No se puede criticar a Steve Pemberton y Reece Shearsmith por tratar de hacer capítulos distintivos y distanciados entre sí. Cada episodio de “Inside No. 9” se siente como un universo propio, con sus reglas y una constante llamada humor negro. Pasamos del Siglo XVII a un call center para sentir angustia y cierta opresión, pero no esperen teleoperadores sino a voluntarios de una línea de apoyo, similar al teléfono de la esperanza, que van a tratar de ayudar a las personas un tanto desesperadas que llaman allí. La premisa es simple pero Pemberton y Shearsmith desean explorar otros formatos visuales y también a ese protagonista bonachón (interpretado por el propio Pemberton), que recibirá dos llamadas que cambiarán el rumbo de su vida… Repasemos “Cold Comfort”, cuarto episodio de la segunda temporada de “Inside No. 9”.
Toda historia tiene un contexto y, en cierto modo, y “Cold Comfort” nos remite a que un relato tremendamente trágico puede ser una farsa, mientras otro que nos pueda parecer insignificante y desproporcionado es capaz de causar un terrible y fatal efecto cadena. El capítulo va a enlazar ambos conceptos en dos llamadas con diversas imágenes de cámaras fijas de las que George Orwell se sentiría orgulloso. Esas cámaras son tanto de seguridad como de monotorización de los puestos de los voluntarios para hallar una sensación de tiempo real y cierta opresión. Vemos el entorno y las elipsis nos van a ir desarrollando la historia de Andy (Pemberton), que comienza a colaborar en esa ‘Comfort Support Line’. Empezamos a conocer al resto de personajes: unas compañera llamadas Liz (Jane Horrocks) y Joanne (Nikki Amuka-Bird) junto al supervisor George (Shearsmith). Joanne le aconseja que no se implique emocionalmente con las personas que llaman pero va a resultar complicado para alguien que se encuentra allí en búsqueda de una catarsis para superar la muerte de su hermana. Obviamente hay bastantes líneas de comedia negra incluso elementos escatológicos y sexuales durante todo el capítulo. La tensión entre Liz y George ayuda bastante al humor e incluso se pudiera pensar en una revisión minimalista de “La última llamada” de Brad Anderson con Halle Berry con menos capas de thriller ochentero, pero una línea de suspense abierta y un concepto visual cercano a “Open Windows” de Nacho Vigalondo.
El problema viene con una llamada de una joven de 16 años llamada Chloe, con muchos problemas en casa, que ha tomado una sobredosis de pastillas y Andy se implica en el asunto, cantando para ella ‘Shine’ de Take That. Planteemos que “Cold Comfort” es un capítulo cuya finalidad era realizar una secuencia dramática con dicha melodía… Piensa mal y acertarás. Esa llamada invita a pensar a Andy que esa joven murió esa noche… Era una despedida pero la llamada siguiente, en realidad, escondía un caramelo envenenado. Se trata de una anciana traumatizada y con depresión porque su gato Picasso ha muerto. No es reemplazable para ella pero Andy se muestra completamente insensible, tras los eventos anteriores con esa joven, y la llamada finaliza de malos modos… El juego de “Cold Comfort” viene con sus primeras vueltas de tuerca. George se enoja con Liz por lo que él considera una llamada personal e incluso la agrede físicamente… aunque sea la mujer aquella que pierda su particular batalla. Liz le informa por la llamada de un ex soldado que su madre (la anciana del gato) se suicidó y, para colmo, Chloe es una farsante que utiliza trucos como un fingido suicidio para llamar la atención.
“Cold Comfort”, entonces, se pone más oscura y los enfrentamientos previos traen consecuencias… dirigiendo todo hacia la misma persona, ya que Andy se da cuenta de que ‘Chloe’ es una empleada de la ‘Comfort Support Line’. Andy acusa a Joanne pero ella simplemente regresó a por su bolso y en su búsqueda de las imágenes archivadas hallan la verdad. No es Joanne, no es Liz… aunque los guionistas dejarán alguna duda. ¡Es George! Al fin y al cabo, Liz ya nos avisó de su ‘psicopatía’. Nuestra perspectiva nos permite ver que George acude a la oficina pero, al verles, huye del lugar. “Cold Comfort” decide finalizar con una particular vuelta de tuerca y giro. Un nuevo voluntario llega para remplazar a Liz y Andy se ha planteado ir a la policía, ya que George es un sociópata que lleva haciendo llamadas falsas a la línea de ayuda durante años. ‘Chloe’ se pone en contacto final con Andy explicando que simplemente quería que alguien le escuchara a ‘él’. George, como buen ‘psycho’ ha hecho los deberes y vamos a ver que ese nuevo voluntario es el hijo de la provecta suicida que perdió su gato. George le contó todo… y una pistola ya apunta a la cabeza de Andy para marcar los créditos finales de ese ejercicio de original ‘found footage’ que articula “Cold Comfort”. Aplaudamos, por lo tanto, esa percepción de “Inside No. 9” como gran circuito cerrado con distintas tonalidades de humor y tensión por bandera… o llamada.
P.D.: Los season finales de “The Walking Dead” son intocables y punto. Palabra de Liz.
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