Páginas Bastardas

lunes, 22 de diciembre de 2014

Homeland (4x12) Long Time Coming: Sobre hacerse esperar… y… hacer que no se espere nada


El final de la cuarta “Homeland” va a verse con el tiempo (o desde el día de hoy) como uno de los capítulos más polémicos y cuestionados de la serie al servicio de Carrie Mathison. Por un lado (y previamente), hemos confrontando una sobresaliente capacidad para reformularse tras una debatida tercera entrega. El final de la era Nicholas Brody ha llevado a Alex Gansa y Howard Gordon a reciclar a sus personajes, gracias a su back-story, para perfilar un show más compacto; enfocado en un nuevo escenario como Pakistán y trazar cierta crítica sobre la controvertida permisividad a grupos terroristas con la que EEUU acusó al país tras la caza sobre Bin Laden. La nueva guerra de drones, intrigas y conspiraciones ha generado un punto de vista jugoso para el thriller dramático sobre la CIA con el que Showtime desea propulsar a sus protagonistas a cuotas de acción, emoción y tragedia. Desde From A to B and Back Again” (4x06), “Homeland” ha mantenido un sobresaliente tono y ritmo hasta concebir enKrieg Nicht Lieb” (4x11) un gran cliffhanger que dote de sentido la quinta temporada. Pero, por otro lado, “Long Time Coming” —duodécimo episodio y season 4 finale— supone un completo anticlímax, un capítulo que desea potenciar la psicología y melodrama personal de los protagonistas, asentar las bases dramáticas familiares de Carrie Mathison y aniquilar las resoluciones morales alcanzadas. Es un season fianale bastante controvertido e incluso condenado a enfrentarse a duras críticas y reacciones, a dejar seco a todo aquel que tenía el corazón al borde del infarto… Es momento de repasarlo.

En Islamabad el pescado talibán está vendido: Carrie trató por todos los medios de detener los planes de Peter Quinn para vengarse de Haqqani pero, finalmente, Aasar Khan tuvo que evitar que Carrie también tomara ‘armas’ en el asunto y gestó el cliffhanger final: Dar Adal (F. Murray Abraham) está supuestamente trabajando para (y con) Haqqani… en algo que nos van a aclarar en el presente capítulo. La evolución de la despiadada ‘Drone Queen’ —cuyo fin justificaba cualquier medio y vida de inocentes—, que nos presentaron al comienzo de la temporada y a la que se le pasó incluso por la cabeza ahogar a su propia hija, ha llegado a la muerte de su padre como punto de giro existencial, como pieza final a esa moraleja moral que nos ha revelado su arco argumental. Carrie ha hecho las paces consigo misma y no quiere más sacrificios o daños colaterales, ni ser ese personaje que vimos al comienzo de la temporada. “Long Time Coming” pudiera ser un telefilm de sobremesa, una nota en cierta medida contradictoria para lo mostrado a lo largo de la temporada y un season finale claramente posicionado a apuntalar esos dilemas morales y ofrecer un reverso dramático familiar a la vida de Miss Mathison. Bien, no es lo que muchos deseaban ver y la controversia está servida. Mejor dicho, no es aquello que el show nos ha ido ofreciendo en anteriores season finales. Simplemente hace falta repasar mentalmente Marine One” (1x12), The Choice” (2x12) e incluso The Star” (3x12) para confirmar que este capítulo es toda una bofetada a la cara del espectador y cambio de rumbo de la serie.


Creo que todo aquel que desee encontrar en “Long Time Coming” la misma intensidad que en todo ese tumultuoso recital de tensión, que vivimos en los últimos seis episodios, puede ir guardando sus expectativas. La estructura y planificación del capítulo nos devuelve a ese temido cliché de «una serie de personajes», a ese planteamiento más afín a una entrega intermedia de temporada. Imagínense, por ejemplo, que una serie como The Walking Dead”, que posiciona en sus desenlaces los más potentes clímax, decidiera dejar para el final un capítulo de transición… Puede que nos hayamos acostumbrado a una mecánica en las que tengamos hemos exigido tener explosiones, disparos o puñaladas asesinadas a los guionistas de “Homeland”, que la muerte o la conspiración delimiten los propios conflictos de sus protagonistas. Este season 4 finale es una moraleja a ese cuento moral que nos ha narrado previamente, donde el acto más aterrador y con sobredosis de tensión es ver al pobrecito Andrew Lockhart y su lasaña hacer un botellón de Peter, Carrie y Saul… En “Long Time Coming” interesa ver la vuelta de Peter, su incorporación a la vida de Carrie y Frannie, la resolución de toda esa tensión sexual que yacía pendiente y cómo Dar Adal encaja entre esas diferencias y dudas de una posible pareja. Algunos pensarán que todo resulta artificioso, que no se agradece en absoluto dotar de sentido el regreso de la madre de Carrie y que esa absurda comparación a la que se ha sometido a la serie con “24” han convertido las expectativas del show en ver en cada capítulo a Quinn agarrar un rifle de asalto y acabar con todos los terroristas que se pongan en su camino. Está claro, por el contrario, que muchos van a parafrasear a la propia Carrie para retratar aquello que ha ocurrido esta temporada: «Yo sé de qué va todo esto. Sé que termina mal»… Efectivamente Carrie tiene futuro en el mundo de la videncia y el tarot. Aunque más que acabar mal, ha finalizado tarde para la coherencia impuesta en la mitad de esta entrega. Krieg Nicht Lieb” (4x11) era un broche final idóneo a tal fin y de poco vale ver el ascenso político de Tasneem Qureshi en Pakistán en contraste a la caída libre y fracaso de Carrie (y la CIA).


