Puede que algunos seriéfilos no quieran a “The Americans”, pese a que otros la incluyéramos en Lo Mejor del 2013. Puede que los Emmys tampoco la hagan demasiados mimitos y mucho menos caricias los Globos de Oro. Sí podemos afirmar que la audiencia apoyó uno de los proyectos más ambiciosos de FX tras “American Horror Story” y que la crítica norteamericana respaldó la ficción otorgándole el premio a la Mejor Nueva Serie del Año por delante de “House of Cards” y “Orphan Black”. Dicho todo lo anterior, llega el momento de comenzar una segunda temporada que la prensa especializada estadounidense ha puesto por las nubes y que confirma que FX tiene una serie en plena decadencia de “Homeland”, el adiós a las series más emblemáticas de AMC y el contundente emerger de Netflix. “Comrades” es el primer capítulo de esta nueva entrega que va a posicionar la ficción a un equilibrio entre el drama, romance, thriller de espías y pura tensión psicológica. Es momento de repasarlo.
Podríamos resumir la temporada en la caza del gato y el ratón sobre el Directorio ‘S’ y esos espías encubiertos en familias made in America y con el agente del FBI Stan Beeman dándoles caza con la ayuda de esa otra agente doble rusa (y amante). Finalmente acabó alejándose de ellos gracias al matrimonio de Phillip con la asistente de un supervisor del FBI trazando ese juego de escuchas y poder de las dos más grandes potencias en el final del Siglo XX. No todo fue fácil: la encerrona se saldó con Elizabeth herida y con Paige, la hija de ambos, sospechando que hay gato encerrado. Realmente aquí yace la segunda temporada de “The Americans”: el escudo que forma su american-way-of-life y sus dos vástagos se convierte en la más temida arma de doble filo. Sabemos que Elizabeth y Phillip pueden tener sus más y sus menos en su relación de no te quiero pero te quiero pero no te puede querer porque nos hacemos débiles pero al final te acabo queriendo. Eso lo teníamos… ¿claro? Lo que también nos consta es que ambos matarían por sus criaturas pero una nueva pareja (con dos hijos) del Directorio ‘S’ va a revelar la cara y afilada cruz de la moneda.
Elizabeth está recuperada físicamente pero sus heridas psicológicas siguen sangrando y una mamá ciervo protegiendo a sus cachorros le revela su conflicto interior. Phillip sigue a los suyo dejando claro que Afganistán es enemigo de los soviéticos y que ha hecho objetivo a un ruso que planean matar. Phillip se pone el silenciador y comienza la carnicería para rellenar esos huecos de acción, sangre y daños colaterales inocentes que sirven para formalizar los guiones de “The Americans”. Sobrepasado el asunto, llega la familia, la doble vida y, por supuesto, los peligros. El cumpleaños de Henry y la vuelta de Elizabeth pasarán a una segunda página para una operación de espionaje, dejando claro que el balance de familia y sacrificio por su nación y lucha contra su enemigo va a ser el pan dramático y narrativo de la temporada. Los recursos, por lo tanto, van a seguir siendo los mismos: anteponer el trabajo a sus entresijos psicológicos. La cita se transforma en una misión y el supuesto sexo de pareja se reinventa en un ménage à trois irrumpido por unos guardias de seguridad de la Fuerza Aérea, que son en realidad Phillip y otro agente ruso del directorio. El plan sale bien y conocemos más de esa otra pareja y futuros planes de todos ellos y sus familias. Paige sigue con sus pesquisas y coladas hasta que ve cómo mamá hace la colada a papá. Ya nunca podrá mirar los labios de su madre de la misma manera…
¿Y el FBI qué hace? ¿La colada también? La investigación de la pasada temporada fue enfriada por Nina haciendo creer a Stan y Gaad que ella murió y él fue extraído de vuelta a su país. Stan es un diablillo y sabe que algo huele mal. El despechado y sin un duro por parte del gobierno, Sanford, se lo recuerda. El problema es que el coronel que contactó con el KGB está fuera de sus límites y, para colmo, todo es grabado por Martha siendo (además) Sanford asesinado por el propio coronel tras amenazarle. Menos cabos sueltos. “Comrades” nos confirma que los agentes del FBI eran unos aprovechados y veían todo el material confiscado en VHS como “La mujer del teniente francés”, donde el personaje de Meryl Streep servirá para saber si la agente doble es una ‘puta’ o una ‘reputa’. En la Rezidentura tendremos un secundario nuevo que tiene enchufe y se llama Oleg (y es fan de Rod Stewart) mientras Arkady y Nina hablar de la explotación de ese filón que tiene con Stan. Toda esa línea, de momento, no va a aportar mucho más que los conflictos propios del agente con su mujer que quiere reconciliarse y acaba invitado al cine viendo “La mujer del teniente francés”. Puta o no puta, esa es la cuestión.
Da la impresión que para variar el pivote de tensión ese peligro llamado FBI va a pasar a un segundo plano con otra amenaza más invisible y tremendamente peligrosa. Con las dos familias juntas (pero no revueltas) del Directorio ‘S’ en el parque de atracciones, Phillip y el otro espía conversan ya que tienen varios tipos detrás de ellos. Buscan a un hombre con una gorra azul y un niño y Phillip no tendrá mucho tiempo para pensar en el asunto. He aquí otro de los conflictos básicos de la temporada: la utilización de sus hijos para sus misiones poniendo en peligro a los mismos. Nos presentarán al personaje interpretado de John Carroll Lynch, que da la impresión de ser el claro antagonista y que es peligroso y letal. Sabía a quién buscaba y no era a un señor de gorra azul sino al propio espía que trataba de eludirle. Phillip y Elizabeth se encontrarán al matrimonio de espías rusos y su hija asesinados. Phillip conseguirá un sobre en la habitación del hotel mientras Elizabeth recoge a sus hijos del parque de atracciones no sin esa tensión malsana de la serie y, para rematar todo, el hijo de la pareja de espías asesinados, que venía de la piscina, se cruza con Phillip en el pasillo antes de encontrarse la matanza. Todo se ha vuelto caótico y alguien trata de cazarlos. Su familia está en peligro porque sabemos que tienen que meterse en los asuntos de esa otra pareja que causó la muerte de su propia familia. Ahora tienen unos códigos obtenidos en un frasco de aspirinas y poco más que millones de sospechas. Phillip tendrá que volver con Martha para ejercer de esposo y tratar de confirmar si el FBI está detrás de los asesinatos mientras que Elizabeth está completamente sola… de nuevo. “The Americans” ha vuelto más interesante que nunca con sus planteamientos y esos desvaríos que consiguen hacernos creer. Más sólida, impredecible y doblemente mejor. Más doblemente “The Americans”.
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