5 Razones para odiar ‘Sherlock’ de la BBC

Serie de TV

“Sherlock”

Reino Unido

2010-Actualidad

Sinopsis (Página Oficial):

El excéntrico detective Sherlock Holmes (Benedict Cumberbatch) y su fiel compañero John Watson (Martin Freeman) protagonizan esta mini serie de la BBC, que está ubicada en el Londres del siglo XXI, y se ha ganado el respeto del público y de la crítica, consiguiendo un palmarés de 30 premios y 47 nominaciones, entre ellos dos Bafta a Mejor Serie Dramática y Mejor Actor Secundiario (Freeman). En su estreno, la serie se presentó como una producción que pretendía actualizar los mitos holmesianos al adaptar sus aventuras a los gustos del momento y plantear sus historias en la época actual. Pronto llamó la atención de la crítica y el público la respaldó en las audiencias. Su popularidad se extendió como la pólvora hasta convertirse en una serie de culto y todo un fenómeno televisivo.

Crítica Bastarda:

Que conste, «I AM _ _ _ _ LOCKED». Me encanta “Sherlock” pero, ¿qué pasaría si nos volviéramos Moriarty viendo el show y tuviéramos que dar 5 razones para destrozarlo y odiarlo a muerte?

1.- Arthur Conan Doyle se estará revolviendo en su tumba. Nos imaginamos a Conan Doyle disfrutando de las películas protagonizadas por Basil Rathbone, por la serie de los 60 que contó con Peter Cushing, llorando con el largometraje de Billy Wilder e incluso interesado por la serie de animación de Hayao Miyazaki. Eso sí, si ya vomitó con Guy Ritchie con el montaje impactante de “Sherlock” echará su primera esquelética papilla. Que si Holmes parece Data de ‘Star Trek’ con amagos de Sheldon Cooper atrapado en “Minority Report” o que si el empacho de montaje para posicionarnos en el cerebro del insólito detective acaba por volar nuestros inferiores cerebros por un absoluto colapso. ¡A la mielda! ¡Estamos con Arthur Conan Doyle y la fuente de letra Times New Roman! ¡Abajo una versión futurista con esas nuevas tecnologías de Sherlock Holmes! Todo lo anterior suena un poco falso porque la verdadera y única historia para que el autor de tan consagrado personaje se revuelva en su tumba son realmente los derechos de autor. ¡Quiero mi dinero, hijos de fruta!, se puede escuchar el cementerio de la iglesia de Minstead en New Forest, Hampshire.

2.- Es ciencia ficción, ¿verdad? No hablábamos de la cojera de Watson y la desaparición de su bastón —porque quedan correctamente explicadas en ese animal adicto a la adrenalina y al peligro— sino a que toda la serie parece una serie de superhéroes. Esto no es la ciencia de la deducción, es la ciencia ficción. Situaciones inverosímiles a capón, frases calcadas de una de la Marvel, efectismo a gogó y, por supuesto, un carrusel de momentos que no se cree ni el mayor defensor de Ethan Hunt o “CSI”. ¡Un poquito de po-favó, que ni Johnny Cinco de ‘Cortocircuito’ lee a esa velocidad!

3.- ¿Por qué Sherlock Holmes se ha rodeado de gente estúpida? La realidad es que Sherlock no es tan listo, simplemente se ha juntado con personas tontas para parecer más inteligente. El nivel lo marca Molly Hooper, posiblemente el personaje de médica forense más estúpido de la historia de la televisión. El resto no va demasiado más allá: el Dr. John Watson o la Sra. Hudson coordinan tanto como el idiota de Inspector Lestrade, incapaces de resolver un crucigrama de dos palabras monosílabas. Es normal que cuando aparece alguien por allí con algo de luces al Sr. Holmes se le caigan los calzoncillos al suelo. Estamos seguros que él mismo mató a Irene Adler (sí, la mató él) y a Moriarty del mismo modo que liquidó a Charles Augustus Magnussen ya que es incapaz de hacer frente a alguien más inteligente que su ombligo. He ahí el motivo porque el que no puede soportar estar cerca de su hermano Mycroft o se hace pajas mentales como la acusación absurda de Moriarty indicando que era un FRAUDE. Bien, si Sherlock era el autor intelectual de los crímenes imposibles… ¿no era más fácil demostrar que Moriarty cometió los mismos? Ay, no… que en esta serie todo es un teatro absurdo para conseguir otros objetivos que nos revelarán cuando les interese a los guionistas. Si Sherlock es tan inteligente, ¿sería capaz de superar a Belén Esteban en un cuestionario de prensa rosa? Desde luego que no. ¡Si no ve el Sálvame! Si un asesino en serie utilizara el fútbol, el cine o series de televisión de Telecinco, Holmes lloraría como un bebé incapaz de resolver nada. Divertida pero nunca inteligente, si ustedes consideran “Sherlock” una serie intuitiva es que realmente son estúpidos. Palabra de Moriarty.

