Páginas Bastardas

jueves, 29 de mayo de 2014

Todo sobre el final de ‘Un príncipe para Laura’

Bienvenidos al insulto final, bienvenidos al ‘Game Over’ de “Un príncipe para Laura” por la puerta de atrás. Anteriormente ya habíamos comentado desde este bastardo blog la propia evolución del edit-dating-reality de Cuatro y las iniciales dudas se acrecentaron con sus retrasos de horario por los encuentros que disputaron equipos españoles en las semifinales y final de la UEFA Europa League. La cadena no sabía muy bien qué hacer con su show tróspido made in Eyeworks España, que no estaba funcionando tan acertadamente como Un príncipe para Corina. Finalmente el cambio de horario y la brutal competencia de la noche de los miércoles se transformaron en unos paupérrimos índices de audiencia en su octavo y penúltimo capítulo emitido. ¡Pero si Laura se ha quedado en paños menores en la portada de portada FHM! Con estos insostenibles datos, Cuatro decidió que la final de UPPL fuera en el late-night emitiendo el último capítulo (‘Colorín colorado’) a las 00:10, produciendo numerosas quejas y culpando a la cadena de haberse ‘cargado’ al programa con tanto cambio. ¿Le hubiera venido mejor una emisión a las cinco de la mañana? Es hora de repasar qué ocurrió con el hechizo final de de la Bruján menos Bruján y el noveno y último programa de “Un príncipe para Laura”. La final para el final al final… pero que muy, muy al final.

Resumen: quedaban siete pretendientes (Bruno, Cidoncha, Coplas, Mocito, Pablo, La Pepa y Gonzalo) pero los grupos tenían que reunificarse con la vuelta de Malta de la princesa sin Manu tras su ataque de celos después del beso con Bruno. Pablo también debía enterarse del desliz labial de Laura emulando el enfrentamiento de la edición anterior entre Pascual y Diego. Nada nuevo, mismo guión. Eso sí, teníamos un deseo pendiente de la princesa para poner a tono al Principado, que se tenía que vestir de gala para la elección definitiva de un cuento cargado de sapos, besos y coronación de etiqueta final. Un adiós definitivo tras la fábula paleta de Corina que encandiló a las redes sociales con grandes personajes y el propiciado por Laura, mal contado y cuidado por la propia cadena que tenía que encantar a los televidentes y acabó lanzándonos una maldición. Adiós para siempre, adiós. ¿Y por qué Cuatro no pasó el último programa a las cinco de la mañana? Ya puestos. Porque que empiece a medianoche y tenga el doble de publicidad (y ración de le teletienda) no debe ser muy normal, ¿no? Con todos los personajes y la entrada de Coplas por Manu y la puesta al día, Cidoncha decidió irse y finalmente quedarse tras la señal de la Bruján. Había ‘momento calabaza’ y una cabeza debía rodar. El cierre del cuento estaba cerca y Laura tuvo claro que sus acompañantes en Malta se salvaban. ¿Y qué pasó con el resto? ¿Tendría ahora ‘celos’ la princesa sobre Cidoncha? Fue Mateo aquel que chivó al oído de Laura que La Pepa tenía que irse y dejar a los seis finalistas: Bruno, Coplas, Gonzalo, Mocito, Pablo, Cidoncha y Gonzalo. La Pepa nos narró cómo consiguió vía robo gitano escuchar a Bisbal y que la música del pelo-rabo le reblandeciera el orto. Los montadores del show nos enseñaron el homenaje póstumo a su personaje. Muy bonito. Muy dulce. Muy Bisbal. Nadie se creyó que este chico fuera heavy o supiera cantar. Su madre sí que era heavy… ¿pero La Pepa? Si eso es heavy, Mocito es Míster España.


Teníamos pendiente el deseo de la princesa y no fue otro que la vuelta de su padrastro y Rey. WTF!? ¿Y eso era el deseo? ¡Pero si el año pasado volvió GRATIS para llamar a Pascual ‘pulisia’, tonta! Daba la impresión de que Laura se estaba transformando en diablesa y gañana y del «que se joda» a «que no se hubiera ido» de Pablo, víctima de los celos, pasamos a su habitual tontería impostada por necesidades del libreto. Aclarados los besos y los toqueteos en Parla-Madeira, Cidoncha consiguió una (mini)cita con la princesa. Doscientas horas de programa y no sabemos cuantos meses después, llegó la cita. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. José Antonio… Cidoncha. Y así fue la cita de Cidoncha y Laura donde quedó claro que primero la princesa tendría que enamorarse del sapo para corresponder su HAMOR… y que Cidoncha habla en tercera persona, como los sociópatas que quieren dedicarse a la política.


Llegaron las pruebas de amor y del horror. Pablo hizo un monólogo cómico con chistes como:
¿Qué pasa cuando metes un huevo en el microondas? Te coges el otro con la puerta.
ÉSE fue el nivel de gracia de Pablo Surf. Nuestra nota un CERO, la de Laura un DIEZ porque luego llega la pedorra y suelta: me hace tanta gracia la gente sin gracia. En fin, a no mi hace gracia la gente que dice que le hace gracia la gente sin gracia. 


Coplas se puso a la pitón Jimmy en el cuello superando su fobia. 

Mocito tiró sus fotos preferidas al mar.

Bruno leyó una carta de calzonazos seguramente plagiada de una ‘wikipedia del amor’ (La Mustia dixit). 

