La espera ha acabado y con “Two Swords”, primer capítulo de la cuarta temporada de “Game of Thrones”, llegamos posiblemente a la madurez de la serie de fantasía, épica y poder de HBO. Con las mejores críticas de su andadura y considerada —de momento y en el portal metacritic— como la mejor serie de 2014, el drama basado en las novelas de George R.R. Martin quiere seguir en pie de guerra tanto con una competencia feroz (en otros terrenos dramáticos obviamente) como culminándose como la ficción de HBO con mejor audiencia. Es sólo el principio porque conocemos que material van a tener, al igual que AMC con “The Walking Dead”, para generar una capacidad fan poco habitual en la televisión por cable. ¿Le extrañaría a algún seriéfilo que hicieran la precuela escrita ya por R.R. Martin? Es hora de dar cierto descanso a bastantes personajes principales en las conspiraciones de Desembarco del Rey e ir empezando a narrar la crónica anunciada por la propia serie hacia la Boda Púrpura. Mientras tanto, sabemos que Jon Snow tendrá que advertir a la Guardia de la Noche de los peligros que se avecinan mientras los jóvenes Stark tratan de hacer frente a sus providencias y misiones. No serán nuestros únicos objetivos porque “Juego de Tronos” tiene tantos y tantos personajes que entran y salen de ese telón hecho pantalla, que realmente esperamos que nos posicionen respecto al ascenso de Daenerys Targaryen, el sufrimiento de Theon Greyjoy y el destino de Stannis Baratheon resguardado por Melisandre. Conocemos de antemano que el capítulo no va a dar para todos y es momento de ubicar a todos los personajes y viajar dentro de “Two Swords”.
Los guionistas se han encontrando con un gran bloque central en Desembarco del Rey que les va a servir, evidentemente, de columna de esta temporada. Los preparativos de la Boda Púrpura van a deparar la presentación tanto de nuevos personajes como de la reunión casi al completo de los Lannister desembocando en todo tipo de tensiones internas. La situación ahora mismo de los leones es de una felicidad extrema de puertas para afuera pero ver a Tywin Lannister supervisando la forja de la gran espada de acero valyrio de Ned Stark como declaración de su victoria, despojando y borrando en cenizas ‘la cabeza y piel de lobo’ y haciendo que ésta se pierda en las llamas, no deja dudas sobre la remarcada metáfora. Los Stark han muerto, larga vida a los Lannister. Evidentemente Tywin no cuenta que los pequeños lobeznos siguen con vida… Estamos de nuevo ante una pieza fundamental e icónica en la primera temporada y da la impresión de que la forja es una transformación también de la propia serie. El mismo material, el doble de buena y mejor. La conversión en dos espadas da ciertas pistas, tal vez y también, sobre los temores del patriarca de los Lannister. Cersei quedó descartada por ser mujer, Tyrion es una abominación y Jaime ha quedado mutilado. Por no hablar que su nieto sádico e incontrolable ocupa el trono de hierro… Que su hijo predilecto apenas pueda empuñar el arma le deja aún más claro que es momento de que su favorito deje la Guardia Real y se ‘exilie’ a Roca Casterly. La decisión de Tywin como actual Mano del Rey, no obstante, no va a dejar ninguna mella en su Jaime. El juego de poder, diálogos marcados y repudia de padre e hijo se salda, de momento, con Jamie sujetando la espada que le faltaba a los Lannister… aunque, aquí, parece que falta caballero.
