Páginas Bastardas

viernes, 2 de octubre de 2015

Quantico: ¿El cruce soñado y bastardo de ‘Homeland’ y ‘Cómo defender a un asesino’?

Serie de TV
“Quantico”
EEUU
2015

Sinopsis (Página Oficial):

Un grupo de Jóvenes reclutas del FBI se abren camino a través de un entrenamiento en la base de Quántico en Virginia. Son los mejores, los más brillantes y aquellos que previamente han sido más investigados, por lo que parece imposible que uno de ellos sea sospechoso de ser el autor intelectual del mayor ataque terrorista en la ciudad de Nueva York desde el 11-S.

Crítica Bastarda:

Existen dos actuales corrientes de maquillaje narrativo sobre las que la televisión generalista se encuentra orbitando. La primera posiblemente comenzó con Losty los malabarismos argumentales gracias a varias líneas temporales como elementos resonantes para potenciar a los personajes. La segunda llegó de la mano del universo desplegado por Shonda Rhimes desde que decidió reinventar el culebrón gracias a cierta sofisticación en “Anatomía de Grey”, pero sobre todo al revolucionar el thriller político en “Scandal” para imponer su estilo de diálogos ágiles sin importar su fineza o puntería, abofeteando al espectador con un montaje capaz de masacrar a un epiléptico en cuestión de segundos, robando sus neuronas con continuados giros de guión y, por supuesto, poniéndose un traje cómico —sin tapujos que valga— aunque la etiqueta indicara que el vestido es de drama-queen. En la intersección de ambos conceptos llegó Cómo defender a un asesino y Annalise Keating (con o sin peluca) se convirtió en todo un guilty pleasure y fenómeno de la anterior temporada televisiva para gloria de Viola Davis. ABC desea seguir rentabilizando el concepto ShondaLand y “Quantico” aterriza reafirmándose en las anteriores percepciones siendo definida (y vendida) por la cadena como «‘Grey's Anatomy’ meets ‘Homeland’», aunque pudiéramos meter también en la coctelera “Alias” y la ya mencionada How to Get Away With Murder”. La cuestión es convulsionar desde su piloto al televidente, confundirle con ese sentimiento extraño de interés y, al mismo tiempo, repulsión ante la nula credibilidad argumental y cuantiosos delirios narrativos en sus vueltas de tuerca. La serie de Joshua Safran, por el contrario, sabe aquello que quiere ser y su premisa es todo un anzuelo desde los primeros compases del piloto: entre un grupo de reclutas del FBI, que se han formado en una base de Quantico (Virginia), se encuentra el autor del ataque terrorista más dañino en suelo norteamericano desde el 11-S. La protagonista —Alex Parrish (Priyanka Chopra)— es la principal sospechosa al ser incriminada y dejarnos caer que se trata de la cabeza de turco de una gran conspiración, tendiendo que descubrir al auténtico autor —tras ser liberada por su mentora— y convertirse en una prófuga y la criminal más buscada de EEUU. 


¿Hemos pasado directamente al final de la segunda temporada de la serie al servicio de Carrie Mathison para desmenuzar el resto mediante flashbacks? ¿Seguirán jugando los guionistas con una premisa a lo “El fugitivo” con ramalazos y referencias respecto a la formación del FBI de una revisión bollywoodiense de Clarice Starling? “Quantico” rápidamente presenta tanto sus credenciales audiovisuales como un puñado de personajes repletos de secretos inconfesables y, obviamente, suficientemente oscuros para dar sentido a ese ataque terrorista sobre el que va a girar todo. Presente y pasado se van a entrelazar y así ofrecer una perspectiva oculta y remota a ojos del espectador. ¿Quién dejó a Alex inconsciente y sobre ese marchito y gris escenario aterrador y con tres balas menos en su arma recientemente usada? El despertar de esa sospechosa (y para nada inocente) doncella sintetiza la metáfora argumental de esa amnesia que nos va a ir desmigajando recuerdos para que la protagonista investigue a sus compañeros del FBI como responsables de su incriminación. Todos son atractivos, diferentes respecto a su raza, religión y orientación sexual y, evidentemente, tienen muchos interrogantes. Muchos tenebrosos e inconfesables secretos. Precisamente el piloto desarrolla como primera prueba en su estancia en Quantico es descubrir e investigar un misterio oculto del expediente de sus compañeros… para que todo salte por los aires y nos presenten tanto las motivaciones de esa protagonista que desea conocer más sobre el pasado del padre al que ella misma asesinó en defensa propia para defender a su madre. Hay intrigas, instructores con doble agenda… y un hilo completo de suspense ante la falta de perspectiva del espectador y las malas artes de los guionistas por mantenerlo en la oscuridad respecto a esa explosión que destrozó la Terminal Grand Central en Nueva York. 


Todo resulta bastante gratuito pero forma parte de las intenciones de Joshua Safran, mezclando géneros con una conspiración terrorista de fondo en esos fuegos artificiales con una pulpa de drama juvenil plagado de estereotipos. Olvídese de la realidad en una historia pretendidamente ridícula e inverosímil porque “Quantico” desea conectar con las fantasías de la propia audiencia y definitivamente no ser tomada en serio salvo como entretenimiento televisivo y guilty pleasure del seriéfilo. Si State of Affairs (Asuntos de estado)fue un fallido cruce bastardo deHomeland y “Scandal”, Safran ha hallado el cruce soñado entre el show de Showtime y Cómo defender a un asesino. Si alguien, no obstante, quiere hundir su cuchillo sobre la piel de la serie —bañado en bilis e indignación— se encontrará que su epidermis es simple y frágil papel, tan cristalino y brillante como reflectante a ojos de aquel que empuñe ese arma blanca. La inverosimilitud está a la orden del día convirtiendo Quantico en el coño de la Bernarda desde su carta de presentación. ¿Quiere meter a su gemela dentro una de las instalaciones más seguras del país y hacer una performance de “Dos rubias de pelo en pecho” versión islamista? ¡Esta es su serie! ¿Es usted un predicador reclutado por el FBI que se acostó con una chica de 14 años cuando estaba de misionero en Malawi y la obligó a abortar consiguiendo que muriera esperando que nadie lo descubra? ¡Esta es su serie! ¿Es ese predicador y quiere volverse loco y paranoico dando el cambiazo de su arma de imitación por una de verdad sin que nadie se dé cuenta y liarla parda porque los Wachowski ampliaron su contrato con Netflix? ¡Esta es su serie! ¿Es usted la directora de la Academia de Quantico y confía tan ciegamente en su pupila —pese a que su apartamento está repleto de explosivos y pruebas incriminatorias— que planea su fuga porque sabe que la matarán cuando llegue a prisión? ¡Esta es su serie! ¿Es fan de los polígrafos que fallan, de las investigaciones y ‘folleteos’ dignos de un plató de ‘Sálvame Deluxe’ y, sobre todo, de que le tomen agradecidamente el pelo cada diez minutos? ¡Esta es su serie! ¿Es seriéfilo y quiere completar el tridente de ABC formado con “Scandal” y Cómo defender a un asesino? ¡Esta es su serie!

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2 comentarios:

  1. Dios nos salve de más producto de imitación de Shondaland!! .. sip me vi el piloto (cómo te atreves a ponerlo en el mismo párrafo que Alias? ;) ) me he reído de lo lindo con todos los despropósitos y ridiculeces de este primer episodio...

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  2. vi toda la temporada y es malísima, es como "pretty little liars" version FBI.

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