Páginas Bastardas

domingo, 22 de junio de 2014

Bigfoot: La peor película del Siglo XXI

“Bigfoot”
Director: Bruce Davison
EEUU
2012

Sinopsis (Oficial):

Un Bigfoot es molestado por la música de un concierto celebrado en una zona boscosa de Dakota del Sur. Un grupo de ecologistas trata de defender a la criatura, pero su furia la hace incontrolable. 

Crítica Bastarda:

Es hora de repasar La peor película del Siglo XXI… de lo que llevamos de Siglo XXI, claro. ¡No seáis tan listillos! Y es que es normal que las listas sea a veces tan subjetivas (e incluso absurdas) que ya podamos designar el mayor BODRIO que veremos nosotros, infelices e inocentes víctimas, para comenzar esta era y que afianzará su vigencia durante 100 años para que nuestros tataranietos sigan quedándose atónitos ante tanta excesiva e indudable capacidad de reventar cabezas a lo “Scanners”. Hay que dejar constancia que “Bigfoot” es una de las mayores aberraciones perpetradas por ese tándem infernal compuesto por The Asylum y SyFy Channel. Cuando trabajan juntos —tanto la productora adicta al mockbuster y el canal que acertó con Sharknado (después de 8.589.473 millones de pifias previas)— es normal que se abra el cielo y surja un primigenio que absorba las almas de todos aquellos desventurados que se encuentran en varios kilómetros a la redonda. En la propia “Bigfoot” encontramos el reflejo de cómo se nos puede quedar nuestra cara ante la magnánima experiencia de intentar acabarla entera sin vomitar:










De acuerdo, vamos a superarlo: las actuaciones son una shit total, los efectos especiales son malos a rabiar y el arsenal de fallos de raccord van a dejarnos cerebralmente muertos. Es cierto: nada nuevo para el espectador que se topa con defecaciones fílmicas como Apartamento 1303: La maldición”, Deadhunter: Sevillian Zombieso Dragonball Evolution. Entonces, ¿por qué la cinta de Bruce Davison es la más mala de las malas? “Bigfoot” comienza con los espectadores siendo testigos de una cadena trófica, donde vamos pasando de un insecto, a una rana, a un pez, a un oso y, evidentemente, a un ser humano como parte de ese ciclo depredador. ¿Normal? ¡Para nada! ¡Falta un Bigfoot! ¡Falta este BODRIO, capaz de extinguir a la raza humana! Si los hombres pensaban que estaban alejados de la cadena alimentaria, Bigfoot (y por extensión The Asylum y SyFy Channel) están allí con su CGI cutre, guión tróspido, actuaciones lamentables y salchichón argumental para matarte ya del susto por su pésima calidad. Pero este Bigfoot no es igual a otros Bigfoot que hemos visto dentro de los cine cutre, porque da la impresión de ser el hermano pequeño y retarded de King Kong. 


En la película comprobaremos que la criatura mitológica cuenta con los siguientes ataques tras un rugido (pulsando el botón X de vuestro mando) para achantar:

Pisotón. 
Zarpazo.
Agarrado y bocado de cabeza.
Agarrado y lanzamiento contra el suelo asesino a lo Pepe.
Patadón a lo Sergio Ramos. 
Lucir los peores pelos renderizados de la historia del cine para hacer que cualquier inocente se someta a un ataque de cordura. Parecen pelos púbicos, ¿verdad?


Vamos ya con el repaso y review de esta obra infecta de anti-arte. Estamos en Dakota del Sur y un locutor, que resulta ser el Harley Anderson (Danny Bonaduce), nos da la bienvenida. Nos deja claro que la madre naturaleza no cree en la ciencia aunque tampoco nos traduce su propia frase. Con expresiones tróspidas como «Venidme a verme a mí, a Devo, a Depeche Mode, Duran Duran y muchos otros para demostrarle al mundo que Deadwood, Dakota del Sur es la cuna del rock and roll» cualquier espectador desea patearle el culo. ¿Sabe este tipo qué es el rock and roll? ¿Y este elemento tiene un programa de radio donde pone música? Se trata de eso, de que te caiga muy-muy-muy mal por ser el estereotipo chulesco necesario en este tipo de crisis que retratan tan bien el cine mierder. Harley nos habla de un ‘Festival de los 80’ que se va a celebrar allí pase lo que pase, incluida una lluvia de DVD de esta película para poner punto y final a la humanidad. Dicen que la nieve cae a plomo… y vemos cuatro copos de mielda por allí. La cuestión es que Harley (que conduce una Harley) es el promotor del concierto y la nieve forma parte de los problemas y los preparativos de una posible reunión de Police (?) haciendo que unas obra de mielda con derribo de árboles al lado Bosque Nacional provoquen otro problema. No, todavía no toca Bigfoot. Con planos robados a Ed Wood, aparecen unas mujeres del bosque dirigidas por Simon Quint (Barry Williams) para encadenarse en las máquinas de los obreros. Simon ahora es el líder espiritual de tanta hembra, tuvo un pasado en los 80 musical y sus evidentes diferencias (por necesidades del guión) con Harley. 


