Si la pregunta de la semana pasada era si merecía o no la pena “Gotham”, en la presente queda completamente confirmado: “Gotham”, la nueva y esperadísima serie de FOX, no merece la pena. De acuerdo, no es una mala ficción ya que está producida bajo una cuidada factura y, en resumidas cuentas, han trabajado el casting para ofrecernos los parecidos más razonables con el universo que gira alrededor de Batman y la ciudad que protege (o protegerá, en este caso). Dejemos apartada su perfilada carcasa con una mención aparte a Ben McKenzie, claro… A ese trozo de carne con ojos con menos registros interpretativos que Stephen Amell. Otra cuestión es hablar de la concepción. Es una estupenda idea confeccionar un policíaco con un joven James Gordon como protagonista e ir revelando cómo se gestaron los villanos y el resto de personajes secundarios alrededor de Bruce Wayne. Sí, es una estupenda idea que aquí ha sido plasmada en un procedimental al uso —amparado en unos personajes más cercanos al cartón— y desarrollado premeditadamente para atraer tanto los seguidores de los cómics como a toda clase de públicos. Se trata de un costoso proyecto y FOX ha preferido hacer un show ‘genérico’ a uno ‘particular’, gestionar un thriller con mucha mitología referencial lo más abierto posible a todo tipo de paladares por encima de una oscuridad y depravación moral. Es evidente que todos aquellos que deseaban ver una “The Wire” o “Deadwood” en Gotham City se tienen que ir olvidado de tal desaprensiva y absurda idea. “Gotham” es “Gotham” sin ser “Gotham”, una serie sobre ‘orígenes’ de cajón para meter en un cajón si uno tiene cubierto su cupo de entreteniendo televisivo gracias a la confirmaciones de “Agents of S.H.I.E.L.D.”, “Arrow” o “The Flash”. Ratifiquemos el aire de esta serie sin peso en el tiempo, tal y como revela “The Balloonman”, tercer capítulo de su primera temporada.
Gotham está corrupta hasta las entrañas y Jim Gordon ha llegado para tratar de enderezarla ante tan podredumbre. Sabemos que hasta la llegada de Batman lo va a tener complicado pero Bruce Wayne es todavía un mocoso que juega con espadas de madera ante ese Alfred cuya caracterización no ha convencido a nadie. El joven y huérfano Wayne ya sabe que un vigilante que asesina se convierte en otro criminal más de la ciudad por mucho que sus habitantes reclamen un elemento revulsivo para atajar la corrupción. Gordon también es consciente y “The Balloonman” va a profundizar insustancialmente en los justicieros que emergen en la metropolis para acabar con policías corruptos y criminales como el ‘villano’ episódico. Se trata de ‘The Balloonman’, que luce una máscara de cerdo y te ata a un globo meteorológico para que te pierdas en el infinito (y más allá) si eres un corrupto. Todo lo que sube tiene que caer (el cliché de la vieja y el perro sobraba, ¿verdad?) pero no consentimos que un policía no utilice su pistola para explotar su condena a muerte… salvo si se es uno de los protagonistas, claro. ‘El hombre de los globos’ es un trabajador social, Davis Lamond, interpretado por Dan Bakkedahl. Fin de la cita y spoiler. De nuevo, la serie juega con esa lucha moral de procedimientos profesionales entre Gordon y Bullock, provocando el primero que el segundo tenga que entregar vivo a ‘The Balloonman’. Repito: fin de la cita y spoiler.
La trama troncal sobre el asesinato de los Wayne seguirá evolucionando con Selina dando una pista a Gordon ya que, recordemos, la joven vio el rostro del asesino. No esperen que lleven a ese clon juvenil de Michelle Pfeiffer a ver fotografías en comisaria porque los planes de los guionistas son que esa gatita que ve en la oscuridad siga, de momento, por libre. Gordon consigue rescatar la cartera de Thomas Wayne de la alcantarilla ganando el premio del ‘tonto del día’ ante la huida de la menor que custodiaba. Se trata de una pista que debería ir dando aire a ese malo olor conspirativo que tiene todo el asunto. ¿Quién quería a los Wayne muertos y simular un atraco para tapar su crimen? Allen y Montoya siguen investigando la desaparición de su soplón y Mooney aprovecha su parada por su club para acusar sibilinamente a Gordon y Carmine Falcone. La visita de Renee Montoya a Barbara Kean no se hará esperar y descubriremos que ambas eran amantes con asuntos de drogas y celos por medios. En fin…
Es normal que si hablamos de una ciudad podrida de criminales sean éstos aquellos que lleven el peso narrativo y dramático. Prueba de ello es la lucha de poder entre Fish Mooney y Falcone con esas venganzas sobre sus amantes y, sobre todo, la línea argumental que propicia el mejor personaje, de momento, de la serie: Oswald Cobblepot. El Pingüino es un peligroso sociópata que combina perfectamente una mezcla de pena, asco y terror ante sus actos un tanto estúpidos, violentos pero, siempre, efectivos. Su regreso a Gotham vendrá acompañado del aroma a criminalidad que se respira en esa ciudad repleta de corrupción y delincuencia. Rápidamente se verá en apuros pero sabemos que el psicópata es un pingüino de recursos y su ascenso en menos de 24 horas es para mear y no echar gota. Si usted no consigue un trabajo por insignificante que parezca, asesine al empleado que lo ocupa y lo tendrá al instante. ¡Y no se olvide de los zapatos! Para colmo, el restaurante italiano (Bamonte) donde el pingüino comenzará su conquista de la ciudad está regentado por Sal Maroni (David Zayas) que no está a favor de la causa de Falcone. Maroni y Oswald ya conectan y el pingüino se lleva su primera y jugosa propina. ¿Qué se comprará? Pues un modelón para lucir en el apartamento de Gordon ante la mirada ‘WTF!?’ de su novia y la propia audiencia. El Pingüino está más cerca de ser El Pingüino, pudiera ser el resumen y única jugosa lectura de “The Balloonman”.
Arkham vuelve a ser mencionado y que el próximo capítulo se titule “Arkham” no deja de confirmar ese tono previsible en el que se te queda la misma cara que pone Gordon en el fotograma anterior, donde no sabes si dejar de respirar o tirarte el pedo ya y salir corriendo. El tufo, que se lo quede “Gotham”.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.