¿Qué hará NBC con su catastrófica noche de los jueves? Recuerdo a Alec Baldwin al rebufo del cierre y fin de “30 Rock” comentado que la cadena tenía que ir renovando su parrilla radicalmente y al mismo tiempo con mucho inteligencia para levantar el foso en el que se encontraba metida. ¡Nadie veía la NBC años atrás pero sí años más atrás! Con “The Voice” levantó el vuelo y, después, llegaron las folclóricas: bomberos folclóricas, agentes triples sibilinos y folclóricas y cazadores de monstruos y también folclóricas. Gracias a “Grimm”, “Law and Order: SVU”, “Chicago Fire” y esta temporada con “Chicago PD” y, sobre todo, “The Blacklist” están construyendo una parrilla de series que sabemos que no van a ganar ningún premio pero rentabilizan sus resultados con buenos ratings de audiencia. “Revolution”, eso sí, va cayendo… tanto como mi interés en seguir sus series. Otra cuestión es aquello que necesita la cadena después de innumerables e inabarcables fracasos… pero, en el lado opuesto, se encuentra su sección de comedia donde TODO naufraga y donde NBC canceló TODO el año pasado… menos sus dos veteranas comedias que han sobrevivido: “Community” y “Parks and Recreation”. Este año se repite la misma historia y “The Michael J. Fox Show” y “Sean Saves the World” no están funcionando. Lo demás (y nuevo) fue cancelado (o está a punto de) y tiene toda la pinta de que la temporada próxima sus horas (y series) de comedia se verán reducidas y NBC va a elegir entre Greendale o Pawnee como única sitcom supeviviente de ese slasher que se produce cada jueves noche en EEUU. Ahora, es momento de comentar “Cooperative Polygraphy”, cuarto capítulo de la quinta temporada de “Community”.
Aunque no la vea nadie, “Community” ha vuelto a ser la gran serie que fue tiempo atrás. De hecho, Dan Harmon da la impresión de apuntalar, revisitar y reescribir su propia serie como una carta de despedida tanto a la sitcom que hizo posible lo imposible como a esos personajes que suelen mirarse en múltiples espejos en ese interminable concepto metaficcional de cajas chinas. Así, la serie está funcionando por homenajes y qué mejor homenaje que rendir culto a un difunto… Así, tendremos una revisión de un ejemplar capítulo botella como “Cooperative Calligraphy” (2x08) que debería ser parte del material en una escuela de guión. ¿Y el argumento? Después de la muerte inesperada de Pierce, un equipo de investigadores dirigido por Mr. Stone (Walton Goggins) va a someter a todos los presentes al polígrafo para dictaminar si alguno de ellos asesinó a Pierce Hawthorne al formar todo parte de la última voluntad del difunto. ¿El premio? Un episodio memorable para nosotros, formar parte de la millonaria herencia de Pierce para el grupo de Greendale.
Vamos a olvidarnos del extraño culto futurista (parodia algo simplista de la ya simplista cienciología) que practicaba Pierce y únicamente queda de él una lámpara de lava con el vapor de su vida. Está claro que Pierce quiere jugar con ellos desde el más allá como habitualmente lo hacía con vida. Y sabemos que el viejo fallecido era todo un experto en juegos mentales. La idea final del detestado personaje pasa por sacar los trapos sucios de todos nuestros queridos protagonistas para que se enfrentan a la verdad sin posibilidad de mentir. Así conoceremos que Shirley colabora con un grupo anti-aborto, que Abed y Troy tienen un plan de escape en una Apocalipsis Zombie en el que no cuentan para nada con sus supuestos amigos y que Pierce sigue pensando que Jeff es gay. Hábilmente conoceremos muchos detalles chorras y, al mismo tiempo, oscuros sobre los personajes donde destaca que el mítico saludo de Abed y Troy no fue inventado por éste último sino sacado de youtube.
Con la lluvia de secretos sacados a flote entre toneladas de mierda, el combate dialéctico dentro de esa mesa está asegurado generando excelentes momentos como los propiciados por el Señor Chang, las metanfetaminas de Annie, el catfished de Abed a Annie inventando un novio falso en línea o el dispositivo que colocó Mr. Nadir a todos sus amigos (en un lugar que ni ellos ni nosotros sabremos) para tenerles localizados en su móvil. Jeff, como siempre, dará con la solución al cruel juego de Pierce: si todo el mundo es honesto por fin después de casi 90 capítulos y más de cuatro temporadas no podrán perder. Así, cada miembro del grupo revela su más oscuro secreto y, como si todo estuviera planificado, el abogado de Pierce pasa al último deseo de su cliente: ¡esperma para todos! Aparte de la metálica y gélida bukkake, Pierce da a Britta un iPod Nano lleno de música, a Shirley su espaciosa multipropiedad en Florida, a Annie la valiosa tiara que se rehusó a aceptar, a Jeff una botella de buen whisky, a Abed nada más que su dosis de esperma y, para finalizar, a Troy las acciones que conservaba en ‘Toallitas Hawthorne’ valoradas en 14 millones de dólares a cambio de navegar en su barco alrededor del mundo y dejar la serie de la manera más política y genialmente correcta que confirmaremos en “Geothermal Escapism”. Lágrimas de esperma y un Mr. Stone inédito son parte de la triste despedida de un personaje de una serie que en sí es un eterno adiós.
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