La recta final de “The Americans” promete aumentar los niveles de tensión al borde del paro cardíaco pero, realmente, disponemos un planteamiento en el que la serie ha encontrado todo tipo de material dramático y de suspense para construir uno de los shows más sólidos en emisión. El problema es que no es una serie tan mayoritaria —dentro de los márgenes de la propia FX— como “Sons of Anarchy”, “Justified” y “American Horror Story” y aunque cuenta con el total apoyo de la crítica (sobre todo en esta temporada) posiblemente se confirmen en las próximas nominaciones a los Emmys un ninguneo que la resigna, en cierta medida, a estar fuera de la excelencia y leyenda catódica actual. ¿Se convertirá pasado el tiempo en esa serie de culto tan infravalorada sobre espías que planeaba sobre un material moral tremendamente gris y difuso? Ahora es momento, después del completísimo y sobresaliente “Martial Eagle” (2x09), de centrarnos en “Yousaf”, décimo capítulo de la segunda temporada de “The Americans”.
Hay muchas vueltas de tuerca en esta segunda entrega de la serie de FX. Para empezar la operación secreta ‘Águila Marcial’ va a tener efectos secundarios tanto en los protagonistas a nivel psicólogo, por volver a mancharse las manos de sangre, y generando en el regreso de Larrick desde Nicaragua su venganza sobre Elizabeth y Philip. El militar chantajeado por Emmett y Leanne por ser homosexual es un psicópata pero no parecía (o eso nos dijeron nuestros protagonistas) que fuera el responsable de su asesinato… aunque esta vez quiere cometer uno. Realmente la gracia de haber mantenido el suspense sobre el responsable (o responsables) de la muerte de los espías amigos y camaradas de los protagonistas y también pertenecientes al Directorio ‘S’, junto a la hija de éstos, ha quedado como una perfecta bala en la recámara para el desarrollo perfecto de la temporada. Todo quedó paralizado dando a entender que fue Claudia la responsable indirecta del asunto pero se va a reactivar con las investigaciones de Stan al rebufo del programa secreto del Departamento de Defensa (Stealth) y empezar a unir piezas. También teníamos, aparte del juego de Gaad y Stan entre el FBI y La Rezidentura, los planteamientos psicológicos sobre la mesa simplificadas a dos preguntas: ¿Cómo afecta la vida personal de Elizabeth y Philip a su propio trabajo? ¿Cómo afecta su peligroso trabajo a su vida personal y familia? También pudiera ser vinculante a Stan que fue abandonado por su mujer para iniciar una aventura fuera del matrimonio y ser Nina, la doble agente rusa que tiene también una relación con Oleg, su único respiro emocional. ¿Se imaginan que lo de Nina con su compañero también fuera una misión de Arkady o es demasiado rizar el rizo?
Con el anterior material tenemos a los dos niños díscolos de Elizabeth y Philip: Paige quiere ser una cristofreak mientras que Henry un okupa (pero buena gente, que conste). Paige y su siguiente paso por la religión será ir a un campamento de la amistad en Cedar Grove como monitora de formación y no teniendo que pagar nada por dicho motivo. Parece que Philip quiere acercarse a su hija pero será su madre el poli malo de la función. Paige lo tiene claro: «Henry se cuela en la casa de los vecinos y no pasa nada. ¿Pero quiero ser una mejor persona, y yo soy la mala?». Pasamos a la otra acción y en “Yousaf” nos topamos con una nueva misión desde La Central para nuestros (super)espías. Una delegación paquistaní llega a Washington para una conferencia y hay varios diplomáticos que pertenecen a la división de operaciones encubiertas (ISI). Se van a reunir con la CIA porque los americanos están pasando armas de contrabando a través de Pakistán para los muyahidines y podemos enlazar aquí a esos efectos en Afganistán con la película de Mike Nichols con libreto de Aaron Sorkin (“La guerra de Charlie Wilson”). El objetivo es Yousaf Rana, dando nombre al capítulo, pero el acercamiento inicial de Elizabeth con culo y pelucón despierta ciertas dudas en Philip y nos repetimos la pregunta anterior: ¿Cómo afecta la vida personal de Elizabeth y Philip a su propio trabajo? Da la impresión de que Philip no quiere dejar de a mujer acostarse con todo ser viviente para completar sus misiones (¿recuerdan esa foto promocional sobre tonos rojos de una sensual Keri Russell con traje de noche con un Matthew Rhys pensativo vestido de espía y sentando en la cama de fondo?), mientras que Philip últimamente tampoco quiere cumplir con Martha o vimos también a la Sra. Jennings que los créditos introductorios nos recuerdan que esta temporada tampoco quiso acostarse con ese joven militar. Philip quiere utilizar a Annelise al ser mujer del subsecretario de Defensa con la excusa de que el objetivo pudiera sospechar de una mujer que conozca en el vestíbulo de un hotel. Para Elizabeth no tiene experiencia y todo el subtexto emocional va a quedar un tanto invisible. Annelise va a completar su misión aunque Yousaf, al ser el número 2 y ser su jefe Javid Pervez, no le quiere mantener al tanto dentro de su cadena de poder. Los rusos no pueden esperar años a que Yousaf sea ascendido ni tampoco consentir en que Reagan trate de convertir Afganistán en el Vietnam de la URSS, así que darán un paso adelante en la misión no sentándole demasiado a Kate que Philip haya delegado la parte de su esposa a Annelise. La mujer enamorada de Philip completa la misión acostándose con Yousaf mientras que Elizabeth nos muestra los venenosos métodos del KGB para que Javid Pervez sea encontrado muerto en la piscina del hotel… por causas naturales. Annelise, por el contrario, mostrará su repudia a Philip por obligarla a tener relaciones sexuales con otro hombre y las líneas de diálogo de Philip [¿No crees que me mata ver a la mujer que amo sacrificarse de ese modo? ¿Entregarse a otro hombre, aunque sea por una causa mayor que cualquiera de nosotros?] sabemos que van dirigidas realmente a Elizabeth. Además, ¿no les recuerda ese plan (en parte y en líneas generales) al que ideó Saul en la tercera temporada de “Homeland”?
