“Atlantic Rim”
Director: Jared Cohn
Director: Jared Cohn
EEUU
2013
Sinopsis (Página
Oficial):
Cuando monstruos gigantes arrastran fuera del Océano
Atlántico y atacan la costa este, el gobierno de EE.UU. se vio obligado a
confiar en robots de AI para defender el país.
El
mockbuster de “Pacific Rim” cambia
de océano y de neuronas parra meter
en una coctelera llamada bodrio —embutiendo el subconsciente de la catástrofe
dentro de EEUU con el derrame en el Golfo de México, el huracán Katrina y la
reciente emisión de “Sharknado”— el
alcoholismo imperdonablemente ausente en “Iron Man 3”, los héroes y la manipulación política e incluso atreviéndose a
re-leer “The Avengers” y “Transformers”. Como suele pasarle a The
Asylum, le falla todo los demás: David
Chokachi, que quedó ¿inmortalizado? en el “Los vigilantes de la playa”, nos ofrece una no-actuación y el
trabajo de Steven Marlow con ese parche y su cabreo en cada frase —seguramente
provocado por unas pinzas de la ropa que se colocó en los testículos— ayudan a
vomitar parte del tarro de las esencias de la productora troll-timadora por excremencia.
Da la
impresión que The Asylum se sirve del mockbuster
de “Pacific Rim” para proponer otro
tipo de posibilidades sobre un mainstream
en el que obviamente no puede destacar con sus irrisibles presupuestos. Aunque Graham Greene, actor nominado al Oscar,
tenga su participación nos lleva de nuevo a la concepción de que la productora
de anti-cine sigue eclosionando como ese letal virus-lapa que necesita
Hollywood para mirarse en un espejo no tan distorsionado. Greene es todo un profesional, pese a notarse que se está
descojonando por dentro en cada secuencia y diálogo en el que participa. Como siempre y en toda
película de esta productora habita el drama al otro lado de la pantalla: nos
preguntamos en qué estarán pensando los actores cuando están leyendo frente a
cámara esas líneas de un libreto seguramente rociado en alcohol y restos de
cocaína. ¡Y no vale los gatitos muertos! Debe ser algo, incluso, mucho más
fuerte. Simplemente con pensarlo me entran ganas de llorar del puro terror. ¿En
qué H-O-R-R-O-R pensarán los actores profesionales? ¡Queremos saberlo YA!
“Atlantic Rim”, no obstante, tiene proposiciones interesantes
entre esos monstruos y robots atrapados en una Serie Z. Por ejemplo, pocas
veces se ha visto un héroe tan chulo y
egocéntrico, desesperado por meterse más alcohol que Denzel Washington en “El vuelo (Flight)” cuando acaba su jornada. Un héroe supuestamente muscular y perfecto pero
completamente inconformista que es incapaz de ligarse a la chica y hacer sombra
a su compañero afroamericano con vocación de ONG y salvador de niñas en incendios.
Esas contradicciones, como que después de de la destrucción de una ciudad y con
cientos de cadáveres sobre el suelo (la productora solamente pudo poner a uno
pocos indigentes y amigos para hacer ‘bulto’) se organice una fiesta y baile glamuroso por parte del Gobierno esa
misma noche no nos deja claro si la película es una parodia y crítica política
o una incompetente estupidez. Lamentablemente “Atlantic Rim” no llega al nivel de esa joya del cine cutre llamada “Sharknado” y el tema de
los colores de los pilotos (azul, rojo y verde) es muy “Power Rangers”, ¿no? ¡Y todo el mundo odia a los “Power Rangers”! (Rita Repulsa dixit). Pese a funcionar como maqueta
del mainstream y revelarnos el drama de unos huevos atrapados durante miles de
años en petróleo y la rebeldía de los héroes por salvar cada día al mundo e
intentar drogarse cada noche para olvidar sus traumas, “Atlantic Rim” es todo un insulto y publicidad engañosa. ¡Y no por
ser un fruto mockbuster! En el póster aparecían tentáculos y los bichos son
lagartijas toxicómanas entrenadas por John
Cobra. O sea, imperdonable…
¡Soy el amo alcohólico del mundo! |
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