Tampoco falta la pareja de policías que forman la Sheriff Becky Alvarez (Sherilyn Fenn) al frente respaldada por el mismo (y propio) Bruce Davison que, aparte de dirigir esta inmundicia, pone su propia cara allí para que se la partamos a base de carcajadas o insultos. El alcalde es, por supuesto, el otro ‘villano’ que utiliza a Harley, odia a los ecologistas y siempre da leña a Becky diciendo que su padre lo hacía mejor y ese bla, bla, bla. En fin, nada nuevo. Bigfoot no tolera que nadie lance colillas a su bosque y te hace la colilla una colilla. Así que una colilla ‘incita’ la aparición de la criatura asesina y que destroce parte de la maquinaria pesada y provocando incluso un incendio. Please, no smoking! ¡O TE METO DOS YOYAS QUE TE DAN LA VUELTA A TU CARA DE MIELDA! [TODOS LO ANTERIOR DICHO CON RUGIDOS, PATADONES Y DESMEMBRAMIENTOS]


A Harley se la suda todo: 

Hay huellas de un Bigfoot gigante en los alrededores. 

Tiene una foto del mismo en su móvil. 

Los supervivientes de la masacre estarán en un manicomio dando testimonio de la bestia que asesinó a sus compañeros. 

Harley piensa, siguiendo la coherencia del cine cutre de catástrofes con evento de por medio, que todo es una broma. Sí, la película es una broma... así que tampoco va tan desencaminado, ¿no? La bestia, mientras tanto, sigue asesinado a pueblerinos, asolando caravanas pero aquí no pasa nada. ¡Queremos el Festival de los 80! ¡Lo queremos! ¡YA!


El primer Festival de Deadwood de los 80 va a ser un fracaso y no se va dignar ni a ir Sting. El alcalde está cagado por la presión de los medios a un día del evento y amenaza con cancelarlo. Harley ‘soborna’ a Simon, vieja gloria también musical en los 80 y ahora ecologista, para que actúe en el Festival de mielda. Sí, porque vaya mielda de Festival. Hemos visto celebraciones de fin de curso en guarderías y colegios de primaría con escenarios más grandes que semejante boñiga. Simon se pone en plan folk, el público se aburre y Alice Cooper (haciendo de Alice Cooper que una vez fue Alice Cooper) emerge como salvador de la función… pese a que estaba allí para promocionar su libro sobre golf (sic). Harley, al dar paso a Alice y tocar la mesa de mezclas, despierta al Bigfoot y le atrae al Festival. Lo demás forma parte de la mitología del cine cutre en un recital de muertes lamentables y gente corriendo ante la vergüenza ajena. Mientras Bigfoot mata y mata… el público que está presenciado este BODRIO sigue preguntándose una y otra vez cómo fue posible que hubiera más gente en las colas de los baños que viendo el concierto de Alice Cooper. ¿Era una película intelectual y alegórica o qué?


Después de tres días de la catástrofe llega la Guardia Nacional de Dakota del Sur para no hacer nada prácticamente y sacar los planos del mismo tipo en helicóptero. Becky, por el contrario, se convierte en esa heroína por accidente mientras que Simon se aprovecha de Bigfoot para reivindicar su insaciable ego ante los medios, defender a la bestia y acusar tanto a Harley como el alcalde de los actos cometidos por la inocente criatura. Con la Jane Goodall de Deadwood haciéndose con el monopolio de los mass media y consiguiendo innumerables fondos con su plataforma ‘La Alianza Bigfoot’, Harley contrata a Bubbles de The Wire al ser un prestigioso cazador de animales peligrosos y salvajes. Mientras que Simon quiere utilizar un dardo tranquilizante para salvar a Bigfoot, Harley y Bubbles junto a más mercenarios van a la caza de la criatura que sigue asolando Deadwood ante la impotencia de las brutales acciones del monstruo. Harley y el alcalde consideran, finalmente, que lo mejor es cazar a Bigfoot y exhibirlo como reclamo del turismo para competir con el Monte Rushmore, aunque tampoco queda claro lo anterior porque en una secuencia lo quiere liquidar y en la siguiente atrapar con vida.

Destrozos valorados por el Gobierno en 10 dólares. ¿¡Qué hace una bolsa de palomitas ahí!?

Obama también estuvo aquí.

Pasa mucha más shit que no les pienso contar… como la obsesión traumática de los protagonistas por tirarse a sus respectivas madres en esa época de excesos como los 80 (?). Considero que lo mejor para perpetuar nuestra especie es que ustedes también vean este BODRIO y puedan contarle a sus descendientes los peligros a los que se enfrentaron en su pasado. Sí voy a dejarles algunas instantáneas del final ‘WTF?!’ de esta oda al cine mierder por excremencia. Lo dicho: ¡Larga vida a la ‘La peor película del Siglo XXI’! ¡BIBA EL REY DE LOS BODRIOS! ¡BIBA “BIGFOOT”

Al final Bigfoot era una víctima de la sociedad.

Los protas vuelven a liarla parda y pelearse como niños.

Piden ayuda a Bigfoot...

Y Bigfoot es HAMOR.

Pero la Guardia Nacional había iniciado ya su operación de ataque...

...y la sufrida sheriff ya no puede abortar la misión. ¡DRAMA!

Los misiles son lanzados.

El contacto entre las especies es HAMOR... pero...

¡AINS!

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

¡HAN VUELTO A VOLAR LA CABEZA A LINCOLN, HIJOS DE FRUTA!

Se acaba de dar cuenta de que se dejó el grifo abierto de casa. ¡DRAMA!

THE END OF SHIT?

UN AÑO DESPUÉS (Sí, sé que sabéis leer ESO en inglés pero es por joder)

El alcalde, como siempre, se apunta el tanto y se cuelga todas las medallas.

Y montan a los protas una mielda de estatua para homenajear su shit. WTF!? 
Luego colocan una canción pop (o rock and roll para Harley) en los créditos que no pega ni con cola y se quedan tan anchos. ¡HIJOS DE FRUTA! ¡DEVOLVEDNOS LOS CIENTOS DE MILLONES DE NEURONAS ROBADAS! ¡HIJOS DE FRUTA!

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