Community (5x08) App Development and Condiments: MeowMeowBeenz

La dura e inexorable realidad de “Community” es que es tanto una serie de culto como una eterna olvidada por el (gran) público y, por lo tanto, alejada de la historia de los premios más mediáticos que recompensan la excelencia catódica. Nadie ve “Community” la noche de los jueves, prefieren un episodio repetido de “The Big Bang Theory” o la temporada nº 256.569 de ‘American Idol’. Nadie quiere la transcendencia en una noche donde se premia y se glorifica la superficialidad y no es problema de NBC porque le da lo mismo colocar cualquier serie o sitcom, cualquier especial llamativo porque nadie va a acercarse a semejante desierto. Si pusiera un vídeo en directo sensacionalista siguiendo el legado de ‘Black Mirror’ en plan “The National Anthem” con Obama fornicando con un cerdo nadie lo vería contrariando a Charlie Brooker y a esa princesa corriendo por las calles de una metrópolis estadounidense. De hecho, este capítulo es puro “Black Mirror”… y nadie lo vio. Es hora de centrarse en “App Development and Condiments”, octavo episodio de la quinta temporada de “Community”. 

Sabemos que la presente temporada sufrió un punto de quiebro con el adiós de Donald Glover y la propia serie sigue recomponiéndose tras el magistral “Geothermal Escapism” (5x03). “Community” continúa avanzando, buscando soluciones y progresiones para sus personajes y dando hondura a los nuevos y veteranos. Hemos llegado, por lo tanto, a una fase interesante y jugosa en la que la controversia parece marcar el camino. ¿Es bueno o no están bueno “Bondage and Beta Male Sexuality” (5x07)? ¿Podría llegar a ser mejor “App Development and Condiments” quitando alguna de sus 5.696.974 millones de referencias? ¿Se sobrepondrá en su esperada recta final y posible cierre de la serie?  ¿Y dónde está Duncan aquí? 

El decano Pelton presenta a los chicos del Comité para Salvar a Greendale dos emprendedores que presentan una APP enfocada a las redes sociales. Se llama MeowMeowBeenz y permite valorar y calificar con un máximo de cinco estrellas a estudiantes y profesores, a amigos y enemigos. Como estamos en Greendale algo va a ocurrir… y no va a ser precisamente bueno. Veremos cómo los días de prueba de la APP avanzan y se consolida una jerarquía social dentro de Greendale… mientras Jeff se niega a usar la misma. Las reglas han cambiado y la popularidad la determina una cojera, un sombrero estúpido o la manipulación de una sonrisa como la de Shirley. La obsesión de los alumnos va a producir que Britta utilice la mostaza como foco persuasivo o que Jeff decida utilizar la APP para conseguir sus cinco estrellas gatunas y mandar abajo el sistema que crece, crece y no para de crecer.

“Community” va a encontrar un futuro distópico y, por supuesto, ‘bizarro’ en apenas unos días haciendo que el campus haya separado a los Cinco de sus otros inferiores y subordinados seres. Mientras el escalafón máximo dispone de lujo y comodidad, el resto de clases va decayendo hacia la esclavitud. Shirley es la Líder los Cinco y veremos un concurso de talentos a lo “Fifteen Million Merits” donde los alumnos pueden aumentar su ranking o acabar en el Nueva York de John Carpenter y Serpiente Plissken. Jeff ha conseguido ser un Cuatro y utilizará el concurso para hacer un monólogo sobre Apples y los sistemas de calificación consiguiendo la máxima review y uniéndose al ‘Club de los Cinco’. Desde un baile futurista inspirado en “La fuga de Logan” hasta el enfrentamiento final de Jeff y Shirley, con el destierro de ambos, la suma de referencias se acumulan junto la revolución puesta en marcha por Britta. Llegamos al tribunal para juzgar a los tiranos y a la propia MeowMeowBeenz que acabó su fase Beta y ya está a la venta… Todo vuelve a la normalidad menos para Starburns, que sigue atrapado en el traje de Sean Connery en “Zardoz” y es momento de avergonzarse del homenaje al sci-fi retro-futurista de los 70 y que Greendale nunca será Harvard ni tendrá su Facebook sino un capítulo que comprime todo un universo de referencias en calculados 20 minutos. No se preocupen por aquello que pueda llegar, Mitchell D. Hurwitz es Koogler y nos salvará. En sus mejores imaginarium-salas.

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