Los amos de la noticia: De tiburones

“Los amos de la noticia”

Título original: “Anchorman 2: The Legend Continues”

Director: Adam McKay

EEUU

2014

Sinopsis (Oficial):

¡Ha terminado la espera, América! ¡Ron Burgundy ha vuelto y ‘resulta más divertido que nunca’! Tras perder su trabajo a causa de su esposa y copresentadora, Ron vuelve a reunir al equipo de noticias y se pone en guardia frente a un nuevo rival. ¿Acabará aplastado el reportero más grande del mundo por el peso de su propio ego (y el de su peinado)? Todo puede ocurrir en esta comedia increíble a la que la crítica ha calificado como ‘una de las películas más divertidas del año’.

Crítica Bastarda:

[SPOILER] Todo el espíritu de “Los amos de la noticia” se concentra en una canción, su simbolismo y recapitulación de momentos:

You 

Swam with strength 

You                

Loved with grace        

You touched us all  

With your expressionless

Face 

Doby, oh, Doby           

May you find many treasures 

Both emotional and monetary

You were wise and loving    

and never contrary    

Doby           

Oh, Doby         

I'll never forget thee 

Doby           

Oh, Doby       

I'll never forget thee   

   Promise you'll always        

   be there for me, Dad?        

    I promise.      

   If I say I'll be             

   there for you,               

 there's nothing on God's earth 

 that will stop me.             

   I love you, Dad.      

     Let's get back up to       

     the lighthouse, all right? 

                Come on.        

        Okay.                   

                      Let's go. 

    I hope you eat lots of fish 

    and people, Doby.           

“Los amos de la noticia” queda sumida a la épica del bigote, a todo el matiz que le proporciona su humor absurdo dentro de esa continuación de “El reportero: la leyenda de Ron Burgundy”. Ese ‘bizarrismo’ y estupidez en la comedia basura es construido sobre la grosería y la idiotez como paradigmas de ese mundo de los informativos en Nueva York en ese mar de tiburones. Gracias a una red de noticias de 24 horas, Ron Burgundy (Will Ferrell) va a hallar su redención y dar sus aleteos como escualo de los medios. Le acompañan los de siempre y la sucesión de cameos alcanzará un súmmum y clímax en una secuencia hiperbólica con tendencia a la exclamación, como si Adam McKay quisiera construir y cimentar un gran escenario sobre los obstáculos de su propio sistema basado en absurdos y disparates. 

Desde la misoginia al racismo, la familia sigue siendo un eje fundamental para bascular el guión y ofrecer una redención para ese tiburón al que se le van cayendo los dientes y perdiendo su propia naturaleza. En “Los amos de la noticia” hay unas líneas críticas sobre la propia idiotización de la sociedad y su gusto por ver la persecución policial de un coche en una autopista antes que sentarse a escuchar una entrevista fundamental para entender los tiempos que corren, corrieron y correrán. Todo consiste en correr… o, mejor dicho, nadar. Nadar, cual escualo, cual tiburón en esa marea hiperbólica de depredadores que queda consumada en una secuencia épica repleta de cameos y referencias para el recuerdo. 

P.D.: No se olviden del tiburón.

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