Del sur de Dorne va a llegar para la boda de Joffrey Baratheon y Margaery Tyrell el hermano del príncipe Doran Martell, Oberyn, acompañado de su amante bastarda Ellaria Sand. Tyrion, Bronn y Podrick Payne ejercerán de comité de bienvenida y se darán cuenta de sus sangrientas (y bisexuales) intenciones con un altercado por medio en pleno burdel de Meñique con sintonía de ‘The Rains of Castamere’. Han pasado doce minutos y tenemos los primeros desnudos femeninos. ¿Spoiler? Tyrion se enterará que Oberyn está en la capital para vengar a su hermana Elia, la esposa de Rhaegar Targaryen que fue violada, asesinada, partida en dos… (no sabemos el orden exacto) durante la mortífera Rebelión de Robert. Oberyn cree que Gregor Clegane ‘La Montaña’ masacró tanto a su hermana como a sus dos retoños por orden de Tywin Lannister. Se augura venganza y los Lannister no son los únicos que pagan sus deudas… Seguiremos informando, aunque, ¿no parece la sección de cotilleos de Desembarco del Rey una mezcla de ‘Sálvame’ y rotten.com? El pobre Tyrion, eso sí, suma otra amenaza de muerte más a su ya interminable lista. Sansa Stark sigue traumatizada (¿más?) y no para de tener pesadillas imaginando cómo murieron su madre y su hermana. Esta niña si llega a ver el episodio “The Rains of Castamere” (3x09) palma antes de que soltaran «Los Lannister os envían recuerdos». Lo siento, pero Sansa no me da ninguna pena. Es más, quiero que esa versión folclórica de Calígula llamada Joffrey la torture diariamente. Yo pido disculpas, que conste, y espero que Sophie Turner haga lo propio por herir nuestros sentimientos al declarar su amor por Justin Bieber. ¡Eso sí que es tortura! Así que niña, quid pro quo. Hay otros dramas porque los celos de Shae van a exponerla ante los espías de Cersei… y para drama también el de Jaime Lannister, que recibe de Qyburn, el antiguo maestre al servicio ahora de la Reina Regente, una mano de oro que no sabemos qué fines lúbricos podrá tener en una ciudad plagada de vicio. Cersei ya no está interesada en continuar su incestuosa relación no por su carácter moral sino porque no es capaz de mirar más allá de su ombligo. Suelta la brutal frase egoísta que es capaz de encoger los genitales de cualquier varón: «Te tomó demasiado tiempo». El drama de ser una alcohólica y que te obliguen a casarte con un señor que muerde las almohadas frente a que te hagan prisionero, te corten la mano, que no sepas si vas a vivir un día o dos y luchar con un pedazo de oso por honor… ¡Muy bien, Cersei! ¡Muy bien! Jaime también recibirá el castigo de su hijo bastardo al repasar los actos heroicos de la Guardia Real y comprobar que la página dedicada a su ‘tío’ está prácticamente vacía… y seguirá así por ser un lisiado o hasta que contrate a Iñigo Montoya para algunas lecciones de espada. Recordemos que Jaime no llegó solo de sus fatídicas aventuras de supervivencia sino que Brienne de Tarth también tendrá que dar explicaciones a Margaery por el asesinato de Renly Baratheon con olor a magia negra y mano ejecutora de Stannis. No hay tiempo para la venganza si existe un nuevo Rey… pero sí para recordar a Jaime el juramento que hizo a Catelyn Stark para salvar a sus hijas. Sansa está en peligro pero es su cuñada ahora y Arya ha sido dada por muerta. Aunque nos tratan de meter cierta tensión sobre la supervivencia de Sansa tendremos un giro digno de slasher para retomar a ese personaje (Ser Dontos de la Casa Hollard) que salvó de ser ejecutado en el nombramiento del Rey Joffrey. Le dará un collar de su madre como pagó a su gratitud como metáfora de ‘crecimiento’ de una Casa que ya va a ser perdida en la memoria. ¿La simbiosis de fortaleza que necesitaba la joven y sufrida Stark para dejar de ser una bulímica con depresión? Ella tiene que ser la lucha para que los Stark sobrevivan en el tiempo. Lo dicho: pide disculpas por lo de Bieber o tus lágrimas son de lagarto para mí.
Con Desembarco del Rey prácticamente zanjado y con la aportación de los preparativos exigentes de Olenna Tyrell, es momento de saber el estado de esa invasión en ciernes que planea el Rey Más Allá del Muro. El retorno de Jon Snow (o Nieve para los amigos) va a pasar por rendir cuentas en el Castillo Negro con un nuevo antagonista (Janos Slynt) venido de Desembarco del Rey, enterarse del destino de Robb y, sobre todo, ver si salva su cabeza por haber roto sus votos con Maestre Aemon confirmando la verdad de toda su versión. Me gusta aquello que comenta Jon sobre la perfección de Robb en todos los aspectos que le hacía odiarle… y que el pobre Sam levante la mano. Que no la levante muy alto porque los salvajes se la cortan y comen en un santiamén. Vamos a tener en paralelo la discusión de Tormund y Ygritte por la vida de Jon para seguir potenciando esa historia de amor/odio con mucha tensión sexual, y la llegada de un grupo de thenitas, que son uno de los clanes más chungos y caníbales de esos salvajes que han sido agrupados por Mance Rayder. En total y con esos señores marcados en plan ritual, son 100.000 salvajes con gigantes. Yo me cagaría o me pondría a dieta para, al menos, joderles el festín. Con esas fricciones internas y un brazo de ‘cuervo’ en modo pollo asado, que reconozcamos no es para tanto (y hasta tenía buena pinta culinaria), vamos a irnos a la historia tarantinista de los pollos.