Cidoncha se tiño de rubio putón haciendo sacar las garras a Mateo al que le faltó escupir a la cara al pretendiente… o eyacularle en el pelo como acto trash de desprecio.

Ay, con el matemático. Tanto matemático, tanto matemático y se copió al resto. Que si se puso el pitón dos segundos, que si contaminó el mar con un cubo de Rubik, que buscó el número del amor y evidentemente pasó por alto teñirse el pelo ¿del choto? 


Laura, para eliminar, decidió dejar a sus pretendientes esperando en diferentes puntos para ir recogiendo a sus sapos a lo Corina en Roma. Primero, se quedó con Bruno. Después, trollearon a Cidoncha. Más tarde, fue Pablo el tercer elegido. ¿Y Gonzalo, Coplas y Mocito qué? La noche comenzaba a pasar y el frío a aflorar. Las escaleras de Coplas nos recordaban a Guillermo y el desplante de Corina… pero Laura demostró nuevamente los ligeros matices de guión. Y se acabó… Mocito y Gonzalo dijeron adiós en ese momento al cuento de la princesa. ¡Y Pinazo tiró sus fotos favoritas al mar para que luego le dejaran tirado! Las excusas de Laura para las expulsiones no tuvieron precio. Para Mocito dijo que su afición ocupaba mucho tiempo por no decir que era un feo con el que no deseaba relacionarse. Y para Gonzalo, el matemático con 14,28% de posibilidades, confesó que el chico era muy soso. Aquí fulminó definitivamente a ‘Los nerds’ dejando claro que no buscaba un príncipe inteligente y previamente había cerrado la puerta a ‘Los únicos’. En resumen, que esta princesa con tonos chonis es como todas las mujeres que van de princesas: al final comen (y la comen) con los ojos. 


Llegó el Rey y cuando Luján le explicó que la princesa le necesitaba para el cierre del cuento expresó su sorpresa en modo tanatorio. Se enteró de los finalistas (Cidoncha, Bruno, Pablo y Coplas, el yerno perfecto hace 40 años) y de los besos entre «joder», «joder», «joder» y «joder». Herminio conoció a Pablo y descubrió que el gallego no era nada especial y demostró su pose de falso. Había que echar a uno y Herminio con su calabaza en la mesa fue haciendo desfilar a los pretendientes: a Bruno le hizo confesar su amor... y éste tembló como un gorrión. Llegó más tarde Cidoncha y Laura le dio la calabaza. WTF!? Surprise motherfucker? Así, tal cual. Desde forocoches se anunció que era el ganador pero ya se había señalado la aparición en redes sociales de Laura Parejo con otros pretendientes y posibles ganadores. Con el adiós de Cidoncha, la princesa demostró su racismo al echar a un pobre marroquí sin papeles. Sus lágrimas llegaron a toda África y los recuerdos de Pablo sobre sus enseñanzas para planchar camisas, nos recordaron que hay que poner vallas más impenetrables en Ceuta y Melilla. ¡Fuera de España, Cidoncha! ¡Vuelve a tu país!, gritaban los televidentes. Aunque temíamos que su nuevo color del pelo le provocara una futura lapidación pública.


El trío final de conquistadores fue Bruno, Pablo y Coplas. Las fotos de Pinazo a Coplas sobraron y en Irán bien pudieran ser consideradas pornográficas. En resumen, dos guapos y un simpático. La historia de siempre: ¿a quién eliminaría primero? Uy, ¿a quién? El vestuario de Laura disfrazada de churro de dálmata no era tampoco de princesa… ni de princesa choni. Llegó la ceremonia definitiva y, después de comerse los glandes los unos a los otros, llegaron los discursos finales. Coplas se enrolló como las persianas, Pablo se quedó sin palabros y Bruno soltó gallo tras gallo. La calabaza tenía que ser entregada para dejar a los finalistas y Coplas fue el elegido. ¡Qué raro, raro, raro! ¡NADIE LO ESPERABA! ¡Vaya cliffhanger brutal que se marcaron! La princesa se quedó con dos guapos para el desenlace y con los dos que se había besado. ¿Tu cara me suena? No, el mismo cuento de siempre. ¿Con quién se quedaría Laura y elegiría como príncipe? ¿Bruno o Pablo? ¿Pablo o Bruno? ¿Bruno o Pablo? ¿Pablo o Bruno? ¿Bruno o Pablo? ¿Pablo o Bruno? ¿Bruno o Pablo? ¿Pablo o Bruno? ¿Bruno o Pablo? ¿Pablo o Bruno? Al final, Bruno salió rana… y se quedó con el sapo. 


Aunque Bruján dijo Laura podría elegir al Rey por encima del último candidato, sabíamos que la corona estaba en la cabeza del gallego y así fue. Tomas falsas, vídeos de casting y la semilla de la duda en los estudios de Laura y Pablo. ¿Seguirán juntos? ¿Bruno habrá quedado en Madrid con aquella que le dio calabazas? ¿Nos importa? Como llegó el colorín colorado, la duda es saber si Pablo y Laura siguen juntos o lo dejaron… En 3, 2, 1…


Es cierto que “Un príncipe para Laura” no ha estado a la altura pero no se ha merecido el maltrato de Cuatro y acabar fuera de su horario inicial a las 2:15 de la mañana. Tranquilos, es el final del cuento y el formato se reinventará seguramente el año que viene con alguna sorpresa. A continuación, todos los programas de la segunda temporada de “Un príncipe para Laura”:



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