“Long Time Coming”, por lo tanto, es un premeditado anticlímax alrededor de la muerte de Frank Mathison y un homenaje a James Rebhorn que se verifica en los créditos finales. Se nota un cambio de ruta abocado al drama familiar, se siente una especie de censura interna para no hablar de más muerte que aquella que existe en el contexto y, ciertamente, se establece una pausa a la acción y la conspiración para someter la serie a un punto dramático en el momento menos adecuado. El regreso de la madre de Carrie a su vida después de 15 años de abandono acaba mal en el primer encuentro. Carrie le recrimina todo y prácticamente la echa de casa… El choque entre hermanas no se hace esperar y el tono es incluso irónico, al recordar su hermana el propio abandono al que sometió a su hija. Carrie no puede lidiar con tantas cosas a la vez ni tampoco los propios espectadores. En resumen, estamos ante un capítulo que va a ser fusilado a discreción por la audiencia debido a esos componentes dramáticos y volvemos a parafrasear a Carrie: «Demasiado poco. Demasiado tarde». Toda esa despedida de Maggie y Carrie respecto a los recuerdos de su padre nos lleva a su funeral pero antes a un nuevo encuentro de la heroína con el supuesto villano y traidor: Dar Adal. Como era evidente, “Homeland” perfila esa colaboración del hombre de la CIA con Haqqani como parte de una agenda oculta y propia, como elemento fundamental que remita a Saul y su preocupación sobre ese vídeo durante su secuestro en el que perdía los papeles. Saul ha sido despedido y quiere volver a la CIA, Lockhart está contra las cuerdas y la preocupación precisamente son esas imágenes que pudieran ser liberadas por Haqqani, no ayudando nada a la imagen del antiguo director de la CIA. El funeral también sirve a los guionistas para justificar el regreso de Quinn, que salió de Pakistán gracias a su ex de la inteligencia alemana y le informa que Dar Adal le está buscando y le avisa que se aleje de semejante ‘mother-fucker’. Los motivos del interés de la CIA por Quinn son respecto a una misión peligrosa y aquí aparece de nuevo dicotomía del personaje entre su futuro con Carrie a nivel romántico o esa adicción a la adrenalina que le obliga a regresar a la más peligrosa acción. Todo ese material, junto a la muerte de Frank y el regreso de la madre de Carrie, va a ser aprovechado para que nuestra protagonista viaje sola a Missouri (Frannie se queda en casa) a localizar a su progenitora. Carrie va a descubrir que Ellen tuvo un hijo y que, por lo tanto, tiene un hermano adolescente llamado Tim de otro hombre que no era de Frank, el Santo. Un momento, ¿un hermano adolescente? ¿Gritamos al mundo aterrador «¡Dana Brody! ¡Otra Dana Brody! OMG!»? Fue ese embarazo precisamente el punto final a esa cadena de infidelidades que siempre eran perdonadas. Ellen decidió huir y dedicarse a su hijo, alejada de la gente a la que había hecho daño… La verdad que se preguntarán muchos es si importaba realmente incluir todo este material a estas alturas. Carrie está hecha un lío y decide también irse de allí, tratando de ponerse en contacto con Quinn después de ‘rechazarlo’ previamente. Demasiado tarde. El chico se ha vuelto a alistar y va a encontrarse complemente ilocalizable por necesidades del guión. Sí, complemente ilocalizable. 


Todos los planes de Dar Adal son también obvios: trazar el regreso de Saul y conseguir su vídeo a través de Haqqani mediante su exclusión de la lista de objetivos de la CIA mientras Afganistán quede limpio de terroristas. Saul le recuerda el problema obvio: Haqqani es un terrorista. Pero Dar Adal también tiene un argumento algo demagógico a sus actos y planes: Menachem Begin mató a ciudadanos británicos antes de tomar el cargo de primer ministro. Toda es sedición no es vista por buenos ojos por Saul… pero la vuelta de Carrie nos lleva a su visita a Dar Adal para localizar a Quinn. Misión imposible al ser el grupo donde se encuentra los responsables de su propia extracción cuando completen su misión en Irak. Ante esa negativa de Dar Adal por contactar con Quinn para hacerle volver, Carrie suelta la artillería y le indica que lo vio junto con Haqqani en Islamabad. Dar Adal quiere saber a qué juega con esas amenazas, por ir incluso a la prensa con la revelación, y le remite a hablar con Saul al respecto. ¿Con Saul? He aquí el giro final, por llamarlo de alguna manera. Carrie pensaba que con todo aquello que habían vivido tanto ella como Saul, éste escupirá a la cara de todo aquel que llegara a un acuerdo con Haqqani… pero allí se encuentra él, en el exterior de la casa y porche de Dar Adal. Carrie se va sin mediar palabra, llora, se angustia mientras conduce y vuelve a ser esa Carrie un tanto perdida a la deriva. Toda esa moraleja sobre el bien y el mal ha caído completamente ante sus pies. Saul, como si fuera una película de ultracuerpos o posesiones, ha dejado de ser Saul. ¿Es el fin? No sabemos si Saul quería justificar su regreso o tiene una doble agenda para revelar las cloacas de la CIA y hacer caer a sus responsables. Este material forma parte de la premisa para la quinta temporada de “Homeland” junto al suspense de ese posible nuevo reencuentro de Carrie y Quinn. No es una sustancia en absoluto potente o explosiva para un season finale y las críticas van a ser bastantes virulentas al respecto. Volvieron, en definitiva, las dudas a “Homeland” y en el momento menos indicando. Aunque la pregunta de futuro que nos tenemos que plantear definitivamente es: ¿Cuándo se pone Frannie el chaleco bomba de papá?

A continuación, todas las reviews de la cuarta temporada de “Homeland”:


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