Battle Creek: Repita conmigo, no es la nueva ‘Breaking Bad’

Serie de TV

“Battle Creek”

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

“Battle Creek” está protagonizada por las estrellas Josh Duhamel y Dean Winters en un drama acerca de dos agentes de la ley opuestos cuyos puntos de vista encontrados sobre el mundo y resolver crímenes engendran frustración, desprecio, humor y, posiblemente, un respeto a regañadientes mientras limpian las ingratas calles de Battle Creek. El detective Russ Agnew es una buena persona pero brusca y dura. Su mundo se pone patas arriba cuando el sorprendentemente guapo y carismático agente especial Milton Chamberlain abre una oficina de campo del FBI en la estación de policía y elige a Russ para ser su pareja. La pulida y elegante sofisticación de Milt y el acceso a los equipos ilimitados de ‘estado del arte’ es impresionante para sus nuevos compañeros de trabajo en el departamento con absurdos fondos insuficientes. Como Russ y Milt trabajan muchas horas juntos en la ciudad, bajo la depresión económica de Battle Creek, la pregunta es: ¿Llegarán a ser el encanto de Milt o el cinismo pasado de moda, la astucia y el engaño de Russ las claves para la captura de los chicos malos en su querida ciudad natal?

Crítica Bastarda:

“Battle Creek” es la crónica de un fracaso anticipado, de cancelación anunciada, de hype que dura lo mismo que una promo y un piloto. Vendida como la nueva serie de los creadores de “Breaking Bad” y “House”, la expectación subsistió exactamente lo mismo que el metraje del primer capítulo del drama policíaco. La propuesta de CBS ha sido víctima tanto de las perspectivas, esperanzas y posibilidades como del estreno en la misma temporada del hype del año: “Better Call Saul”. Da la impresión de que los fans de Vince Gilligan hubieran decidido previamente qué serie merecía la pena antes de su emisión. Al fin y al cabo, el cable manda sobre el tufo a procedimental de una cadena experta en esos lares. Con confirmar si era o una ‘nueva’ “The Good Wife” nos ha sobrado. Otra cuestión es pasarse. “Battle Creek” no es tan mala para incitar al insulto, pero tampoco es una buena o sólida propuesta. “Better Call Saul” tampoco es la obra maestra que muchos indican pero sí es uno de los nuevos dramas destacados del 2015. Y el hype manda. Y el hype ganó al hype. Palabra de hype. Tampoco hacía falta fusilar a discreción al show creado por Gilligan y David Shore… porque...

Repita conmigo: no es la nueva ‘Breaking Bad’.

Repita conmigo: no es la nueva ‘Breaking Bad’.

Que sea un proyecto desarrollado por Gilligan hace más de una década deja claro el anacronismo del resultado incluso para una cadena como CBS. Es un procedimental tanto para lo bueno como para lo malo y su esquema es netamente clásico, basado en una pareja de distinta edad y filosofía que debe realizar su trabajo y resolver casos en ese choque de ideologías. Uno es joven e idealista y el otro más provecto y cínico. Hay poco o nada más que destacar en un show al servicio de Josh Duhamel y Dean Winters, salvo la propia historia de ese piloto vendido a CBS y guardado en un cajón hasta el cierre de “Breaking Bad”. Pudiéramos entender, por lo tanto, el cerrojazo de un ciclo por parte del autor que desea finalizar cualquier camino por malo que parezca… o pueda parecer. “Battle Creek” es un erróneo y desafortunado desvío aunque en otro tipo de red pudiera tener una mejor salida y acabado. En CBS está condenada y su audiencia tampoco ayuda de cara a una posible renovación. Así que tampoco se ensañe... porque...

Repita conmigo: no es la nueva ‘Breaking Bad’.

Repita conmigo: no es la nueva ‘Breaking Bad’.

Pese al carrusel de nombres (y marketing) y un piloto dirigido por Bryan Singer, la novedad se evapora en cuestión de minutos. Por mucho que repitamos, por activa y por pasiva, que “Battle Creek” no es una serie mediocre su problema es que no es original ni aporta nada en tiempos en los que pedimos una gran revolución a cada nueva propuesta que llega a nuestras pantallas. Hablamos de una época en la que el policíaco tiene forma y esencia de “Broadchurch”, “True Detective” o “Fargo” —entre otras muchas conexiones destacadas—. Un buddy film trasladado a la pequeña pantalla sobre dos discursos emocionales y vitales de sus respectivos protagonistas necesitaba algo más que un formato procedimental, de algo más potente que atraiga a la audiencia. Con esos ángulos expuestos llega una posible vuelta de tuerca: la serie creada por Vince Gilligan desea apartarse de una buddy-cop aunque nunca encuentra un espacio de auténtico interés ni en sus secundarios o ciertas parcelas de humor. Salvo una forense enana todo esto lo hemos visto y mejor... así que tampoco saque su escopeta y...

Repita conmigo: no es la nueva ‘Breaking Bad’.

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