The Americans (2x11) Stealth: Todo se complica

“The Americans” quiere formalizar una de las mejores temporadas de 2014 aunque el principal problema de la serie de FX siempre ha sido (y es) la competencia. Porque competir el mismo año que “True Detective” se ha convertido en acontecimiento, de la confirmación de las confirmaciones de “Juego de Tronos”, del comienzo de la despedida de “Mad Men”, los ecos finales del adiós de “Breaking Bad” y las series de Netflix como revolución de las series de televisión y su trasvase a internet, más que complicado es una misión imposible. La propia cadena de cable ha sido inteligente al remitir a la sobresaliente “Fargo” como miniserie a los Emmys mientras que su serie (como tal) más querida por la crítica de FX tendrá que ver si la previsible ausencia de “Homeland” y el agotamiento de “Downton Abbey” le deja un hueco entre “The Good Wife”, “Masters of Sex” e incluso “Orphan Black”. Y es que el principal problema del show que protagonizan Matthew Rhys y Keri Russell es la dura competencia de esa alargada era dorada de las series de televisión. Y el segundo y también primordial es que falta audiencia que condicione el asentamiento. Es hora de repasar “Stealth”, undécimo capítulo de la segunda temporada de “The Americans”. 

Todo se complica y se va a fusionar para formar un potente season 2 finale. Teníamos que el éxito de la KGB sobre la operación secreta ‘Águila Marcial’ generó que el militar chantajeado por Emmett y Leanne (y posteriormente por Elizabeth y Philip), Larrick, volviera de Nicaragua a vengar a los compañeros caídos durante la desafortunada misión a tal efecto. Todo tiene un precio y las pesquisas de un sociópata, inteligente y entrenado en las técnicas de (cntra)espionaje le llevaron a George, el hombre los teléfonos, y posteriormente a Kate… Una Kate que Elizabeth descubrirá que mantiene contacto con Jared, el hijo de los espías asesinados del Directorio ‘S’ que dieron sentido a esta temporada. Ese círculo también se complementa con el científico Anton Baklanov (e incluso Vasili recuperado de la primera temporada) en la URSS tratando de que el Proyecto Stealth no sea exclusivo de los norteamericanos. Evidentemente el FBI ha descubierto que Emmett y Leanne era unos ilegales diferentes a los que persiguieron en la primera temporada mientras que el triangulo entre Stan, Oleg y Nina va sufrir un paso trascendental. Una de las preguntas era saber qué le dijo Jared a Stan y el nuevo encuentro con Elizabeth parece que no le lleva a ningún lado… salvo cuando le sigue posteriormente y descubre que se reúne con Kate. ¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué nos gustan tanto que se arrepienta de no haber entregado la carta de Leanne y no por remordimientos sino porque se ha enterado de todo por uno sucios americanos? Y es que Kate se llevará su secreto a la tumba tras la visita de ese adicto a romper cuellos de mujer llamado Larrick. El militar se sabe todos los trucos y únicamente quiere cazar a Elizabeth y Philip aunque la fangirl del Directorio ‘S’ dará su vida y dejará un mensaje (en el rollo de papel higiénico) ante la perfecta y pulcra limpieza de su asesino: «Sacad a Jared». ¿Por qué? ¿Qué sabe realmente Jared? ¿Volverá Claudia a las vidas de nuestros espías ante semejante situación de crisis?

La turbulenta relación de Paige, en modo cristofreak, frente a sus padres pasa por una nueva etapa tras la negativa a que vaya a un campamento de verano religioso. Uno es fan del «No permitiré que sea adoctrinada por la iglesia. Les captan cuando son jóvenes. Es lo que hacen. Sabes que es así» de Elizabeth, aunque madre e hija sean realmente como dos gotas de agua… y apruebe que su hija sí vaya a una manifestación en una base área que envía bombarderos con armas nucleares. Baklanov necesita un programa llamado ‘Echo’ (información extra del ARPANET) para comprobar si el sistema anti-radares funciona y, gracias a Fred, Philip da con el paradero de John Skeevers, un resentido divorciado y ex ingeniero aeronáutico que culpó de su cáncer a los materiales con los que estuvo trabajando en su proyecto. Veremos a Philip con peluca, barba y mostrándonos métodos para conseguir la información y que el modo para conseguir la invisibilidad era gracias a materiales (pintura con microscópicas bolas de hierro) capaces de absorber las señales de radar (Radar Absorption Material / RAM). Eso sí, murieron muchos murciélagos durante el proceso. Aunque lo mejor del encuentro y la compra de información es «¿Eso importa?» de Philip ante la pregunta de Skeevers de conocer a quién estaba dando la aclaración por un nutrido número de billetes.

El próximo movimiento en La Rezidentura sobre Stan va a resultar vital para Nina. La misión de la femme fatale ya no son preliminares sino un examen final en toda regla. Aprovechando la tambaleante situación matrimonial y que el agente del FBI está enamorado de ella, es momento de actuar sobre la pieza angular para la central: el proyecto ‘Stealth’. No es casualidad que los guionistas hicieran que Stan consiguiera autorización para estar al tanto del proyecto y sus científicos… aunque aquí nos interesa el papel de Arkady. Parecía que Oleg estaba allí para hacerle la cama gracias a sus contactos pero el cerebro de La Rezidentura sabe mover sus piezas… y si antes fue el licor ahora son los cigarrillos. Ese medio de comunicación le facilita revelar a Oleg de la traición de Nina , que conoce la vinculación que les une y que si fracasa en su misión será repatriada a la Unión Soviética y acusada de su alto crimen. Nina no lo sabe pero, de nuevo, la conexión romántica (y sexual) de Oleg y Nina facilita que la espía rusa consiga la información y acuda a los brazos de Stan con unos fines que todavía dudamos. Es cierto que Nina quiso vengarse de Stan por haber asesinado a Vlad e incluso sus gestos cuando tecleaba esos informes con sus encuentros sexuales despertaban más frialdad que pasión. Otra cuestión es que Nina sepa que Stan no va a traicionar a su patria por ella y la supervivencia prime sobre la finalidad de sus actos. ¿Tendremos a Nina trabajando de nuevo para los americanos o acudiremos a su funeral? El capítulo además remarca las dudas morales de Stan y su situación matrimonial con el regreso de su mujer. También gracias al trabajo de Henry para el colegio sobre ‘Mi héroe’ o el diploma del FBI frente a ese «Yo no soy un héroe». ¿Acabará siendo un traidor que se enamoró de una traidora y huyeron juntos? Más suspense, que esto es “The Americans”. 

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