Páginas Bastardas

miércoles, 7 de mayo de 2014

Agents of S.H.I.E.L.D. (1x21) Ragrat: Cybertek

Con “Ragrat”, vigesimoprimero capítulo y penúltimo de la primera temporada “Agents of S.H.I.E.L.D.”, llegamos al paso previo al season finale de la serie de ABC y una de las más cuestionadas desde su entrada a nuestros televisores. “Agents of S.H.I.T.” quiere que todos sus haters se den cuenta que ya forma parte del pasado y la consciencia actual es que el universo Marvel se merece una ficción catódica a la altura de las circunstancias más allá de una rúbrica comercial de Joss Whedon. Los pósteres personalizadas (el de este episodio lo firma Emma Ríos) o el empuje argumental de Capitán América: El soldado de invierno nos han conducido a un enfrentamiento a muerte entre HYDRA y SHIELD dejando a nuestros protagonistas como agentes de nada… salvo que el cameo en el próximo capítulo de Nick Fury (Samuel L. Jackson) diga lo contrario. ¿Nos reservan alguna sorpresa con la que con contábamos para formular la presumible (y todavía sin confirmar) segunda temporada? Ahora es momento de repasar “Ragrat”. 

Resumimos, HYDRA era un cáncer oculto y parásito dentro de SHIELD hasta que emergió para destruir a su huésped generando una guerra y una purga que ha llevado a la práctica destrucción de la agencia y desaparición. ¿Y qué queda de HYDRA en EEUU? Resulta que El Clarividente es en realidad John Garrett que trabaja para HYDRA y su plan es hallar todo el proceso referente a la resurrección de Coulson con un suero alienígena para implementarlo a la tercera fase del Proyecto Centipede. Garrett no tiene poderes pero sí muchos y peligrosos aliados como Deathlok (que sigan insistiendo con el tema de su hijo nos hace pensar un futuro giro o sacrificio), Raina (la mujer del vestido de flores), el multimillonario Ian Quinn que tiene el gravitonium en su poder (aunque lo dejen para la segunda temporada) y, sobre todo, Ward a sus órdenes desde mucho tiempo atrás. “Ragrat” tiene que servir para dejarnos tanto en ascuas hasta el inminente season finale como darnos información y revelarnos la historia que está detrás de Ward. ¿Cómo fue reclutado y formado por Garrett para que obedeciera sin rechistar? Las respuestas se hallan hace quince años cuando un adolescente Grant Ward (no busquen demasiados parecidos entre Austin Lyon y Brett Dalton) fue encerrado en el correccional de menores de Plymouth (Massachusetts) tras haber prendido fuego a su casa… con su hermano dentro. Garrett le recluta allí (y le rescata no sin confesarle que también fue un pirómano adolescente) con una única propuesta y con la promesa de que nadie se meterá con él nuevamente. Si Ward hubiera vendido su alma al diablo estamos seguros que tendría menos cláusulas y pagos.


Volvemos al presente e ignoramos el fallo de raccord con esa pizarra donde rotula Coulson para centrarnos en aquello que da sentido a todas las conexiones entre Deathlok —ese hombre, monstruo y máquina, del que sabemos ha asesinado a un capo colombiano de la droga vinculado con HYDRA—, El Clarividente, Quinn, Centipede, HYDRA, el ‘bus’, el GH-325, Ward y Garret y el disco duro de Skye: Cybertek. Uniendo las piezas los chicos (ahora reconvertidos en vigilantes) entienden que el suero de Centipede, desarrollado por Garrett, necesita GH-325 para estabilizarlo. También conocíamos que Skye colocó una sorpresa en su disco duro y no es otra que un troyano (no tan perfecto) que necesita ser activado físicamente y el equipo deberá entrar en una oficina de Cybertek para llegar a su objetivo. La venganza se puede servir fría como Melinda May o de manera pasional como Skye pero los gadgets de Triplett, sacados de una de James Bond, podrán darles una oportunidad en ese nuevo centro de operaciones con nuevas identidades, piscina y pizzas. La idea es que May y Coulson ejerzan de nerds para vender alguna idea a los representantes de Cybertek y así llegar a los archivos y ordenadores del edificio. El problema es que Cybertek guarda toda la documentación en papel y, tras una secuencia de escape con esos dobles tan chocantes, únicamente podrán conseguir información sobre HYDRA y Deathlok, conociendo que Garrett fue el primer hombre-máquina de ese proyecto. El problema para El Clarividente es que realmente quiere el GH-325 para no morirse (aparte de crear su ejército de súper-soldados) ya que sus órganos (que no biomecánica) están fallando y le queda un mes o dos de vida. Tal vez sea el motivo por el que Raina, que logra sintetizar la primera dosis de GH-325 a la espera de probar su efectividad, vuelva a sentirse de nuevo decepcionada con su jefe. Raina únicamente le revela a Ward que Skye pudiera ser la niña de una leyenda que encajaría con aquello que nos revelaron sobre su origen como 0-8-4. Pero aquí entra un nuevo y jugoso ingrediente: los monstruos que mataron a toda la aldea que trató de protegerla eran sus propios padres… ¿Qué clase de monstruos? ¿Gigantes, con pelo y dientes? ¿Material para “Guardianes de la Galaxia”? ¿Los Inhumanos del universo Marvel del que ya se rumoreó hace unos meses su salto a un venidero proyecto?


