Zoom me destruyó. Les mostró a todos en Central City que podía hacerlo y que soy incapaz de detenerlo. Me dieron la llave de esta ciudad. Se suponía que debía ser su héroe. Se suponía que tenía que ser el tipo que pudiera protegerlos de algo tan maligno como eso… y fallé en frente de todos ellos. Cuando piensen en Flash todo lo que ven ahora es alguien que no es lo suficientemente fuerte para protegerlos.
Gorilla Grodd ya tuvo que protagonizar un capítulo de los calificados de «relleno» en la recta final de la primera temporada de “The Flash” aunque ya reivindicará su espacio desde algún easter egg en el piloto de la serie de The CW. “Grodd Lives” (1x21) salvó los muebles con un mítico «Grodd… odia… banana» y ahora ese gorila cabreado con los humanos y suprainteligente ha vuelto para completar sus maquinaciones en Central City en el momento… menos oportuno (?). Llámenlo precipitado o incluso obligado, pero puede que los escritores supieran que no iban a tener otra oportunidad para aquello que se avecina a partir de “Legends of Today” (2x08), primera parte del crossover con “Arrow” que finiquitará con “Legends of Yesterday” (4x08) la bandeja de plata de “Legends of Tomorrow”. Si el desenlace de “Enter Zoom” (2x06) fue una de las cúspides del show al servicio de Barry Allen, el regreso de Gorilla Grodd no es que sea un material que permita desarrollar convenientemente un ‘The Dark Flash Rises’; más allá de una mecánica previsible en la que el héroe debe recuperarse de esas heridas emocionales, psicológicas y anímicas ratificadas en esa confesión que el héroe realiza a Joe West. Es cierto que “Gorilla Warfare”, séptimo episodio de la segunda temporada de “The Flash”, habla sobre la paternidad y los guionistas tienen al Dr. Harrison Wells de Tierra-2 como comodín para forzar el reencuentro entre el supervillano y aquel que encarnó tiempo atrás a Flash Reverso. Todos esos ecos parecen un tanto forzados, al igual que el regreso de Henry Allen (candidato número 1 a ser Zoom en Tierra-2) como de lo único que hemos sacado en claro de la telenovela de los West: Joe desconoce que tiene un ‘hijo’ y presumiblemente tan crecidito como aquel que él crío como tal (Barry). Estamos seguros de que el entierro de Francine West va a forzar el encuentro con Wally West (Keiynan Lonsdale). Repasemos “Gorilla Warfare” para saber qué ocurrió con nuestro gorila diabólico favorito.
“Gorilla Warfare” es un capítulo menor aunque consciente de tal condición, sabiendo que puede ofrecer algunas pistas y sorpresas del futuro de la serie como ese vacío interior de Joe West por el hijo biológico que nunca tuvo o el presumible futuro de ese anillo del traje de Flash que Harrison Wells va fabricar gracias al ítem de Flash Reverse. Más que ironía se trata de la jugada de los escritores para esta segunda temporada de la serie y conceder así una segunda oportunidad a Tom Cavanagh para seguir explorando todo tipo de matices y diferencias interpretativas entre su personaje en Tierra-1 y Tierra-2. Nos hallamos ante un extraño concepto de la redención, ya que Wells va a tener que bajar de su nube de divinidad para salvar a su hija Jesse y unirse al equipo de aquellos que únicamente pueden salvarla. Podemos criticar que “The Flash” sigue siendo un show todavía en carburación, capaz de ofrecer grandes episodios directos al fanservice —o al propio entretenimiento más satisfactorio en lo que series de superhéroes se refiere— pero al que le falta todavía una constancia en esa variedad de villanos episódicos y tramas troncales. Gorilla Grodd llega para que Barry tenga que volver a sentirse como el salvador de Central City y unificar el conflicto del supervillano al del superhéroe. Grodd desea construir una familia con más gorilas suprainteligentes y secuestrar a Caitlin, gracias a su control mental, es parte de su plan después de robar todo tipo de drogas nootrópicas usadas para incrementar la inteligencia. Grodd, por lo tanto, no solamente es furia sino que sentimos su tristeza por conseguir escapar de la soledad que le rodea. Barry no sería nada sin su equipo o, al menos, puede llegar más lejos gracias a la suma de cerebros y ‘coaches’ que pasan por S.T.A.R. Labs. Ahora los necesita más que nunca: su cuerpo sana rápidamente pero su cabeza sigue paralizada ante esa amenaza llamada Zoom que casi acaba con su vida.