Y es que vamos a tener un final memorable que parece un spaghetti western adaptado al lenguaje de “Juego de Tronos” y que bien pudiera titularse “Por un puñado de pollos”. Antes, es momento de ver el estado de Daenerys Targaryen y que sus dragones no van a poder ser domesticados ni por su propia madre. Con el cambio de actor de Daario Naharis interpretado por Michiel Huisman y sustituyendo a Ed Skrein, disponemos de un juego un tanto romanticón entre un castrado (Gusano Gris) y ese mercenario que quiere ganarse el corazón de la Khaleesi a golpe de flor. Del cliché pasamos al mimo del guión para mostrar el conocimiento de la tierra y así poder gobernarla. ¿En breve le dará Daario a su Reina un capullo? Vamos a por el objetivo. Se llama Mereen y es la ciudad más grande de esclavistas conocida por tener una gran pirámide que costó la vida de mil esclavos. Tendremos un camino plagados de esclavos crucificados y pequeños sacrificados como indicadores del camino. Así se las gastan en Mereen y sabemos que están esperando a Daenerys. Tendremos guerra y épica pero por capítulos.
He dejado a uno de los personajes más queridos de los fans de la serie para el final junto con el mítico «Fuck the King!» lanzado por El Perro. Y es que es hora de cerrar un gran capítulo con una gran trama que protagonizan Sandor Clegane y Arya Stark cabalgando juntos hacia el Nido de Águilas. Sabemos que ‘El Perro’ está completamente en bancarrota y necesita un rescate propiciado por Lysa Arryn, la tía de la mocosa que tampoco tiene ningún lugar a donde ir. La extraña pareja, con la reclamación de un pony para la Stark, llega a una posada con una cara conocida. Es cierto que desde el recopilatorio previo nos mostraron a Polliver matando a Lommy y quedándose con la espada de Arya, ‘Aguja’. Es evidente que Arya va a ir a recuperarla sin el consentimiento de ‘El Perro’ y la secuencia funciona perfectamente por el código anunciado del captor a la joven de los Stark y todos los diálogos con un tiempo perfecto. Sabemos que la tensión va a ir creciendo, que Polliver va a reconocer a El Perro, que va salir el tema de su huida en plena batalla y, por supuesto, esa frase brutal «Fuck the King!» para que Arya sea la espectadora de una dura pugna de pollos entre su secuestrador y gente muy mala sobre la que quiere vengarse. La lucha es larga y creíble y Arya tal vez dude intervenir divagando entre las vendettas que tiene delante. Finalmente, decide luchar (por la espa-l-da) para reducir a Polliver y repetir frase por frase la misma muerte que le dio a Lommy. La venganza se sirve a golpe de pollo y Arya tiene su caballo. Memorable cierre para un capítulo que deja claro que “Juego de Tronos” oscila perfectamente entre la screwball de época ‘sin censura’ y con libreto de un Marqués de Sade ‘on fire’ y su épica o guiños referenciales. No vemos a Varys y ni a Meñique, pero sabemos que están conspirando en las sombras. Es hora de despedirnos con la mano de oro a lo Jamie Lannister y repetir alguna de las maravillosas frases que sueltan los personajes a lo largo del capítulo como «Lo que le ocurrió a tu familia fue un crimen terrible. No conocí a tu hermano. Él parecía un buen hombre, pero no lo conocí. Tu madre, por otro lado, Yo la admiraba. Ella quería que me ejecutaran, pero la admiré». “Game of Thrones se forja de nuevo y cambia el juego a algo más ágil y distinto, más directo y rápido. Es normal que con el práctico fin de la Guerra de los Cinco Reyes la mecánica haya cambiado como esa estatua de Joffrey con la ballesta y la primera imagen que nos venga a la cabeza sea la de Ros, una de sus víctimas mortales. La serie de HBO ha hecho muy bien los deberes a lo largo de sus anteriores temporadas para que las referencias y el backstory sea otra potente arma de los guionistas. En resumen, hoy todo el mundo a comer pollo… que paga Polliver.
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