Páginas Bastardas

martes, 8 de abril de 2014

TURN: De cómo Billy Elliot liberó a EEUU del imperio británico antes que Mel Gibson

Serie de TV
“TURN”
EEUU
2014

Sinopsis (Página Oficial):

Basada en el libro de Alexander Rose Washington’s Spies’, “TURN” de AMC cuenta la historia no contada de la primera red de espionaje de Estados Unidos. Se trata de un thriller histórico ambientado durante la Guerra de la Independencia y se centra en Abe Woodhull (Jamie Bell), un agricultor que vive en la zona ocupada por los británicos en Long Island que se asocia junto a sus amigos de la infancia para formar el Culper Ring —un equipo poco común de agentes secretos que no sólo pasó a ayudar a George Washington a cambiar el rumbo de la guerra sino que también dio a luz a los espías de la era moderna. “TURN”, de AMC Studios, está escrita por el productor ejecutivo Craig Silverstein (“Nikita”) y el productor ejecutivo Barry Josephson (“Bones”, “Encantada: la historia de Giselle”) de Josephson Entertainment. 

Crítica Bastarda:

“TURN” provocará el arqueo inmediato de ceja por parte de muchos seriéfilos. ¿Con qué fin ha producido y dado luz verde AMC la supuesta precuela de todas las precuelas de espías norteamericanos? Si pensamos mal… ¿acertaremos? Después del éxito de Homelandllegó The Americans y, pese a que la serie de espías rusos en suelo estadounidense durante la Guerra Fría en los 80 se desligó rápidamente del premiado thriller dramático de Showtime, no está encontrando la respuesta en la audiencia posiblemente tanto por el punto de vista como su habitual degradado de grises entre las acciones del FBI y KGB. AMC, por el contrario, ha apostado por un giro y ‘turn’ al reformular un thriller de espías pero ambientado en la guerra que dio a luz a los EEUU independientes. ¿Y el punto de vista? Nada nuevo. He ahí el mérito para epatar a esta audiencia americana estadounidense adicta a “El Patriota” de Roland Emmerich con Mel Gibson o ese público adicto a los detalles frikis que daba la “La búsqueda” y producir un arqueo de ceja sospechando si estamos ante una serie que no es generalista porque simple y únicamente ha declinado tener un carácter procedimental.


“TURN” tiene un aliciente fundamental y es la poca explotación del tema en sí, independientemente de contar o no con espías o ceder a un inédito punto de vista. Desde “Revolución” con Al Pacino y sus 4 nominaciones a los Razzies dio la impresión poco se ha explotado el asunto bélico salvo en el blockbuster de Emmerich y el medio dramático en televisión hasta ahora ha sido más abocado al retrato de personajes políticos como “John Adams” de HBO o un telefilme en el 2000 protagonizado por Jeff Daniels con George Washington. Con todo lo anterior, es normal que si sumamos la contienda y revolución a una serie producida por los productores de “Nikita” y “Bones”, con una trama que nos remite a un “Infiltrados” (o “Infernal Affairs”) de época, llegamos a una nueva ficción de entretenimiento con la calidad que proporciona el cable. No es que a nivel de producción, actuaciones y trama “TURN” se vaya a resentir porque hace los correctos deberes disponiendo tensión sexual, potente suspense en varias líneas y demostrando que ‘Billy Elliot’, al final, no va a practicar el ballet sino ayudar a su nación a ser independiente frente a los sucios, depravados y filogays británicos. Oh wait, ¿Billy Elliot no era británico-británico? El principal problema de “TURN” son otros: sus temidos clichés de ese héroe por ‘accidente’ o de retratar a los altivos enemigos y villanos imperialistas con esos rasgos más cercanos a la caricatura. No es que sea tan superficial comoThe Musketeers porque la pulpa del drama de espías de AMC es su carácter realista con un arranque cargado de bayonetas, cadáveres y sangre para dejar en evidencia que la serie quiere declinar la épica y su carácter bélico y narrar las (otras y ocultas) acciones que desencadenaron la victoria y la derrota de muchas contiendas. En ese punto aparece The Culper Ring (El anillo de Culper), al que se le ha dedicado puramente un material literario y que “TURN” se va a encargar de ir construyendo capítulo a capítulo. 


