¿Qué ha hecho mal la cuarta temporada de “Arrow” para ganarse tan profundo odio por parte de la audiencia? Cuesta creer que un público, hasta ahora fiel, que había perdonado giros de guion absurdos y rocambolescos, que había asimilado esas intrigas de culebrón romántico-bobaliconas y que había aceptado bipolaridades de cualquier índole ―o ratas muertas por pelucas e interpretaciones amateurs―, se lance a estas alturas a la yugular de productores y guionistas… ¿por hacer exactamente lo mismo? Todo comenzó en “Broken Hearts” (3x16) y fue la ruptura del Olicity la última gota que colmó el vaso. A partir de ese punto, la inquisitoria audiencia no ha perdonado nada y, claro, en “Arrow” normalmente hay mucho que perdonar. Demasiado. Llegamos a “Genesis”, vigésimo episodio de la cuarta temporada de la serie de The CW, para que el escarnio sea la nueva moneda de cambio y la lupa surja cual guadaña desde el otro lado de la pantalla. ¿Qué ha pasado en “Genesis” para que la bilis haya vuelto a ensuciar una temporada que parecía bastante sólida hasta “Taken” (4x15)?
“Genesis”, publicidad de seguros y revivals de Phil Collins aparte, sirve para que veamos definitivamente el plan de Hive para ‘rebootear’ el mundo y, de este modo, unir las piezas expuestas anteriormente. Si Ray Palmer comparó a la organización que lidera Damien Darhk con Spectre, en cierto modo el episodio nos revela una idea no demasiado lejana de un villano que desea acabar con el mundo tal y como lo conocemos para reconstruirlo a su antojo. Tras el entierro de Laurel Lance, Oliver Queen va a tener que buscar una vía para poder derrotar a Darhk y los escritores van a potenciar el Olicity en dicha trama, mientras que el resto de protagonistas van a tener que lidiar con su ausencia al mismo tiempo que el villano sigue haciendo de las suyas. Thea, en cierto modo, es el personaje que nos remite al plan de Hive, habiendo construido la pérfida organización una ciudad subterránea (y Arca de Noé 2.0) en las cercanías e ‘interiores’ de Star City. No digan ni “Pleasantville” ni “El show de Truman” ni “Wayward Pines” ni “La Cúpula” ni “Lost” ni… ¡Ejem!, corramos un estúpido velo. La cuestión es que es hora de unir piezas:
1.- Alex es el nuevo churri de Thea.
2.- Alex es el nuevo subordinado de la alcaldesa Ruvé Adams. Sí, cualquiera puede ser también en EEUU alcaldesa.
3.- Thea es una ex drogadicta.
4.- Ruvé Adams tiene muchas drogas gracias a Hive.
5.- Ruvé Adams da esas drogas a Alex.
6.- Alex se lleva de vacaciones a Thea para que pruebe sus huevos… escalfados.
7.- Alex le da todas esas drogas a Thea.
8.- Thea descubre que su novio es un dummie adicto a los complementos vitamínicos de la teletienda.
9.- Thea detecta que su papá Malcolm Merlyn quiere que ella sea una dummie… de nuevo.
10.- Thea averigua muchas cosas pero no tiene tiempo de contar al resto tantos spoilers.
