Miniserie de TV
“Godless”
EEUU
2017
Sinopsis (Página Oficial):
Un despiadado forajido siembra el terror en el Salvaje Oeste mientras busca a un exmiembro de su banda que ahora vive en una tranquila ciudad habitada solo por mujeres.
El western ha sido un género que tomó impulsó en los 90 gracias a las oscarizadas “Bailando con lobos” y “Sin perdón” pero que, realmente, se reinventó cuando la televisión lo ensució con elementos anacrónicos (“Deadwood”) o lo desfragmentó para reutilizarlo en una fantasía de ciencia ficción existencialista (“Westworld”). El cine tampoco lo ha dejado de lado y prueba de ello es Tarantino (“Django desencadenado” o “Los odiosos ocho”) o los remakes de los hermanos Coen (“Valor de ley”) y James Mangold (“El tren de las 3:10”). La aportación televisiva de Scott Frank da la impresión de jugar en otra liga que combine las posibilidades de no tener que ajustarse a ratings y una esencia clásica. Precisamente, la violencia es el leitmotiv desde la premisa de “Godless”, donde se plantean las consecuencias de vivir en un mundo en el que Dios ha abandonado a los hombres a su suerte. Frank Griffin (Jeff Daniels) parece haberse apoderado de ese reino y su caracterización como un párroco facilita la propagación de esa nueva ‘Palabra’: Dios ya no está aquí y tanto él, bajo la sagrada aureola de un forastero legendario, como su banda de forajidos son la ley del Oeste. Aquellos que osen contradecirlos u oponerse serán salvajemente asesinados… como si ejercieran a modo de fusta bíblica. En el otro extremo de la balanza se encuentra el pueblo minero de La Belle. Los personajes que lo habitan —mayoritariamente femeninos— viven las secuelas de una gran tragedia que parece dar sentido, asimismo, a esa idea de que solamente la voluntad de los hombres ya queda en ese mundo que Dios no mora y en el que todo ser que lo habita parece haber perdido alguien por alguna clase de infortunio. De este modo, Scott Frank ejecuta una alegoría moral gracias al western como modelo de caos en el que no hay ninguna presencia divina que vigile a ningún hombre o mujer. La propia sociedad es aquella que ha quedado en manos de esos villanos que pretenden imponer sus propias leyes gracias al terror.
Sin embargo, “Godless” no trata de esas dos bases argumentales sino de la historia de Roy Goode (Jack O'Connell) y Alice Fletcher (Michelle Dockery). Por razones que se desarrollarán en la miniserie, ambos personajes decidieron alejarse de esos ejes y buscaron su propio camino. Es inevitable que todas esas historias queden entrecruzadas dentro de los márgenes de un planteamiento ya divisado en el oscarizado filme de Eastwood: solamente la violencia puede derrotar a la violencia irracional ejecutada como un fin para, irónicamente, alcanzar la paz y volver a tener un punto de partida estable. Ese punto de redención también lo aporta el arco argumental de Bill McNue (Scoot McNairy), el hombre sin sombra, que salvaguarda la esencia del western y le añade un toque de elemento sobrenatural gracias al misticismo de los nativos norteamericanos. Es obvio que la miniserie de Netflix se mueve sobre esas corrientes religiosas —y de un discurso sobre la violencia— para retratar la plaga que representa la banda de Griffin. Solamente aquel al que consideraba un hijo, Goode, puede poner fin a su reinado del mal aunque, no obstante, la propuesta de Scott Frank —en la que también está implicado Steven Soderbergh— deja en la recámara ese inevitable enfrentamiento para el último episodio. Aquello que da la impresión de importarle a su creador es el desarrollo de sus personajes y los conflictos que les mueven a luchar por un futuro en un mundo sin Dios. Quizás los personajes de “Goodless” carezcan del recorrido dramático y emocional de los de “Deadwood” porque, al fin y al cabo, la historia se adapta al propio formato similar al de una tragedia griega. La idea es dar respuestas a la actual sociedad estadounidense de los motivos por los que un puñado de personas trataron de construir una nueva vida en un escenario en el que la muerte —y la resignación ante la injusticia y el mal— eran el camino más simple y directo. Los personajes tratan, por el contrario, de revolverse al destino impuesto y salir al mismo tiempo de los encasillamientos del género y de la televisión actual. En ese aspecto, la propuesta de Netflix se revela como una miniserie sólida a tener en cuenta gracias a las aportaciones corales de todos y cada uno de los protagonistas. Frank es conocedor de que no va a revolucionar ni a reinventar nada aunque, sin embargo, mueve bien sus elementos hacia un clímax en el que la violencia sirva como catarsis e incluso purificación de esos supervivientes que encontrarán claros motivos para proseguir sus vidas. “Goodless” decide concluir con dos funerales a modo de círculo existencial. Su prólogo era desolador al detallar las consensuemos de la violencia de Griffin y su banda de forajidos sobre los inocentes, mientras que en su consumación un nuevo párroco otorgará un sentido religioso a los vacíos de una comunidad condenada a llorar a sus muertos cíclicamente. Pero “Goodless” desea ir más lejos que los discursos de Jeff Daniels sobre su propia existencia —y el alegórico hedor de su putrefacción—. La imagen más certera de la miniserie pudiera ser la de Mary Agnes (Merritt Wever) renegando de ese nuevo hipócrita orden religioso que se va a apoderar de ese mundo sin Dios, incluso por encima del epílogo que propician las historias de Goode y Fletcher como marca de las mejores esencias del western. Aquello que se puede constatar es que Netflix ha acertado con la proposición de Scott Frank aunque el ‘hype’ puede diluir los aciertos de un conjunto que queda algo lejos de la contemporaneidad y eterna huella de “Deadwood” o la revolución que está instaurando “Westworld” en la televisión actual.
Apunte bastardo: Curioso reencuentro entre Sam Waterston y Jeff Daniels tras “The Newsroom”.
Apunte bastardo: Curioso reencuentro entre Sam Waterston y Jeff Daniels tras “The Newsroom”.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.