La amenaza de Gaad de hacer saltar por los aires en su caída a La Rezidentura ha surtido efecto y recupera su puesto pero la muerte de Vlad Kosygin sigue en ese aire nevado que va a rodear todo el capítulo. Aquí Gaad se muestra como un hipócrita defendiendo a Chris Amador porque era un tipo divertido frente a una ejecución en toda regla del inexperto agente ruso que tuvo que haber sido médico. Esas conversaciones con ciertas amenazas veladas (sé dónde vives, ojo por ojo) nos dan paso a las investigaciones de Stan sobre Oleg Burov donde se nos revela una cadena de sucesos desde su llegada que nos lleva al asesinato de Emmett y Leanne. Oleg se define como idealista que desea restablecer el equilibrio de poder que quedaría roto si EEUU tuviera la tecnología Stealth y no al mismo tiempo que los rusos pero, ¿tuvo que ver con el asesinato de sus propios agentes y de su hija? Un maletín no cuadra a Gaad en unas vacaciones familiares y al destapar un doble fondo queda claro para ellos que pertenecían a un servicio de inteligencia. Stan informará a Nina sobre sus sospechas de que Emmett y Leanne era ‘ilegales’ del Directorio ‘S’ y que su objetivo es deshacerse de Oleg. También de que la marcha de Sandra para tener una aventura le ha entristecido y no quiere tener relaciones sexuales con Nina. Si Stan supiera que ahora Oleg está cubriendo ese campo de sábanas… ¿lo mataba con una bala en la cabeza?. Stan sabe que si da con el asesinó dará con el Directorio ‘S’ así que charlará con el hijo de Emmett y Leanne y aquí recordamos que los guionistas fueron hábiles para que Elizabeth quemara la carta que desvelaba toda la verdad como última voluntad de una madre para conocimiento de su hijo. Stan no parece dar en las teclas correctas ya que evidentemente su hijo no sabía que sus padres tuvieran secretos y pudiera ser criminales. Stan quedará en una posición incómoda cuando el hijo de Emmett y Leanne saque el asesinato de su hermana Amelia. ¿También tenía secretos a sus 14 años y por eso la matarón? Stan tiene que matizar y sacar algo que dote de sentido de nuevo a la serie y no es otro elemento que enseñar el retrato robot de esos espías del Directorio ‘S’ que tanto persiguió en la primera temporada… Recordemos, que los guionistas provocaran el encuentro en el hijo y Philip en el pasillo del hotel no fue casualidad… aunque tendremos que esperar una semana y ese corte de montaje para ver las consecuencias.
La recta final de “The Americans” va a ser animada por la venganza de Larrick que conseguirá acceder a la información de la caja de conexiones de esa ‘central’ telefónica que tantas veces hemos visto en la serie comandando por ese hombre con traje y sus códigos. Larrick tiene conocimientos y aparatos para rastrear la señal y le llevará a casa de un matrimonio con una hija. No se asunten que no son del directorio ‘S’ y este militar es un sociópata pero no va a llegar a esos niveles de crueldad aunque, ¿qué hubiera pasado si la niña se hubiera girado? La cuestión es que Larrick se topará con el sótano de la familia y se dará cuenta de que el cableado lleva a su vecino… Sí, vamos a conocer a ese señor del teléfono, llamado George e interpretado por David Adkins, para despedirnos de él. BANG! Antes, apretó un botón como mecanismo de seguridad para destruir la caja de comunicaciones pero Larrick, no sabemos si por fortuna o porque lo han dicho así los guionistas para que no nos aburramos en ese punto muerto y sin salida, podrá hacer una llamada que será respondida por… ¡Kate! Ya olemos las esencias de la recta final de la segunda temporada de “The Americans” y, manifiestamente, se han dejado lo mejor para el final. Nos toca sufrir una semana y disminuir nuestro sufrimiento escuchando la nueva canción de Pete Townshend, ‘It Must Be Done’.
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