La Luz del Alma nos marcará el camino y el Magical Mystery Tour del año ―con permiso del protagonizado por Fox Mulder― no viene marcado ni por el regreso de John Constantine ni por Vixen. Parece que ya pagaron por los derechos de ambos icónicos personajes todo el presupuesto de la temporada… En Hub City pasaremos desde el glamour de un sofisticado casino a las entrañas de una cueva mordoriana de la periferia. La culpa de todo la tienen las mujeres. O sea, Esrin Fortuna, un chamán inmortal adicta al espanglish y al vestido rojo con (que te las cojo) de Felicity. Y, sobre todo, Felicity como parte de un club de fans en los minutos de la basura con el catálogo de motivación de ex novios bien aprendido. “Arrow” siempre ha tratado sobre la luz y oscuridad de Oliver Queen y si algo dejó claro el cierre de su tercera temporada es que Felicity era esa luz que marcó su nuevo camino y conclusión de un primer acto de la serie. Tras convertirse en Flecha Verde, Oliver tendrá que sacar toda su luz para frenar esa oscuridad que surge de los poderes de Damien Darhk, conceptuados en esta ocasión por Esrin Fortuna como el humo negro de “Lost” y un chorreo de flashbacks en el que el más sugerente es ver a Taiana como los ojos de los magos de “The Magicians” tras ser ‘lefeados’ por un dios. Oliver, en primera instancia, no pasará la prueba tras rememorar los 839.698 millones de personajes que han muerto en esta serie y 745.698 millones de amigos y seres cercanos que perecieron por su culpa (y se quedaron sin contrato de trabajo y en las miserias y migajas de los actores de reparto televisivos). Hay demasiada oscuridad dentro de Oliver y Fortuna acaba la lección porque también concluyó su cameo. Por parte de Diggle, volveremos a su patrón y conflicto de tratar de encontrar a Andy al convertirse en una amenaza para su familia. Descubriremos que la estirpe de John habita en un búnker secreto que no es otro lugar que un camión más blindado que todos los vehículos juntos de los finales de episodio de “El Equipo A”. Andy también tiene su agenda, que pasa por hacer que su hermano le encuentre con la app de moda para que éste volteé la situación y que su hermano la vuelva a voltear con algunos golpes y torturas patrocinadas por Jigsaw. Entre tanto follón, Sara tiene que ser cambiada de pañales unas diez veces y dar lecciones de tiro para la quinta temporada. Digamos que el conflicto de Diggle es no apretar el gatillo ante ese hermano que le traicionó en 894 millones de ocasiones y aquí se anotará una vez más al contador. Damien Darhk necesita localizar a la ilocalizable Lyla Michaels y un localizador dispuesto en el cuerpo serrano de Diggle le puede dar las respuestas necesarias. En todo ese potencial y humorístico arco argumental, con tintes de acción y el meme del capítulo protagonizado por el momento Sarita ‘La Mochilera’, la idea es que Felicity y Oliver lleguen como los respectivos salvadores de Diggle y Lyla (que para ESO fueron sus padrinos de boda). Además, Green Arrow completa su Magical Mystery Tour y empieza a nivelar su enfrentamiento con Damien Darhk siendo la voz interior de Felicity ―y todos aquellos miembros del equipo― el elemento que le dio la fuerza en plan bukkake de fuerzas primordiales para frenar la fatal succión y mamada vital del villano.
“Genesis”, en realidad, ultima los detalles del plan de Hive y nos remite a que Darhk atacó a Lyla (y le hizo guarrerías en su brazo) debido a que tenía un implante bajo la piel con una copia de Rubicon. Recordemos que ese macguffin de “A.W.O.L” (4x11), donde se cargaron a Amanda Waller malamente, nos presentaron ese proyecto que ahora será desvelado: se trata de un programa capaz de anular el programa de armas nucleares del país. Darhk desea hacer lo contrario para destruirlo y salvar su culo (y el de sus seres amados) en esa Arca donde ya se encuentra Thea. Nos queda conocer cuál es el plan de Hive para reiniciar la humanidad mientras que desconocemos las consecuencias del acto cometido por Diggle para frenar definitivamente a su hermano. Se trataba de un perro rabioso que había amenazado por activa y por pasiva la vida de su familia y de ese equipo que también la conforma. La muerte de Laurel Lance activó la oscuridad de su personaje pero, realmente, amenazar a su pequeña Sara, tras dar su primera lección de pilotaje de motos, y a su sufrida esposa para todo expió a que instintivamente John Diggle apretara el gatillo y pusiera fin a la rabia de su hermano. Si es que era su hermano, porque medir 80 centímetros menos es bastante sospechoso. Da la impresión de que el capítulo desea equilibrar y bascular todo y en “Monument Point” (4x21) el Team Green Arrow va a tener que contar con aliados en los lugares más insospechados. Esperemos que empiecen a estar de nuevo al otro lado de la pantalla.
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