Serie de TV
“Limitless”
EEUU
2015
Sinopsis (Página Oficial):
“Limitless”, basada en la película homónima, es un trepidante drama sobre Brian Finch, que descubre el poder para estimular su cerebro gracias a la misteriosa droga NZT siendo obligado por el FBI en usar sus extraordinarias habilidades cognitivas para resolver casos complejos para ellos. Trabajando en estrecha colaboración con Brian se encuentra la agente Rebecca Harris perteneciente a la unidad principal de la ciudad de Nueva York, una investigadora formidable con un pasado oscuro, y el Agente Boyle, un ex oficial del ejército y confidente de Rebecca. Rinden cuentas a la agente especial a cargo Nasreen ‘Naz’ Pouran, una hábil manipuladora de las riendas del poder. Sin saberlo el FBI, Brian también tiene una relación clandestina con el senador Edward Morra (Bradley Cooper), un aspirante presidencial y consumidor habitual de NZT que tiene sus propios planes para su nuevo protegido. Impulsado ahora con un suministro constante de NZT que le permite utilizar el 100% de su capacidad cerebral, Brian es más eficaz que todos los agentes del FBI juntos, haciendo de él la peor pesadilla de un criminal y el mayor activo de la Oficina Federal hasta el momento.
En algunas ocasiones aparece un contraste bastante diferenciado entre público y crítica, siendo “Limitless” uno de los mejores shows otoñales para los espectadores estadounidenses pero —al mismo tiempo y por el contrario— una de las propuestas con críticas mixtas y bastante irregulares. Tal vez sea un eco de la propia respuesta del film dirigido por Neil Burger y protagonizado por Bradley Cooper, una repetición de un mismo suceso en el mismo lustro. La adaptación a la gran pantalla de la novela de Alan Glynn evidentemente generaba suficiente material para idear un traslado a la ficción televisiva, dando sentido a la implicación en el proyecto del propio Cooper. La creación de Craig Sweeny nos remite también a la propia cadena que otorga el contexto pertinente al show. Estamos ante la «cadena de los procedimentales» y el propio Sweeny también produce “Elementary”, uno de los últimos aportes de éxito para CBS. En toda esa conexión de referentes —y circuitos neuronales-catódicos— nos encontramos ante un telón de fondo en el que el procedimental ya bebe directamente de la ciencia ficción para formular a protagonistas que superen la propia humanidad. Ni el cerebro tuneado de Josh Holloway en “Intelligence”, ni remitirnos a un futuro de sobrada tecnología —e imaginería visual— por parte de FOX en “Almost Human” o “Minority Report” ha funcionado satisfactoriamente. Como mucho los nerds de “Scorpion” haciendo fantasmadas y creyéndose estar en el universo de ‘Fast & Furious’… “Limitless”, por lo tanto, obedece a una búsqueda de CBS por hallar el eslabón perdido entre “Person of Interest”, el Sherlock Holmes de Jonny Lee Miller y Patrick Jane (Simon Baker) tras la despedida de “El mentalista”.
Tras un interesante y agitado piloto, la serie se limita a cumplimentar los rasgos y carencias habituales de un procedimental siendo únicamente el objeto más sugestivo, a nivel argumental, los planes del personaje que interpreta Bradley Cooper —y que vincula el show con el universo originado por el film— respecto al protagonista encarnado por Jake McDorman. He ahí la parcela más interesante de una serie más mecanizada y automática en su parte procedimental. El Senador Morra es un consumidor de NZT que aspira a la presidencia y precisamente se establece aquí un plan y conspiración para utilizar a Finch en oscuras maniobras sin importarle las amenazas o utilizar a sus familiares directos a sus propósitos. Finch está solo en esa batalla siendo la agente Harris su única pieza de posible apoyo dentro de una agencia que también desea utilizarlo al ser inmune al NZT y abrir, por lo tanto, una vía ‘sin límites’ al poder que esto pudiera suponer. Rebecca también tiene una transparente agenda personal al desear conocer gracias a Finch aquello que causó la muerte de su padre, también víctima del fármaco. “Limitless”, por el contrario, adolece un interés en su gran fracción episódica, entrando en el montón de series con un ‘asesor’ detective con delirios holmesianos para desenredar misterios aparentemente irresolubles. Hay más procedimentales antes, durante y después y mucho mejores que esta propuesta, más dependiente de la recurrencia e implicación en el proyecto de Cooper que de la cara bonita de Brian Finch o de captar a fans de “Dexter” por la participación y protagonismo de Jennifer Carpenter.
El procedimental de CBS manipula y juega bastante con la imagen, ‘desdoblando’ a su protagonista y facilitando un tono más cómico y jovial para los efectos. En ese territorio, “Limitless” pudiera despuntar respecto a la competencia y, de hecho, está ofreciendo muy buenos datos de audiencia, teniendo la renovación a la vista. Otra cuestión es que entremos en el fondo de la cuestión. Veamos, la propia serie establece como premisa que uno de los motivos para que su protagonista consumiera NZT fue hallar la extraña enfermedad de su padre al ser los médicos incapaces de dar un diagnóstico correcto. ¿Nos están diciendo que desde que se ‘inventó’ la droga nadie quiso investigar una cura para el cáncer o dar una salida a las múltiples crisis socio-económicas y conflictos militares internacionales? Puede que el plan, de hecho del Senador Morra, sea precisamente acceder a la presidencia de EEUU para salvar al mundo quitándose de lastres que pudieran impedirlo en organizaciones como el FBI al tener su propia agenda oculta. En realidad, la premisa no es un defecto ya que el ser humano está condenado a no mirar más allá de su propio ombligo, utilice el 100% de su cerebro o un 0,01%. Y ahí la cultura del éxito nos hacer aspirar a nosotros mismos (o nuestros seres cercanos) por encima de hallar un bien común y conjunto. Por el contrario, existe un terrible e imperdonable error. Da lo mismo que sea una sobredosis de ‘Felix Felicis’ o la nueva droga de diseño para volvernos a todos tan listos los protagonistas de “Limitless”. La cuestión y debate es otro porque no hay que ser un genio para saber que los nootrópicos se tienen que tomar con Cola-Cao.
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