Esa suma de depresiones nos habla realmente sobre la fe que tiene Barry sobre sí mismo. Ha dejado de verse como el héroe de Central City, cayendo del Olimpo a la mortalidad terrenal. Jay Garrick ha desaparecido al igual que Zoom y el regreso de Grodd va a provocar un cambio de roles para que Wells y Cisco sigan encajando en su relación personal y profesional. Tras el secuestro de Caitlin y la ‘pérdida’ de los poderes de The Flash por ese bloqueo psicológico y post-traumático, Wells tendrá que tratar de engañar a Grodd haciéndose pasar su difunto doppelganger de Tierra-1. Cisco ha diseñado también el gadget para evitar los poderes mentales del peligroso gorila y, en realidad, lo más jugoso del capítulo es ver la interacción de esa pareja que cada vez se entiende más y mejor, ganando el espectáculo en el proceso. Si la serie se está beneficiando de esa fructífera relación, también los guiños respecto a la propia muerte de Cisco resuenan sardónicamente en los diálogos de la serie. El encuentro entre el padre y la destructiva e inteligente criatura que representa su hijo, hará ganar el tiempo oportuno para que Caitlin pueda ser liberada por Cisco en ese ‘torreón’ de la ciudad que ni es el Empire State Building ni donde la bioingeniera está muy por la labor de acabar en las amorosas garras de ese King Kong. Se siente que todo parece un teatrillo para que Wells acaba siendo un magullado héroe sin que sepamos si esconde alguna carta y secreto en la manga o, simplemente, es un padre desesperado… Esa mecánica sobre la paternidad es la constante del capítulo siendo los estímulos de Joe y Henry fundamentales para que Barry vuelva a recobrar sus poderes y plenas facultades. Todo es cuestión de esa duplicidad pero tampoco sabemos si los escritores van a llegar más lejos respecto a Tierra-2 y si desvelarán si tenemos otro Barry allí o él mismo es su propio némesis. Dentro de esa dinámica emocional todo es un tanto trillado con frases hechas sacadas de un manual de automotivación, dispuestas para que el clímax sea lo más épico posible. Pero ni siquiera en ese territorio la velocidad sirve del todo para vencer a Grodd. Es la bondad de la ‘bella’ aquel elemento que puede calmar a esa desbocada ‘bestia’ que clama venganza contra aquellos que le han traicionado, incluida esa figura paterna que no era tal. Cisco es de nuevo el baby del maestro, bitch!
“Gorilla Warfare” necesita que The Flash diga la última palabra y el plan de Wells pasa por enviar a Tierra-2 a Grodd. El destino es un lugar que pudiera considerarse hogar y los agujeros de gusano se pueden volver en contra de los meta-humanos y otras amenazas que puedan pulular por Central City. Precisamente el Dr. Wells ultima un plan para un nuevo enfrentamiento con Zoom, anulando todos los portales de la ciudad y dejando únicamente activo el que tiene S.T.A.R. Labs para tender una trampa a esa oscura monstruosidad y amenaza prácticamente indestructible e inalcanzable para Barry. El capítulo también tiene que seguir el progreso de la relación de Patty y Barry, haciendo que éste mienta a su nueva novia y utilice la visita de su padre como excusa un tanto desquiciante para esa secundaria que perdona todo con un beso… ¿y una flor? Yo si fuera Patty me pegaba un tiro al ser la única mujer en Central City que no sabe la identidad de The Flash. Cisco tendrá que llevar flores (y bombones) a su también interés romántico y carta de presentación para “Legends of Tomorrow”. Aquella que será Hawkgirl tendrá una cita con Cisco que será interrumpida por una visión ‘angelical’. Kendra Saunders y Cisco Ramon tendrán que postergar el disfrute de ver “La princesa prometida”… hasta que la promesa sea efectiva para ver a esa princesa alada que un día será Chica Halcón. Con esos piños normal que la identificara Vibe en cuestión de milésimas de segundo… Después de toda la lucha frente a los demonios personales de todos los personajes y aumentar la confianza del Team The Flash, “Gorilla Warfare” funciona mejor por los easter eggs que nos deja y la llegada de Grodd a Gorilla City en Tierra-2 abre todo tipo de posibilidades futuras. Al fin y al cabo, Caitlin no engañó al gorila suprainteligente y ahora se halla en su nuevo hogar sabiendo de antemano que no será la última vez que veamos a Grodd en el show. Aparte de ver a Barry en la silla de ruedas de Wells como guiño a la primera temporada y un título sacado de un cómic de Linterna Verde (con The Flash), el episodio de transición también quiere revelar la valía del resto de personaje… aunque tal y como le dice Barry a Iris: «Tú no lo entenderías». Y esta chica no entiende que sigue siendo el florero de la serie porque cuando Linda Park ha hecho más que ella en 30 episodios…
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