say Yes” refleja la aventura de Rick y Michonne durante dos días en apenas un planos y secuencia de montaje. Rick desea estirar un poco más sus hazañas y exploración mientras que Michonne considera que no hay que tener prisa por esa guerra que ambos están ayudando a preparar. Y he ahí el leitmotiv emocional del episodio. Rick pudiera ser un adicto a la adrenalina y olvidara con su postración ante Negan ese motor existencial que rodea a su corazón. En Alexandria, Tara no puede quedarse de brazos cruzados y esa cicatriz simbólica represente tanto la desesperación del personaje como su impaciencia. Esa conexión visual entre la cicatriz en el rosto de Tara con la de Rick nos traslada a dos formas de interpretar esa adhesión al peligro implícita en el espectáculo. Posiblemente ese encuentro con un ciervo nos revele que no hay que fiarse de las apariencias por bellas que éstas sean ya que suele ser habitual en la serie la presencia de caramelos envenenados. En “Say Yes” parecen decirnos que no nos interesan tanto los encuentros preliminares de Rick y Michone, generalmente eliminados por el uso de la elipsis durante el montaje. La acción es necesaria, sí, pero solamente si está a la altura de las circunstancias. Por el contrario, sí nos concierne hacer un seguimiento de la desesperación de Rosita para encontrar armas y hallar que está dirigiéndose hacia una ilusión sin demasiado sentido. Ese sentimiento impregnado en desilusión de Rosita contrasta con la vida postapocalíptica como un parque de atracciones que parecen vivir Rick y Michonne. Dentro de esa feria hallarán suministros caídos del cielo… o puede que sea al revés. ¿Pueden pensar los personajes en el futuro? Michonne considera que Rick debería sustituir a Negan una vez termine aunque ese tiempo es esquivo en la actualidad. Rosita, por su parte, da la impresión de confesar y culparse tanto a ella como al consejo que le dio el Padre Gabriel respecto a su sacrificio, enlazando de este modo ese concepto de expiación sobre la muerte en la serie: Rick y Michonne desean construir mientras que Rosita (y Sasha) quieren destruir sin importarles ninguna de las consecuencias.
Desconozco hasta qué punto puede ser útil para los escritores la secuencia que protagonizan Tara y Judith (salvo para ese momento NO ME TOQUES EL PELO BITCH QUE TE REVIENTO A HOSTIAS CON MI BIBERÓN) aunque, sin embargo, sea el único personaje sobre el que pueda confesar su secreto. Tara se enfrenta a su propio conflicto con el que desvelar la ubicación de esa comunidad con armas que podría salvar a muchos inocentes… pero pondría en peligro a otros… “Say Yes” trata de salvar los muebles gracias a su acción y la mecánica en plan buddymovie que protagonizan Michonne y Rick, ofreciendo humor negro y conceptos dramáticos junto a golpes de efecto. Como si fuera una aventura gráfica, el episodio y algunas de sus imágenes nos remiten al propio histórico de encuentros con caminantes de la serie. Rick y Michonne desean ofrecernos todo un parque de atracciones de tensión y muertos de caminantes para la mitología de la serie dentro de una feria repleta de zombis. Y por supuesto no puede faltar la noria… ni ese nuevo encuentro con un ciervo. El montaje desea volver a conectar a Rick y Michonne como parte de la pieza discursiva del propio episodio. Ambos son tal para cual dentro de un apocalisosis zombie pero la idea instaurada es que comprueben que todo puede torcerse en apenas unos segundos. Ese ciervo, irrisoriamente digital delante de Rick, es una nueva señal que permite un respiro antes de la frenética desesperación. La noción principal de “Say Yes” es que Michonne se enfrente a la posibilidad, junto a la de la propia audiencia, de perder a Rick. ¿De verdad que alguien se lo puede creer? En el pasado, el espectáculo de AMC hubiera dejado la duda durante veinte episodios para jugar con la idea aunque, en ese presente actual de necesidad, el distintivo que se desea instaurar es de la necesidad de los personajes principales por encima de muchas de las circunstancias que viven. De acuerdo, son intocables pero… ¿Michonne no se dio cuenta de que casi empala a su amado Rick con su katana cuando fue abrazarlo desesperadamente? ¿Qué pasa por la cabeza de Michonne? ¿Todo ese divertimento por someterse a la adrenalina de una guerra también tiene consecuencias?
Sea como fuera, problemas de Rick para conciliar el sueño vienen de ese trágico pasado y de todos aquellos que han perdido. El fin deberá justificar todos esos medios que emplearon en el pasado y la vida de todos sus amigos caídos. Ambos tienen que plantearse que perderán a más gente y, aun así, merecerá la pena. Ambos tienen que entender que deberán sobrevivir el uno sin el otro si fuera necesario… ya que Michonne o Rick tendrán que seguir su camino para que una nueva generación tenga un futuro y lugar que habitar. La prima fea vulcaniana de Jovovich parece rebajar el hype de la montaña rusa ya que ese «yes» del título hace referencia a ese misterioso personaje fan de los monosílabos y los tuits de 4 caracteres. ¿Un par de días más siendo Michonne la esperanza de Rick? Tal vez el propio espectáculo no desee repetirse y así lo ha demostrado este homenaje a sus propios reciclados. Tara va a enfrentarse con su secreto y da la impresión de que va a compartirlo con Rick. Mientras que Rosita considera que todo aquello de más armas, más gente y más explosivos… significa más excusas. ¿Qué significa matar a Negan? El sentido es sacrificarse y Rosita y Sasha se dirigen a protagonizar su versión femenina de “Malditos bastardos”. Ambas tienen un rifle y buena memoria pasa saber más del complejo de los Salvadores. Es un billete de ida para ambas… aunque la pregunta final y a todo esto pudiera ser otra: ¿dónde narices está Heath?
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Estoy en la duda de si no es el peor capitulo de todas las temporadas, tocaron fondo.
ResponderEliminarJaja en lo de Michonne con el abrazo filoso también lo note yo , solo pensé : si esa espada es de utileria o no que peligroso fue eso. Ayer casi tuve un accidente que hubiera sido y lamentable para mi, como una de las ficticias muertes de 1000 maneras de morir, de alguna forma por tomar varios trastes con un pequeño cuchillo en mano, al buscar tomar un sarten entre un monton de trastes despues de tomar el cuchillo me lo puse inconscientemente en la costilla y me pinche poquito pero no hubo daño ni corte, ileso 100%, afortunadamente no hice un movimiento brusco como otras veces lo hago por algunas prisas o ansiedad y que el cuhillo era pequeño, solo quedo como anecdota y una advertencia a estar siempre concentrado.
ResponderEliminar