Dejamos la parte de las teorías ya que “Ragrat” nos va a llevar al encuentro en Cuba de los dos frentes de HYDRA y ex agentes de SHIELD pero no como pudiéramos pensar. Mientras que el equipo se dirige al laboratorio secreto de HYDRA en esa barbería con tarifas low-cost, Fitz y Simmons encuentran el bus con Garrett y su equipo preparados para irse y reciben la orden de no implicarse y esperar. Lo van a tener complicado porque Ward les descubre y son llevados ante Garret haciendo que Fitz utilice uno de los gadgets de Triplett para fulminar los dispositivos eléctricos cercanos y también produciendo en los mecanismos de Garret algún tipo de fallo. Ya habíamos visto a El Clarividente sufrir continuados ataques pero, ahora, da la impresión de ser definitivo. Fitz sigue creyendo que Ward es su amigo y trata de convencerlo para dejar morir al villano pero un flashback nos va a remarcar junto a los anteriores que Garrett obligó a Ward a sobrevivir en un bosque por su cuenta durante seis meses y le enseñó lecciones vitales y de combate, dejando claro su lealtad a HYDRA y cómo decidió ser desleal a SHIELD durante una operación que casi le mata y le convirtió en el primer Deathlok. Garrett posiblemente fue el padre que nunca tuvo Ward o esa familia no tan sádica aunque siguiera igual de sumiso (¿y víctima?) de las circunstancias. Con Ward entrando en SHIELD y la última voluntad de asesinar al perro de ambos, llegamos a la orden de agente doble y traidor de acabar con Fitz y Simmons. Ward sigue siendo débil y fue incapaz de acabar con su perro aunque una mirilla de un rifle nos revela que presumiblemente Garret acabó con el animal (¡ASESINO!) como parte del entrenamiento y lavado cerebral de su pupilo. Esta vez, con Fitz y Simmons encerrados en una sala, vemos que Ward se preocupa por ellos pero ve ese hecho como una debilidad. Cuando todos pensábamos que iba a privarles del oxigeno o algo parecido resulta que tira la sala, cual mojón, al océano. ¿Sobrevivirán Fitz y Simmons en medio de la nada? 


“Ragrat” va a también a finalizar con suficiente fuerza para dejarnos expectantes del capítulo que finalizará la primera temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.”. Era obvio que Garrett iba a pedir a Raina que reactivara su sistema con esa dosis sin probar de GH-325 y que el suero de Centipede (con reacciones a lo Extremis de Iron Man 3o Chiquito de la Calzada) ayudaría a que el villano ahora esté más vivo que nunca. Mientras tanto, el equipo verá que el laboratorio de HYDRA en Cuba está desmantelado y presumiblemente operativo ahora en el bus… aunque Coulson halla una puerta secreta para dar un ordenador y servidores de HYDRA que necesita Skye para activar su troyano. El problema es que Garret, tras la captura de Fitz y Simmons, preveía ese movimiento y los chicos serán sorprendidos por un hombre de HYDRA armado con el bastón de los bersekers que vimos en The Well” (1x08) mientras que algo parecido a unos androides que yacen en la sombra también se activan… El capítulo finaliza con Ian Quinn ofreciendo a los militares de EEUU súper soldados siendo Deathlok prueba del potencial de un proyecto que podrán ver en unas nuevas instalaciones de Cybertek. ¿Y ahora qué? ¿Cómo saldrán todos ellos de tan difícil situación? Teniendo en cuenta que May puede llegar haciendo piruetas a un teléfono y noquear a un hombre… ¿cualquier cosa es posible?

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3 comentarios:

  1. Contentos con las renovaciones de Agents of Shield y Hannibal... pero destrozados por Community! Por qué tanto odio?

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  2. Jaja, me ha encantado el comentario de la piruetas!!, la verdad es que la escena es realmente ridícula, hubiera llegado antes corriendo por las paredes en plan matrix!! jajaja! Un saludo y enhorabuena por el blog!

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  3. Esta serie es para menores de 7 años. Es más infantil que Dora la Exploradora.

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