4.- Sherlock es un sociópata arrogante y autócrata. ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Sherlock Asesino! No es que vayamos a ponernos como un friki con “El hombre de acero”… pero casi. Al final, resulta que Sherlock es incapaz de enfrentarse a alguien más inteligente que él (punto anterior) y realiza ejecuciones por el bien de sus amigüitos asesinos. Ya vimos a Watson asesinar desde el primer capítulo y su mujer Mary resulta que también es una killer en potencia y con pasado repleto de víctimas. ¡Todos asesinos! ¡VAYA MANERA DE RESOLVER CASOS! JAJAJAJAJAJA ¡ME DESORINO! ¡TOMA TIRO CACHO-GUARR@! ¡CRIMEN RESUELTO! ¡SOY EL MEJOR! WTF!? Resulta que Sherlock Holmes es tan prolijo como confuso y aburrido, tan ‘ordinario y vulgar’ como diría Moriarty que simplemente los guionistas le han dado el mismo recurso a todos los grandes villanos de la serie. Dicen que ha vuelto Moriarty y que Sherlock, por lo tanto, queda ‘condonado’. No me lo creo, lo mismo es un cyborg de una de The Asylum en plan Hitler en “Nazis at the Center of the Earth”. Uy, aquí huele a mojón... y a ASESINO.

5.- La tercera temporada es H-O-R-R-I-B-L-E. Flashbacks, boring!, flashbacks, boring!, flashbacks, más chistes sobre gays... BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORING! Ay, porfa-please… un poquito de originalidad. La mejor adaptación televisiva de Sherlock Holmes de este siglo fue “House”, no se compliquen tanto la vida como los guionistas de esta serie. El retorno a la vida de Sherlock no necesitaba explicaciones y deberían tomar nota del cierre de la estúpida de “Sherlock Holmes Juego de Sombras”, por ejemplo. ¡Basta de tonterías y de cameos! Perdida la credibilidad y culminado el absoluto ridículo con el arrejuntamiento de la eterna pareja de hecho (que no de lecho), llegamos a un detective convertido en superagente del estado para tratar asuntos de seguridad nacional. ¡Que los pobres mortales no se me acerquen! Tendremos bodorrio con múltiples casos de regalo y esa lucha entre un hombre de principios y un antihéroe que ha quedado reconvertido en un agente especial donde la deducción pasa a un segundo plano. ¡Y Sherlock se ha vuelto tonto! ¿Cómo no es capaz de contar unos vagones a estas alturas de la serie! Lo dicho: que la clase ha pasado a una pistola a la sien y a un rocambolesco thriller con personajes prostituidos bajo el manto del hype. Algunos dirán que esta tercera temporada es un plagio de “Doctor Who”, otros que el protagonista sigue escondiendo bajo su verborrea su falta de talento y que aquel mítico e inventado por la adaptación «Elemental, mi querido Watson» es simple postureo. Como dijo Watson «El día en que Sherlock Holmes se especializó en criminalística, el teatro perdió un magnífico actor y, la ciencia, un agudo pensador». En “Sherlock” hemos descubierto lo contrario: Holmes es una folclórica teatrera y el único agudo pensamiento y verdadero misterio de la serie es saber por qué gusta tanto a la crítica y al público. Palabra de Moriarty.

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