Con la complicada misión de competir al mismo tiempo que Game of Thrones y ‘revelar’ a la serie de cable con más audiencia de la historia The Walking Dead, no es que los datos del drama protagonizado por Jamie Bell sean del todo vinculantes al futuro de la propia ficción. Dudo que siga viendo la propuesta de AMC por muchos motivos. El primero, es que el debate que propone la adaptación del libro de Alexander Rose da la impresión de estar más cerca de un programa de ‘Cuarto Milenio’ sobre la red de espionaje y dar respuesta a la pregunta de cómo EEUU pudo vencer a fuerza militar más poderosa del Siglo XVIII y conseguir la independencia. Lo segundo, es su falta de respuesta en su discurso político equiparable a la sensación de credibilidad en cuanto adaptación formal se refiere. Me falta algún aspecto más original en su juego trillado de tensión romántica y familiar con ese tufo a ‘verdadero amor’ que afecta al personaje. El tercer y más importante es que mi cupo de series de espías está cubierto y más si el punto de vista tiende al panfleto patriótico. Como hemos visto en The Americans o Homelandse puede hablar y humanizar la traición y producir un ‘turn’ en el subgénero de espías. “TURN” pierde la oportunidad de ese giro y cambio y no se trataba de transformar a los británicos como héroes de la serie sino de ejercer ese doble punto de vista que vimos en el remake del oscarizado filme de Scorsese. ¿Por qué no dramatizar tanto al espía de la revolución como al que se encuentra dentro del ejército continental revolucionario? No es que vayamos a una clase de historia cada vez que surge una ficción de época pero se agradece siempre algo nuevo, aunque realmente el mero hecho de narrar la creación de The Culper Ring (El anillo de Culper) es una novedad. Hay elementos que me gustan, como esa metáfora del hijo de Abe Woodhull que bien pudiera representar a esa patria que acababa de nacer y que trataba de ponerse de pie con la ayuda de hombres que hicieron peligrosos sacrificios y los ‘padres’ de la nación. También su credibilidad, suciedad, sangre y realismo a todos los niveles dentro de su ambientación. Y, para finalizar, el diálogo que establece el retrato de los casacas rojas cuando interesa a los fines de la narración y el posicionamiento político de la obra. Véase las diferencias entre “Zulú” de Cy Endfield, “El hombre que pudo reinar” de John Huston frente a las adaptaciones de Pocahontas o la novela de James Fenimore Cooper (‘El último mohicano’) y, sobre todo, “Rob Roy, la pasión de un rebelde” y la ya mencionada “El patriota”. Simplifiquemos el asunto a las declaraciones: si Homeland era la serie preferida de Barack Obama, “TURN” ya se ha convertido en la de cabecera de George H.W. Bush. Blanco, con logo de casaca roja, y botella de un cristalino azul de barras y estrellas.

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6 comentarios:

  1. Verdaderamente tu critica queda vacía,incompleta, ya que no hablas de la buena ambientación , credibilidad , de los casacas rojas. Se ve que no has seguido la serie,pero los distintos personajes del ejército y su manera de representar al carácter anglosajon, es lo mejor de la serie. Te propongo que la veas entera y después opines.

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    1. Hola Vicente,

      Me tendría que pagar AMC para 'verla entera'. No me dijo nada (pero que nada-nada) en sus primeros capítulos y continuar una relación así me da ascopena... salvo que sea un trabajo (y obligación remunerada), claro.

      Es una serie de cable y con una base histórica, por lo que hablar de 'ambientación, actores, credibilidad, vestuario' es como decir que lo mejor de "Transformers 4" son sus efectos especiales. No me gusta recrearme en lo obvio, lo considero 'relleno' dentro de una crítica.

      Te propongo que hables con AMC, Vicente, para que me mande un cheque, vea la cantidad y si merece la pena y, después, opine de lo ya opinado y dicho... Haré un copia-pega cutre y añadiré que he visto la primera temporada con algún detalle del final para que parezca que soy un entendido. Aunque luego diga lo mismo (o incluso algo peor) y lo leas, te siga sin gustar y propongas otra cosa absurda como que tengo verla debajo del mar o boca-abajo o en el Himalaya porque así la entenderé mejor y pueda, por fin, OPINAR... porque si no es a tu gusto, al parecer, no es opinión. XD

      Lo dicho, ¡QUIERO MI CHEQUE!

      Y, a partir de mañana, voy sumando intereses.

      Gracias por el comentario y mi pre-cheque.

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    2. Si tú eres un friki que se lo traga todo, no sé de qué hablas

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    3. Menos bla, bla, bla...

      ¡QUIERO MI CHEQUE!

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  2. Esta crítica me resultó más confusa que un bulto de anzuelos... Parece más escritura de pseudofilósofos.

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    1. En 'esta crítica' no hay filosofía, solamente hechos y ratificadas referencias audiovisuales e históricas. Ergo, no puede haber pseudofilosofía porque no existe filosofía.

      La confusión, por lo tanto, es del lector, completamente perdido y a merced de ese fulgor del bulto en sus bragas por el HYPE del show de AMC. Así no llega la sangre al cerebro y todos lo sabemos.

      Lo dicho, ¡QUIERO MI CHEQUE!

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